Tal como lo informara ayer, 1º de junio, Tiempo Argentino, la poeta, editora  y docente Gabriela Franco fue la ganadora de la segunda edición del Premio Storni de poesía destinada a libros inéditos. Ella obtuvo el galardón por “Por las ramas”, que compitió con 1500 trabajos que llegaron de distintos puntos del país.

Es autora de los libros de poesía «Calle», «Piedras preciosas», «Los que van a morir», «Modos de ir» y «En orden de aparición», un libro conmovedor al que se refirió en Tiempo en el momento de su publicación en 2019.

Junto con Eduardo Mileo y Javier Cófreces compiló, entre otros trabajos, Última poesía argentina (2008) y Primeras poetas argentinas (2009), por Ediciones en Danza. Junto a Sergio Olguín realizó la selección de cuentos Perón Vuelve, publicada por Tusquets en la colección Andanzas.

El jurado del Premio Storni estuvo integrado por Susana Villalba, Mario Ortiz y Elena Anníbali.

“El Premio Storni es para obra inédita –aclara – y Por las ramas es un trabajo que no le había mostrado a nadie, que no había tenido ningún lector excepto  Eduardo (se refiere a Eduardo Mileo, su pareja, también poeta y editor de Ediciones en Danza, una editorial dedicada a la poesía).  Es difícil definirlo, pero creo que es un libro que, sobre todo, habla de la poesía y trabaja con el lenguaje.”

Cuando se le pregunta en qué consiste la diferencia que marca con sus libros anteriores, responde: “Apareció en un tono diferente, que pude seguir visitando desde el momento en que apareció. Creo que tiene que ver con el diálogo como forma, con la observación de lo que ocurre en el diálogo cuando conversamos y también con esa conversación interna que queda en nosotras luego, ya sea después de una charla o después de una lectura. Tiene que ver con cómo va creciendo esa otra enredadera que muchas veces tiene caminos inesperados y algo de eso –creo- utilicé como motor de búsqueda, como principio constructivo, creativo en los poemas.”

Y agrega: “Son 50 poemas numerados, todos con un tono que me parece que es muy parejo, en los que trabajé con algunas restricciones que motorizaban el hallazgo de algo que no tenía previsto antes de sentarme a escribir.”

Respecto de esas restricciones autoimpuestas y que resultaron fructíferas dice: “Por ejemplo, a pesar de que está presente la idea de diálogo, no aparecen ni la primera ni la segunda persona. Podríamos decir que es más bien un diálogo de ideas, de eso que queda resonando. Por eso no hay algo personal. Tal vez sea también otra restricción cierta brevedad  porque, cada poema es una respiración o una misma tensión que no podría extenderse mucho más porque, justamente, está contenido en esa tensión que intenta mantener en un estado festivo del lenguaje de búsqueda y de hallazgo y que evita lo que diría naturalmente o lo que me aparece como primera figura. Es decir que trato de buscar en el mismo lenguaje otra posibilidad. Me permito volver a decir algo o a encontrar una nueva manera de decir que no había pensado previamente.”

En todo momento, según se deduce de sus palabras, trabajó siempre con la conciencia de estar haciendo un libro, algo con una unidad y no una colección de poemas reunidos. Franco lo confirma: “Exacto –dice- . No es que estuviera la idea previa, pero en el momento en que apareció ese tono, lo sentí como un hallazgo, algo donde podía volver cada vez que me sentaba a escribir. Me era posible volver a ese tono. Por lo tanto, desde el principio, los poemas aparecieron numerados como una serie. Vinculo mucho también  ese hallazgo con la obra de Irene Gruss. Justamente, en el momento en que escribía estos poemas estábamos preparando la edición de su poesía completa junto con Eduardo. Creo que algo de esa tensión que hay en los poemas de Irene, de esa búsqueda constante, ese estado de alerta que tiene Irene para no caer nunca en un lugar común me dio pie para encontrar esta forma que no necesariamente, creo, es parecida a la forma de Irene que, por supuesto, la de ella es mucho mejor. Sí siento que apareció algo que es como un eco.”

Si bien el premio tiene una remuneración en dinero, no implica la publicación de la obra. “Cuando gané el premio –dice Franco- aún no había pensado en la publicación, pero ahora comienzo a pensarlo. Me gustaría que el libro saliera tal vez en la segunda parte de año. Pero todavía no avancé mucho sobre esa idea porque todo es muy reciente.” Y aclara: “Si el sello está de acuerdo, posiblemente lo publicaré en Ediciones en Danza.”

Franco , sin duda, ha logrado convertirse en una  las grandes voces de la poesía argentina hablando siempre desde el modesto lugar del susurro, de lo íntimo, de lo sutil.