Desde los años ‘90 a esta parte, Moreno ha tenido un crecimiento demográfico exponencial, y la ciudad donde los habitantes venían a descansar a “sus casas de fin de semana”, pasó de tener menos de 200 mil a más de 600 mil. Sin embargo, ese crecimiento poblacional no fue acompañado con un crecimiento estructural del distrito, y Moreno continuó teniendo, por ejemplo, un solo hospital para una población que creció a pasos agigantados.

Tanto en éste como en muchos otros municipios del Conurbano, la inversión pública no ha acompañado el crecimiento demográfico. En momentos de crisis, en estos distritos la presión social se siente más fuerte. Se trata de momentos histórico-políticos en que el tejido social se debilita y se requiere de un municipio mucho más presente para brindar contención social. Momentos en que asfaltar una calle no alcanza. Por estos días, trabajamos en la reconstrucción del Viejo Hospital, que será restaurado a nuevo y reinaugurado como Hospital Pediátrico, pero sabemos que hace falta mucho más para darles a los morenenses un municipio de calidad.

En un distrito donde la tasa de cobrabilidad es por demás baja y equivale sólo a un 30%, implementar políticas que brinden facilidades y beneficios —tal fue el caso de la moratoria que llevó adelante esta gestión— a la población es indispensable, mas no es suficiente.  

Es necesario que los contribuyentes paguen sus impuestos, pero también que vean los beneficios de hacerlo: en calles, en hospitales, en escuelas, en mejoras estructurales que eleven su calidad de vida y su compromiso con el municipio.

Entonces, ¿cómo se encara la reconstrucción de un municipio quebrado en momentos de crisis? Trabajando en conjunto. Moreno y cada municipio requieren del apoyo de los gobiernos de Provincia y Nación para poder contener la delicada situación social.

*Intendente de Moreno