El Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) expresó su «profunda preocupación y rechazo a la Sección VI (Derechos de Exportación)» del proyecto de ley «Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos» remitido por el Poder Ejecutivo al Congreso de la Nación este miércoles.

En un comunicado, el CAA aseguró que «este tipo de proyectos con subas de derechos de exportación son contradictorios con la generación de empleo, producción y exportaciones que ha expresado el gobierno».

La entidad, que agrupa a las distintas patronales de la actividad agropecuarias, desde los productores de la Sociedad Rural hasta los grandes exportadores de granos, no se expresó sobre la grave decisión del gobierno nacional que busca tomar la suma del poder público y degradar la democracia al pedir al Congreso que le delegue sus poderes.

«Si bien se comparte la necesidad de alcanzar el equilibrio fiscal, dicho objetivo no sucederá aumentando impuestos a economías regionales agroindustriales y otras cadenas de valor agroindustriales exportadoras como carnes, pesca, complejo industrial de la soja y del trigo, entre otros», destacó el CAA.

El proyecto de ley ómnibus del gobierno nacional ratificó la intención de modificar el esquema de derechos de exportación de determinados complejos exportadores, nuevas disposiciones en lo que respecta a la habilitación de frigoríficos y establecimientos de faena, cambios en el Régimen Federal de Pesca y en Ley de Biocombustibles.

La crítica del CAA apuntó exclusivamente a la Sección VI del Capítulo 5 (Medidas fiscales) del Título 3 (Reorganización económica) del proyecto de ley denominado “Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos», que fue presentado ante la Cámara de Diputados este miércoles para su tratamiento en las sesiones extraordinarias convocadas por el Poder Ejecutivo.

El texto establece una alícuota del 15% para las exportaciones de productos que en la actualidad no tributan o son alcanzados con tasas menores a la que se intenta aplicar con esta reforma, como sucede con el trigo y el maíz, cuyas exportaciones están gravadas en la actualidad con un 12%, o la carne vacuna, con un 9%.

Fuera de este incremento quedaron los complejos olivícola, arrocero, cueros bovinos, lácteo, frutícola, hortícola, porotos, lentejas, arveja, papa, ajo, garbanzos, miel, azúcar, yerba mate, té, los equinos y la lana, mientras que la alícuota para la cadena vitivinícola, el aceite y la esencia de limón pasará a ser del 8%.

Esta «excepción» fue consensuada entre el Ministerio de Economía, la Secretaría de Bioeconomía (ex Agricultura) y las entidades agropecuarias y agroindustriales, ya que la intención inicial del gobierno era aumentar todos los derechos de exportación al 15%.

El proyecto iguala en el 33% las retenciones a las exportaciones de soja y subproductos.

Asimismo, el proyecto de ley propone un incremento en dos puntos porcentuales a las exportaciones de harina y aceite de soja, hasta el 33%, equiparándolo con el poroto. De esta forma, se eliminaría el diferencial entre el producto industrializado y la materia prima exportada sin procesar.

Por otro lado, «en el marco de la emergencia y considerando las facultades acordadas al Poder Ejecutivo Nacional mediante los artículos 755 y concordantes de la Ley N° 22.415 (Código Aduanero) y sus modificatorias», la propuesta oficial apunta a delegar en el Poder Ejecutivo la facultad tanto para llevar estas retenciones a 0% como así también aumentarlas en aquellos productos que no hayan sido alcanzados por las modificaciones, durante los próximos cuatro años.