Los sobornos pagados por la multinacional alemana Siemens, la causa Odebrecht –que atraviesa a varios países latinoamericanos- y el FIFA Gate aparecieron en la primera jornada del juicio por los Panamá Papers que se realiza en ese país centroamericano. 

El caso, revelado a través del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (que en la Argentina lo publicó justo después de que asumiera como presidente Mauricio Macri, uno de los que aparece mencionado en esa documentación) tiene una treintena de imputados y cuatro evadieron el juicio. Al menos uno de ellos está sospechado de haber participado en el capítulo argentino de los “papeles de Panamá”. 

Macri en los Panamá Papers

La acusación inicial abarcaba a 43 imputados. La fiscalía pidió el sobreseimiento de 11 antes del inicio del juicio pero hay cuatro que están prófugos. «Son personas que no residen en Panamá, extranjeras, que el Ministerio Público considera que han cometido el delito precedente, tanto soborno internacional en Alemania, como estafa calificada en Argentina”, explicó la fiscal Isis Soto.

El ex presidente Macri no está entre los imputados. Su caso ya fue analizado en la Argentina y Comodoro Py decidió que no había nada ilegal en su conducta. La Cámara Federal, en un fallo firmado por los jueces Eduardo Farah y Martín Irurzun, cerró la ¿investigación? en 2017 y aunque mandaron partes del expediente al fuero penal ordinario y al penal económico, todo terminó naufragando. 

Macri aparecía en el directorio de dos firmas/sellos de goma: Fleg Trading (con sede en Bahamas) y Kagemusha (en Panamá). El ex presidente se despegó de ese rol y responsabilizó a su padre, Franco, quien murió un año y medio después.

Ciudad de Panamá, donde se lleva adelante el juicio por los Panamá Papers.
Foto: Luis Acosta / AFP

Siemens

Entre los casos enumerados por el tribunal panameño aparecen Siemens AG, que –según publicó la prensa panameña- “sacó millones de dólares de la compañía y los movió a cajas negras que, a su vez, transfirieron estos fondos a través de sociedades creadas por Mossack & Fonseca”.

“Se mencionó la existencia de una caja negra en Panamá desde 1976. Era administrada por los representantes de LG Colombia y LG Argentina. La misma estaba fuera del balance general de la empresa Siemens AG, lo cual era un secreto; por ello, sus estados bancarios eran destruidos regularmente”, publicó el diario La Prensa.

Siemens tiene todavía abierta en la Justicia argentina la causa por las coimas pagadas (y reconocidas por la empresa) para la renovación de los DNI durante el gobierno de Carlos Menem. En esos enjuagues apareció la empresa Itron, que pertenecía a las empresas de los Macri, estaba a punto de ganar la licitación pero desistió y despejó el camino para la alemana. Siemens, finalmente, terminó comprando Itron en una operación rocambolesca.

En la lectura de la acusación por los Panamá Papers, Siemens aparece vinculada con una “caja negra” que “era alimentada de contratos ficticios, o contratos de consultorías”. Su propósito, según la acusación, “era ocultar las vías de pago de las ‘comisiones especiales’ como sobornos a solicitud de los colaboradores de Siemens AG”. 

Foto: AFP

Odebrecht y el FIFA Gate

La prensa local publicó, citando la lectura de la acusación, que “la firma de abogados constituyó sociedades que facilitaron el pago de sobornos de múltiples empresas entre ellas Odebrecht. También se constituyeron en un vehículo para consolidar los sobornos en el llamado caso FIFA Gate”.

En la Argentina hay varios expedientes sobre presunta corrupción que vinculan a Odebrecht. El principal (y menos desarrollado judicialmente) es el soterramiento del Ferrocarril Sarmiento. El proyecto debía tener financiamiento privado, pero durante el gobierno de Macri eso pasó a las cuentas del Estado. Uno de los adjudicatarios era una unión transitoria de empresas (UTE) que integraba Ángelo Calcaterra, el primo del ex presidente. La obra nunca se hizo.

El FIFA Gate se destapó en Estados Unidos y el capítulo argentino básicamente consiste en el presunto pago de sobornos por los derechos de televisión de partidos del seleccionado argentino. Alejandro Burzaco, hermano del ex viceministro de Seguridad de Patricia Bullrich durante el gobierno de Macri, permanece como “arrepentido” en Nueva York a la espera de una definición judicial. 

La jueza segunda liquidadora de causas penales Baloisa Marquínez abrió el debate imputándoles a todos los acusados el delito macro de “blanqueo de capitales”. 

Todos se declararon inocentes, incluyendo uno de los principales apuntados, el abogado Jürgen Mossack, titular del estudio Mossack – Fonseca, por el que pasó la creación de unas 250 mil sociedades por las que pasaron dineros no declarados por evasión tributaria o directamente provenientes de delitos. “Si hay justicia de verdad salimos bien librados de esta”, dijo al llegar al edificio judicial.

El otro socio del estudio, Ramón Fonseca Mora, no estuvo en la sala de juicio. Su abogada Dayka Indira Levy, presentó un certificado médico fechado el 7 de abril que acredita que está internado en el Hospital Medica Norte, de la localidad panameña de Santiago, provincia de Veraguas. 

Como ocurre en la Argentina, la primera jornada se esfumó con la lectura de la acusación. Voluminosa, por cierto, puesto que la causa tiene 528 cuerpos

La fiscal de juicio, Isis Soto, y sus coadyuvantes, Marcos Mosquera, Jairo Pitty y Jennifer Escribano, prevén pedir condenas de hasta 12 años de cárcel para los imputados. La lista la integran Jürguen Mossack , Ramón Fonseca Mora, Dirk Brauer, Axel Gauster, Ramsés Owens, Rubén Hernández e Hilda Soto

También Edison Teano, Rigoberto Coronado, Ricardo Samaniego, Yadira de Boutaud, Yackeline Pérez, Yenny Martínez, Hercibelle González, Zacgary Lundgren, Sabina de Ramos, Ann Atencio, Egbert Wetherborne, Ernesto González, Eyra Perdomo, Valentín Ureña, Itzel Fuentes, Jelka de Martínez, María González, Reina Chong, María Díaz, Amauri Batista, Sandra Naranjo y Hans Kolsdorf.