La palabra “amigo” es de vieja data en la lengua española. Proviene del latín “amicus” que deriva del verbo “amare” que significa amar. Amigo/ amiga, por lo tanto, es alguien que ama.
Pero el sentimiento de amistad es aun anterior, probablemente de cuando, como dice García Márquez, “el mundo era tan nuevo que las cosas no tenían nombre todavía”.
Es que el sentimiento de amistad no necesita palabras. Es un lugar común decir que el perro es el mejor amigo del hombre. Pero no por gastada de tanto repetirse la frase es menos cierta. Y aquí va el ejemplo de un escritor, alguien que vive en las palabras, con una amiga entrañable que solo dice “guau”, según la onomatopeya más usada para representar el ladrido: el escritor vasco Fernando Aramburu, autor de un libro que lo hizo conocido en todo el mundo, Patria.
Antes de tener la oportunidad de entrevistarlo personalmente ya había observado que en todas las fotos que le tomaban escribiendo estaba acompañado por una perra echada a sus pies.
Creo que la primera pregunta que le hice tuvo que ver con la relación con esa perra que lo acompañaba siempre. Me dijo textualmente: “Esa perra es mi propia alma en otro cuerpo”. Mientras él escribía palabras, ella lo acompañaba con el silencio. ¿Qué forma hay más entrañable de la compañía que la palabra y el silencio?
Por si existiera alguna duda al respecto, baste con citar a Osvaldo Soriano amante de los gatos igual que Julio Cortázar.
Hay un libro odiado por generaciones creo que porque era de lectura obligatoria en la escuela y todo lo que es obligatorio genera resistencia. Se trata de Platero y yo de Juan Ramón Jiménez, una historia de amistad entre un hombre y su burro que todos amaríamos si no la relacionáramos con las imágenes olfativas y visuales que nos hacía rastrear la maestra en el texto, con la incomodidad del cuello almidonado y con la espera de que tocara el timbre del recreo para liberarnos del tedio de la imposición.
Sobre la amistad entre seres de diferentes especies la escritora estadounidense Sigrid Nunez un libro conmovedor que nadie debería dejar de leer, El amigo.
La protagonista de este libro es una escritora neoyorkina que hereda un amor de otro amor. Es decir, el hombre que amaba, también escritor, muere y ella debe hacerse cargo de un enorme gran danés que debe ubicar en su diminuto departamento de la Gran Manzana donde, además, están prohibidos los animales.
El libro de Nunez cuyo éxito lo catapultó al cine es una reflexión sobre la amistad, la muerte, la ausencia, la soledad y el dolor. “Sus grandes ojos castaños –dice en un momento la protagonista-son impresionantemente humanos; me recuerdan a los tuyos. Tener aquí a tu perro es como tener una parte de ti.”
Creo que todos descubriríamos a un gran amigo en un perro, en un gato y en muchos otros animales, si les diéramos y nos diéramos el tiempo necesario. Hacerse amigo lleva tiempo del mismo modo que desarrollar una amistad.
Amistad: amigos y más amigos
La literatura universal está llena de ejemplos de amigos que no siempre se definen como tales. A través de la historia el Quijote y Sancho Panza han sido considerados como ejemplos de caracteres contrapuestos cuando, a pesar de las diferencias, Sancho fue el mejor amigo de Don Quijote, el que lo que lo acompañó en sus febriles sueños justicieros, el que creyó palabra por palabra en los mundos que Don Quijote le planteaba.
Podría decirse entonces que la primera novela moderna en español trata sobre la amistad. Porque si don Quijote enloqueció leyendo libros de caballería, Sancho compartió con él su locura que llevó a ambos a salir a los caminos en busca de aventuras como los dos amigos entrañables que eran.
Existe una larguísima lista de libros sobre la amistad y los amigos ya sea de la misma especie o de especies distintas que encabeza El principito de Antoine de Saint-Exupery. De esa lista participan también El Club de los poetas muertos de N.H. Kleinbaum, Cometas en el cielo de Khaled Hosseini, El último encuentro de Sándor Marai, Emma, de Jane Austen y muchos otros que sería casi imposible enumerar.
Un conjunto de libros sobre la amistad y las amigas que nadie debería perderse es la tetralogía de la escritora italiana Elena Ferrante Dos amigas compuesta por La amiga estupenda, Un mal nombre, Las deudas del cuerpo y La niña perdida.
También los libros son buenos amigos cuyo recuerdo, muchas veces, nos acompaña toda la vida.
