A poco de que la Cámara de Diputados aprobara el proyecto que reforma la ley del Impuesto a las Ganancias, el presidente Mauricio Macri se encolerizó y la emprendió contra quien consideró como el principal responsable, Sergio Massa. No se anduvo con vueltas y lo definió como un “impostor”. El diputado del Frente Renovador se tomó unos días y le respondió con una carta abierta donde le pide “que respete las instituciones y la división de poderes”. El legislador reconoció la existencia de un diálogo fluido con el gobierno, la contribución a la gobernabilidad que realizó su bloque pero insistió en la necesidad de “terminar con esa injusticia que grava el ingreso de los que más esfuerzo hacen y menos tienen”.

A Massa le gusta, como al presidente, moverse en los medios de comunicación. Claro, sin la responsabilidad que tiene el primer mandatario quien mantiene su conducta de comunicarse con frases bien armadas escasas de profundidad en cuanto al contenido. Es por ello que ante la andanada de críticas que Macri le dispensó por la supuesta “falta de colaboración” con el proyecto de ganancias que había el Ejecutivo había enviado, el líder del FR se decidió por responderle.

En la carta que redactó no sólo se insiste con la necesidad y conveniencia de darle una respuesta a los trabajadores que son alcanzados por el gravamen. También da cuenta de algunos detalles de las negociaciones previas al debate del martes 6 de diciembre cuando se aprobó un proyecto opositor consensuado. Por caso, Massa afirma que fue el propio presidente Macri quien evitó un acuerdo entre oficialismo y oposición: “Usted le ordenó a sus diputados no discutir la posibilidad de un proyecto consensuado sobre la disminución del impuesto a las Ganancias para los trabajadores. Usted y sus diputados saben que esta es la verdad”.

La misiva también parece alimentar la denuncia de sectores opositores, como el kirchnerismo, en el sentido de la estrecha cercanía entre el massismo y el macrismo. Lo reconoce el propio Massa: “Desde el comienzo de su mandato, y a lo largo de estos 9 meses de sesiones legislativas, trabajamos con todos los bloques de este Congreso, acompañando la sanción de leyes fundamentales para el funcionamiento de su gobierno y presentando otros puntos de vista o leyes propias, cuando creíamos necesario defender a quienes peor la están pasando. Siempre en un ámbito de diálogo y consenso legislativo”.

Si quedaban dudas, el diputado abundó un poco más en esto de la oposición responsable y sostuvo en la carta que “a lo largo de todo este año aportamos gobernabilidad y lo vamos a seguir haciendo en los temas que sean trascendentes para nuestro país. Ese es nuestro deber, y nuestro compromiso con los más de 5 millones de argentinos que nos votaron para representarlos en este Congreso”.

Incluso Massa lo conminó a Macri para que llame a la unidad nacional: “Con palabras, pero también con gestos y actitudes que nos vuelvan a poner a los argentinos a trabajar con una esperanza cierta en nuestro futuro”.

Ese fluido diálogo se rompió, según Massa, cuando llegó a Diputados el proyecto de Ganancias. En un rapto un tanto épico pero al mismo tiempo supuestamente despojado de pretensiones, el legislador, advierte que “esta dinámica se quebró el martes pasado (6 de diciembre), cuando usted le ordenó a sus diputados no discutir la posibilidad de un proyecto consensuado sobre la disminución del impuesto a las Ganancias para los trabajadores”.

Es más, rechazó la acusación de irresponsable que le realizó el gobierno nacional al sostener que “usted sabe, señor Presidente, porque usted y su gobierno consultan a algunos de los referentes más importantes de nuestros equipos, que somos serios y responsables con las cuentas públicas”. Y casi a modo de mojarle la oreja, Massa le dice al presidente que “si creía que estábamos incurriendo en un error que perjudicaba al Estado argentino, podría haberme llamado, como lo ha hecho en otras oportunidades y por otros temas”.