El presidente que fue producto del balotaje de noviembre volverá a encontrarse frente a frente con el Congreso definido por la primera vuelta de octubre pasado. Será este domingo, a partir de las 21, con Javier Milei en el estrado principal de la Cámara de Diputados, parado en un banquito y calzado con la banda presidencial, para explicar el proyecto de Presupuesto 2025 que deberá aprobar el Poder Legislativo antes de fin de año. Esta vez no hay posibilidades de prórroga y por eso será la primera vez que Milei presenta un plan de cuentas nacionales al Congreso, ya que gobierna desde el 10 de diciembre con el presupuesto que aprobaron las dos cámaras en 2023 para el último año de mandato de Alberto Fernández.
La puesta en escena será inédita. Nunca un presidente decidió reunir un domingo a los diputados y senadores para presentarles un presupuesto y menos cuando se trata de una presentación inaugural, luego de un drástico ajuste fiscal aplicado sobre un plan de cuentas aprobado en 2022 que este año se licuó por la alta inflación y le permitió una discrecionalidad tan inédita como el acto de esta noche. Desde el viernes la Cámara Baja vive el clima de preparativos que sólo se experimentan en la previa de las asambleas legislativas que se reúnen para el recambio presidencial que se realiza un 10 de diciembre cada cuatro años o la apertura anual del período de sesiones ordinarias del Congreso del 1 de marzo. Sin embargo, este domingo no habrá ni una asamblea legislativa ni tampoco una reunión de la Comisión de Presupuesto de Diputados, la primera instancia de tratamiento del presupuesto que debe ingresar el 15 de septiembre de cada año.
La fecha cierra el proceso de preparación y planficación del texto que se redacta en el Palacio de Hacienda y desemboca en la presentación de un extenso documento. Luego del ingreso formal empieza el análisis de su contenido y la Comisión de Presupuesto arranca con su tratamiento, habitualmente por reuniones informativas donde los ministros del Ejecutivo y distintos funcionarios explican los detalles de la propuesta y responden las preguntas de los diputados y las diputadas. No será el caso de este domingo porque el presidente eligió volver al Congreso, pero a partir de una exposición a sus miembros que no tendrá espacio para consultas. Será un mensaje leído que transmitirá la cadena nacional. Cuando concluya terminará el evento inusual. Incluirá la presencia de todo el Gabinete Nacional. Dicen que no es sólo protocolo sino la promesa implícita de que asistirán a brindar las explicaciones que le requieran los integrantes de la Comisión de Presupuesto, presidida por José Luis Espert a pedido de Milei.
La invitación fue enviada el jueves a todos los diputados por el secretario parlamentario Adrián Pagán. Las que fueron remitidas a los demás invitados fue girada por la Presidencia. Así le llegó a los 72 integrantes del Senado y a la vicepresidenta Victoria Villarruel, que ya confirmó su asistencia. Milei estará flanqueado por Espert y por Ezequiel Atauche, titular de la Comisión de Presupuesto del Senado. En esa foto se juega otro gesto, porque el Ejecutivo buscará esta vez que la negociación sea en espejo, es decir, combinada entre las dos cámaras para reducir los riesgos de una modificación en el Senado que devuelva el texto a Diputados. De todos modos, esa foto también genera dudas en el oficialismo.
Espert buscará afrontar la obra gruesa de una dura negociación en comisión, donde se expresarán los conflictos más agudos, desde los jubilatorios hasta los educativos. Para el año que viene podría ser candidato, pero ahora deberá defender los mantras que posiblemente diga Milei esta noche: desde el déficit cero innegociable hasta las definiciones del programa monetario para el año próximo que le exige la Ley de Administración Financiera. Si prospera esa primera etapa, después será el turno del Senado. La Comisión la preside el oficialista Atauche, que también conduce el bloque de LLA, pero hay dudas sobre su capacidad para llevar adelante la pulseada que vendrá.
Los que anduvieron por el Ministerio de Economía dicen que también se vive un clima de primera vez porque hasta ahora esos detalles de la gestión Milei no han sido materia de análisis o debate en el Congreso. Cuando llegue el momento de la discusión dura, los enviados del gobierno tendrán que contestar preguntas y, por sobre todo, ordenar a sus interlocutores para no perder credibilidad en la negociación. Ya la perdieron en los momentos más dramáticos de enero y mayo, durante el tratamiento de la Ley Bases y del Paquete Fiscal, luego de un accidentado intento en febrero y el repechaje posterior. Los negociadores iniciales se superpusieron. Llegaron sin poder de maniobra, algunos con mala información y después se desautorizaron entre sí hasta que se disciplinaron debajo del estratega presidencial Santiago Caputo. Todo ante la perplejidad de los diputados y senadores de la oposición dadora de cuórum y votos para las dos primeras leyes de la gestión Milei.
La apuesta de este domingo será un examen simbólico. Los 33 senadores de Unión por la Patria no asistirán y el aporte del Senado podría ser menos de la mitad de los 72. En Diputados, el bloque de UP sólo aportará a los integrantes de la Comisión de Presupuesto, mientras que habrá presencias y ausencias de los demás espacios, especialmente del radicalismo, jaqueado por una feroz interna. Encuentro Federal podría aportar solamente a Miguel Pichetto.
La asistencia perfecta del Gabinete es parte de la tregua que Milei impuso entre algunos de sus miembros. El elenco ministerial afrontó absorto y en silencio la crisis entre el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el consultor Caputo, que incluyó, en el medio, la internación del ministro coordinador por problemas de salud. Es sólo un vértice de la tirantez que fragiliza el poder de negociación del oficialismo para este momento crucial que se avecina con la discusión presupuestaria. También gravitan las dudas sobre la solidez del vínculo entre Milei y Villarruel, que habrían pactado otra tregua para cerrar filas antes de los embates legislativos que afrontaron este jueves y viernes en el Senado con la sanción de la Ley de Financiamiento Universitario y la anulación del DNU 656/24, que había ampliado en 100.000 millones de pesos los fondos reservados de la SIDE. Es la primera vez que un decreto presidencial es anulado por las dos cámaras del Congreso desde la reforma constitucional de 1994 y su aplicación, sancionada en 2006 con la Ley 26122.
Así llegará Milei este domingo a protagonizar su discurso, entrampado por las tensiones que tiene con el Congreso, a partir de las disputas presupuestarias por el drástico ajuste que aplica desde que asumió. Vetará la Ley de Financiamiento Universitario y abrirá una segunda pulseada con el Legislativo, envalentonado por el resultado de la sesión del miércoles en Diputados, donde la oposición no pudo insistir con la ley de movilidad jubilatoria que Milei vetó.
Fue luego de su tardía aparición al frente de las negociaciones con un PRO dividido porque una parte le votó en contra del DNU de los fondos reservados a pedido del expresidente Mauricio Macri. Milei también capitalizó la maniobra que impulsó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su par de Defensa, Luis Petri, para llevar a cinco diputados radicales a la Casa Rosada para luego bancar el decreto, negarse a rechazarlo, y votar todo lo contrario a la voluntad que registraron el 5 de junio, cuando todo el radicalismo impulsó la nueva movilidad jubilatoria. Al día siguiente Milei los llamó «degenerados fiscales». El martes los trató bien y luego de conseguir el bloqueo de los dos tercios necesarios para insistir con la ley, y poner el veto en crisis, el presidente felicitó a los 87 que pusieron su voto. Los consideró «héroes» por dejar las jubilaciones 300 pesos por encima de la línea de pobreza y darle un tiro de gracia a un debate previsional que no podrá darse hasta el año que viene por el resultado de la votación. Los verá este domingo de nuevo, pero el martes los espera en la residencia de Olivos para un asado.
Milei buscará jactarse de hacer trabajar a sus interlocutores un domingo y que lo escuchen de cuerpo presente, como protagonista de una transmisión en el prime time. El trance real del presupuesto 2025 comenzará cuando se active la comisión y ya encierra varios debates irresueltos que impactan directamente en todas las provincias y sus gobernadores, quienes tendrán un rol determinante en la negociación que se viene. Desde la anulación de los subsidios para el transporte público del interior hasta el conflicto irresuelto por las 13 cajas jubilatorias provinciales que no fueron transferidas a la Nación y que no reciben fondos de la Anses desde diciembre. El veto universitario, de alcance federal, anticipa otro conflicto que podría ser más contundente que las masivas marchas de fines de abril y la tensión con los estatales sin aumento salarial preanuncia un alto nivel de conflictividad. Es el backstage de la escena de esta noche, que no se verá por televisión. «