El dato, advertido por Roberto Parrotino en la previa de la final, es sorpresivo: «Si en la primera edición de la Copa de la Liga, en 2020, Boca le ganó la final por penales a Banfield (1-1, 5-3), en las cuatro siguientes -incluyendo la actual y siempre ya con playoffs desde cuartos- hubo 15 definiciones por penales en 27 partidos (55%). Vélez y Estudiantes, de hecho, se metieron en la final a través de los penales. Matías Mansilla fue el arquero-héroe de Estudiantes ante Boca. Y Tomás Marchiori, el de Vélez, ante Argentinos».

Con Estudiantes flamante campeón de la edición 2024 tras vencer 4-3 a Vélez en los penales, luego del 1-1 de los 120 minutos -y con Mansilla más héroe que nunca, con tres penales atajados, contra los dos de Marchiori, también de gran actuación-, la tendencia se agrandó: hicieron falta 16 definiciones por penales en 28 cruces de cuartos de final, semifinales y finales, es decir el 57%.

Se trata de una síntesis de la paridad general y acaso, también, de la ausencia de otra forma para desempatar, por ejemplo a favor del equipo que sumó más puntos en las 14 fechas iniciales.

La Copa de la Liga, nacida en 2020 para tratar de encastrar dos torneos en el año con los 28 participantes en Primera División, comenzó con un sistema diferente al actual -más difícil de seguir, de hecho-. Divididos en seis zonas de cuatro equipos, los dos primeros de cada una de ellas pasaban a la fase campeón, instancia en la que los 12 clasificados volvían a separarse, esta vez en dos grupos de seis clubes: los dos primeros, al fin, jugaban la final en el primer y último partido a eliminación directa. Allí, Boca, quedó dicho, le ganó a Banfield por penales.

La Copa de los Penales

Ya al año siguiente, en 2021, comenzó el sistema actual: dos zonas de 14 equipos con cuatro clasificados por cada lado. De entrada quedó claro lo que vendría: los primeros cuartos de final se definieron por penales, Boca contra River, Racing ante Vélez, Independiente ante Estudiantes y Colón -dirigido por Eduardo Domínguez, también campeón hoy- frente a Talleres.

En las semifinales, Colón venció 2-0 a Independiente y Racing volvió a recurrir a los penales para eliminar a Boca, aunque el resultado de mayor amplitud se dio en la final, cuando el equipo santafesino goleó 3-0 en los 90 minutos y ganó su primer título oficial.

En 2022, el porcentaje de penales bajó: sólo se definieron por ese tipo de desempate dos de los siete partidos, Argentinos-Estudiantes en cuartos y Tigre-Argentinos en semifinales, antes de que otra goleada definiera la final, el 3-0 de Boca ante Tigre.

En 2023, fue al revés: sólo dos de los siete partidos se resolvieron en los 90 minutos, el 2-1 agónico de River ante Belgrano en los cuartos de final y el 1-0 de Central ante Platense en la final, por lo que al equipo rosarino le bastaron dos triunfos por penales -ante Racing en cuartos y River en semis- y uno en los 90 minutos para ser campeón.

Algo similar ocurrió con este Estudiantes, vencedor por penales de Vélez en la final y de Boca en la semi, y ganador en los 90 minutos ante Barracas, un claro 3-0 en los cuartos. La definición de la Copa de la Liga, queda claro, es un torneo en el que los partidos importan tanto como los penales y que necesita arquero-héroes para llegar al título: desde hoy, Matías Mansilla es para Estudiantes lo que Fatura Broun fue para Central el año pasado. Se llama Copa de la Liga pero también se parece bastante a una Copa de los Penales.