El mar nunca se acaba
Liliana Villanueva
¿Es cierto que con las nuevas tecnologías el mundo se achicó? Sin proponérselo, Villanueva parece contestar negativamente a esta pregunta a través de su último libro, una suerte de bitácora que demuestra que aunque las distancias se hayan acortado, lo que termina de construir un espacio es la mirada. Irán, Armenia, Montevideo, Varsovia… vistas por sus ojos son muy distintas de un folleto turístico. La mirada es una forma de creación. (Fruto de Dragón).

Maldición eterna a quien lea estas páginas
Manuel Puig
Puig nunca deja de sorprender por lo que la reedición de su obra es una buena oportunidad para releerlo o leerlo por primera vez. Escrita en 1980, en ella confirma una vez más la calidad de su escritura. Nueva York, como escenario: sus personajes son un viejo activista político en silla de ruedas y un joven estadounidense que lo cuida, Larry y el diálogo que se establece ellos, una especie discursiva en la que el autor es un verdadero maestro. (Seix Barral).(Ampersand)

El truco de los espejos
Agatha Christie
Un título clásico de una maestra de la intriga y el suspenso. En esta novela nuevamente Miss Marple, la anciana inglesa creada por la escritora y que irrumpe en sus novelas por primera vez en 1927, sale al ruedo para desentrañar un crimen. Y lo hace con su propio estilo, es decir, descartando los indicios más obvios para mirar más allá de lo evidente y descubrir quién fue el asesino. Una de sus tramas más elaboradas. (Booket).

Los rieles
Aurora Venturini
Escrita a los 90 años en medio de las desastrosas consecuencias de una operación de cadera, Los rieles es la última novela de Venturini que publicó en vida. “Ya en el límite de todas las edades”, como lo dice la propia autora, se mete en ese infierno que son los malos del cuerpo y repasa su vida. Venturini tiene una escritura implacable, sin concesiones, irreverente, rabiosamente vital que hace del lenguaje un verdadero estallido. (Tusquets).