La biblioteca de Babel; un museo de Tlön un territorio imaginario que amenaza con desplazar al real; el tema del traidor y el héroe…la muestra «Ficciones» recorre algunos de los cuentos del libro que transformó al autor en un escritor universal.

Esta muestra es una invitación a recorrer una parte significativa del universo borgeano en el orden que el espectador prefiera. Tal como lo dice Ezequiel Grimson, director del Centro Cultural Borges, es una convocatoria a “repensar algunos de los tópicos del autor de Ficciones que constituyen la esencia de muchos de los grandes debates acerca del arte, las tecnologías y las culturas contemporáneas: la biblioteca infinita; los sistemas de clasificación; el catálogo imaginario; la lectura fragmentaria; lo ficticio que ocupa el lugar de lo real; el hombre que sueña ser soñado; el anacronismo como virtud; los laberintos; el pensar como la capacidad de abstraer y de olvidar diferencias”.

En esta nota, Grimson cuenta en qué consiste esta muestra particular cuya producción, realización, montaje y curaduría estuvo a cargo del Centro Cultural que él dirige.

Ezequiel Grimson
Foto: Prensa Centro Cultural Borges

-¿En qué consiste la muestra “Ficciones” que se inaugura mañana, 13 de julio, en el Centro Cultural Borges?

-Cuando reabrimos el Centro Cultural Borges como parte del Ministerio de Cultura planteamos en el Pabellón1 un espacio dedicado a una exposición sobre la obra de Borges que en su momento llamamos “Confabulaciones” y que se centraba en los años 1923-1944, años del Borges poeta que vuelve a Buenos Aires hasta la la aparición de Ficciones. Fue una muestra que disfrutamos mucho y que hicimos en un espacio muy complejo porque ese Pabellón 1 no es una sala clásica de exposiciones, sino un espacio de mucha circulación porque es el paso para ir al resto de los pabellones, el foyer de la Sala Piazzolla ý de la Sala Alberto Williams. Es lo opuesto al tradicional cubo blanco porque por ella circula gente de forma permanente  que no necesariamente va a ver la muestra que se expone allí. La cuestión era cómo interpelar al público de una manera contundente respecto de la obra de Borges. A partir de esto, surgió la idea de que en el Centro haya permanentemente, más allá de la exposición del momento, una biblioteca. Esta biblioteca funciona muy bien, hay muchísimos lectores tanto fijos como periódicos o que vienen una única vez. En ese mismo espacio donde estuvo “Confabulaciones”, con toda la complejidad a la que me referí antes, ahora presentamos “Ficciones” que tiene que ver con la obra que consagra a Borges como un autor universal y por la que se lo traduce a tantas lenguas. Lo que hicimos fue tomar algunos cuentos de Ficciones como si fueran situaciones concretas.

Foto: Prensa Centro Cultural Borges / Guido Limardo

-¿Podrías dar un ejemplo?

-Sí. A la biblioteca la transformamos en “La Biblioteca de Babel” que es uno de los grandes cuentos de Ficciones.

-¿De qué modo lo concretaron?

Hicimos un ejemplar infinito de Ficciones que ubicamos en un anaquel central  de esa biblioteca. Esa obra fue realizada por los montajistas del Borges que son, además, artistas, bajo la conducción de Yaya Firpo que en su momento fue asistente de León Ferrari. Ese ejemplar de Ficciones  se replica al infinito en unos espejos hexagonales en los que se refleja. Es una suerte de reflexión conceptual sobre el cuento.

– Y también hay representados otros cuentos de Ficciones, ¿no es así?

-Sí, por ejemplo, “Tema del traidor y del héroe”. Aquí se pueden ver reproducciones del manuscrito de este cuento, el proceso compositivo de Borges tan característico en él que es mandar una primera versión a publicar en la revista Sur y luego trabajarla como si fuera una prueba de galera, corregirla y luego editar su versión final. Pero en este cuento hay una particularidad y es que no solo lo corrige como muchos de los otros que publica en Sur, sino que le agrega dos párrafos con un nuevo final que luego saldrá editado en sus obras completas. Ese ejemplar con el nuevo manuscrito lo encontramos en 2013 junto a Laura Rosato y Germán Álvarez en los anaqueles de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional.  

Foto: Prensa Centro Cultural Borges / Guido Limardo

-Qué hallazgo increíble.

-Sí, fue como un juego preparado por el propio Borges o un hecho fortuito, como lo quieras pensar.  Como el personaje de “El libro de arena”, Borges deja este ejemplar de Sur con el texto manuscrito en el subsuelo de la vieja biblioteca de la calle México y cuando los libros se trasladan a la actual sede de la Biblioteca Nacional de la calle Agüero fue encontrado por los investigadores de la Biblioteca Laura Rosato y Gemán Álvarez.

-Volvamos al “Tema del traidor y del héroe”.

-Sí, lo importante no sólo es ver los procesos de escritura, sino que, además, dialoga con distintas obras a las que inspira. Hay un capítulo que resulta muy atractivo para la gente que nos visita en el Borges que pertenece a los Simpson y que se llama “Lisa la iconoclasta”. Este capítulo reversiona “Tema del traidor y del héroe” en Springfield. También lo toma Bertolucci en La estrategia de la araña, por lo que también mostramos el afiche de la película. Además, lo toma Hugo Prat en El corto maltés  cuando escribe el capítulo “Concierto en Do Menor para Arpa y Nitroglicerina”. Es el tema del héroe revolucionario que se convierte en traidor, cuyos compañeros deciden encubrirlo para que la revolución triunfe.

-¿Qué otros cuentos de Ficciones toman?

-“Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”, uno de los cuentos más fantásticos de “Ficciones” y de su obra en general. Armamos un pequeño museo de Tlön. En el cuento de Borges, va ocupando el lugar de la realidad. Hay distintos elementos que van apareciendo en ese cuento como una brújula, unas monedas particulares, la falsa enciclopedia en la que aparece la primera cita en la que Borges y Bioy leen  en una casa de Adrogué y  que reproducimos. Plantamos una especie de gran cronología del desarrollo de Tlön.

-Es una hermosa idea.

-Sí y creo que “Ficciones” no es una muestra que nos exija una visita completa o total. De hecho está pensada para que el visitante del Borges se pueda acercar, quizá, al “Tema del traidor y del héroe” o a “Tlön” y en otra visita, tal vez pueda acercarse a la Biblioteca. También  hay dos momentos dedicados a “El Sur” que tienen que ver con el propio cuento y con algo que Borges narra en su autobiografía, un accidente que tuvo en unas escaleras a partir del cual pasa a estar internado, tiene una septicemia y teme por su vida. Esto fue un hecho real. Luego, en los hechos autobiográficos, él plantea que decide escribir Ficciones. Hasta el momento había escrito poesía  y ensayos y Ficciones es algo completamente nuevo. Allí está el cuento “Pierre Menard, autor del Quijote” que es algo imposible de comprender en ese momento. En el cuento “El Sur”, que el propio Borges dice que es uno de sus favoritos,  el personaje también tuvo un accidente, está internado y, cuando sale decide irse al campo donde a partir de un hecho muy trivial decide salir a pelear a cuchillo en el medio de la pampa. Allí se plantean las dos grandes tradiciones de Borges y de buena parte de la literatura argentina: la tensión permanente entre civilización y barbarie. Estos son algunos de los temas que toma la muestra “Ficciones” como un modo de recorrer la obra borgeana.

Foto: Prensa Centro Cultural Borges / Guido Limardo

“Ficciones” se inaugura el jueves 13 de julio a las 18 con producción, realización, montaje y curaduría del Centro Cultural Borges. Podrá visitarse hasta el mes de marzo del año próximo en el Pabellón 1 del 2º piso de ese Centro, Viamonte 525, CABA, de miércoles a domingo de 14 a 20 con entrada libre y gratuita. Paralelamente, el Borges inaugura otras muestras: el 13 de julio Diapausa”, obras en colaboración interespecies  (2016-2019) de Virginia Buitrón; “Tutti per Tutti (Ópera Bufa)” de Carlos Masoch y “Energía transformadora: Transitar las fronteras entre artesanías, género y territorio”, una producción conjunta del Palais de Glace y MATRIA.