Abuelas y madres

La mayor resistencia a la dictadura cívico-militar argentina que asoló al país durante los años 1976-83 vino de parte de los distintos organismos de derechos humanos como el Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ), creado en 1974 y cuyo dirigente Adolfo Pérez Esquivel estuvo detenido-desaparecido y luego recibió el Premio Nobel de la Paz en 1980 por su compromiso y denuncia contra el terrorismo de Estado; la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, creada en 1937; la Asamblea Permanente por los DD HH formada en 1975, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas creada en 1976 y el Centro de Estudios Legales y Sociales.

También destacar la organización que aglutinó a distintas mujeres cuyos hijos e hijas habían sido secuestrados y se encontraban desaparecidos: las Madres de Plaza de Mayo. Estas valientes mujeres un 30 de abril de 1977 empezaron a caminar por la histórica Plaza de Mayo de Buenos Aires –sin abandonarla hasta el día de hoy– reclamando desesperadamente por el paradero de sus hijos ante el silencio a sus reclamos por parte de ministerios, cuarteles, comisarías, iglesias y otros lugares donde buscaban alguna respuesta. (…) A pesar de estos sucesos, las Madres continuaron la lucha hasta ser reconocidas por su labor durante la apertura del Mundial 1978 que se realizó en la Argentina, cuando periodistas internacionales como los de la televisión holandesa empezaron a entrevistarlas y dieron a conocer su movimiento en todo el mundo.

Otro organismo importante que nació el 21 de noviembre de 1977 fue las Abuelas de Plaza de Mayo cuya finalidad es la de encontrar y restituir a sus legítimas familias todos los niños nacidos en cautiverio. Sus primeras presidentas fueron dos figuras destacadas como Alicia Licha Zubasnabar de De la Cuadra y María Isabel Chicha Chorobik de Mariani. Actualmente está presidida por Estela Barnes de Carlotto y han sido nominadas en varias ocasiones al Premio Nobel de la Paz. Hasta agosto de 2021 han recuperado la identidad original de 130 niños robados, hoy mujeres y hombres adultos.

Las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo son el símbolo mundial de resistencia y lucha por los derechos humanos de ayer y de hoy. Siguen aportando pruebas a la justicia para que se juzgue, condene y sean enviados a la cárcel a todos los responsables del terrorismo de Estado durante la última dictadura.  Diego por su rebeldía y lucha por las causas justas mantuvo un fuerte vínculo político y espiritual tanto con Madres como con Abuelas.

Diego y Hebe

Cuando  se encontraron, sus personalidades fuertes y apasionadas se unieron de una manera cálida y de respeto. En algunas oportunidades el Diez  declaraba su amor por la presidenta de las Madres como fue en enero del 2009  dejando un emotivo saludo a través de un audio enviado a su amigo Andrés Calamaro, quien se lo hizo escuchar tras la participación del músico en el programa radial “Mateando con Hebe”: “A Hebe y a vos maestro todo mi apoyo. Todo el apoyo sincero de un peronista, de un hombre que quiere que la gente coma y que la gente sea feliz. Por eso le mando un beso grande a Hebe de Bonafini (…)”. Hebe agradecida respondió:  “Diego es como el Papa Francisco. Está preocupado por lo que pasa en el país. Son esas personas que son indispensables“. Además, agregó: “Nos queremos mucho con Maradona. Pasa algo muy increíble cuando nos vemos. Nos ponemos a hablar y los dos puchereamos, los dos lloramos”

También Hebe recuerda cómo y cuándo conoció a Diego y las oportunidades que compartieron entrevistas y actos políticos:

“A Diego Maradona lo conocí y disfruté como jugador de fútbol. Nuestro acercamiento se fue dando a partir de algunos mensajes públicos de él de cariño y respeto hacia las Madres, y eso nos llenaba de mucha emoción. Nos conocimos personalmente en Mar del Plata, cuando compartimos en noviembre del 2005, junto a los líderes latinoamericanos Néstor Kirchner, Hugo Chávez, Lula, Fidel Castro y otros,  la histórica batalla a EE UU de Bush y pudimos sepultar  al Área de Libre comercio para las Américas (ALCA).

En el 2011, pude hacerle una entrevista en su casa para la revista de las Madres Ni un paso atrás, que fue muy emotiva y él fue muy respetuoso y amoroso. En julio del 2016, Guillermo Moreno, en Radio Del Plata, nos juntó (también estaban Daniel Tognetti y Nora Veira) y hablamos de todo un poco, de nuestro amor a Fidel, Chávez y Cristina y del desastre que comenzaba hacer Macri como presidente de la Nación.”

Hebe rememora los temas de conversación con Diego y remarca la profunda impresión que le causaba que siempre que se hablaba de sus padres Doña Tota y Don Diego, la cara del Diez brillaba como una luna reluciente: “Cada vez que hablaba con Diego, los temas eran de la vida, de las Madres, del amor y la política. Recuerdo sus ojos brillosos cuando hablaba sobre el amor a sus papás, sobre todo de Doña Tota, y repetía algo como si lo hubiera atravesado en la vida, sobre cuando era chiquito y no se daba cuenta de por qué Doña Tota no comía a la noche, solamente un mate cocido.

Otro recuerdo que me contó con mucha emoción fue que cuando su madre estaba por tenerlo en el hospital, estando con la panza y subiendo la escalera, se encontró con una medallita en forma de estrella. Y ese mismo día nacía él. Toda una simbología, Diego y la estrella.” El 5 de septiembre de 2019, Maradona fue confirmado como nuevo entrenador de Gimnasia (…).Para Hebe, reconocida hincha del Lobo, que el mejor jugador de todos los tiempos haya venido a dirigir al club de sus amores,  le hizo sentir un amor especial por Diego y fue una de las fieles seguidoras que se sumaron a las peregrinaciones domingueras para alentar al lobo platense de Maradona. Y es recordado cuando el 2 de noviembre del 2019 en el estadio Juan Carmelo Zerrillo, se encontraron en un sector bajo de la platea del Bosque en un partido contra el clásico rival Estudiantes de La Plata de la Superliga, donde Diego le agradeció su  incondicional apoyo y le regaló una camiseta firmada por él: “A Hebe con amor” 

También Hebe deja un dato de lo que producía el fenómeno Maradona no solo en el plantel de futbolistas y los hinchas, también en las carnicerías platenses: “La alegría que me produjo que Maradona fuera técnico del club de mis amores, Gimnasia Esgrima de La Plata, donde jugó mi marido y toda mi familia es hincha.

Él vino a trabajar a un equipo humilde pero con corazón, a enseñar táctica y estrategia. No vino a crear maradonas porque Diego hay uno solo. Vino a enseñar la pasión y la nobleza por el deporte. También algo para destacar era que cuando jugaba Gimnasia de local, era tanto el fervor que producía Diego, que esos fines de semana, había carnicerías que se quedaban sin chorizos y carne por la gran cantidad de puestos de sándwiches. Era increíble”. También Hebe describe al Diego humano y el Diego como sujeto político: “Quiero con el corazón a Diego. Era sensible, humilde y tenía mucho amor. Nunca se olvidó de los suyos, de su barrio. Estaba comprometido con las causas del pueblo. Era un ser especial”

Después de la triste noticia que Diego pasaba a la inmortalidad, Hebe sentenció:  “ Siempre fue leal a sus principios y se enfrentó a los poderosos. Siento que fue un imprescindible, como Fidel, como Néstor. Pero no se fue, personas como Diego son inmortales”.

Diego y Estela

Diego y Estela siempre sintieron admiración y respeto mutuo aunque solamente pudieron conversar en dos oportunidades. La primera fue en la Cuba de Fidel Castro, un 1º de mayo del 2000, durante los festejos del día de los Trabajadores, donde fueron invitadas las Abuelas de Plaza de Mayo (Estela y Rosa Roinsinblit)  y otras personalidades como el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, Hebe de Bonafini por la Asociación de Madres de Plaza de Mayo y Gladys Marín, Secretaria General del Partido Comunista de Chile, entre otros. Aquel día donde participaron  más de un millón de cubanos en la La Habana y otros miles en distintas provincias de la isla, se celebraba no solamente la reivindicación mundial de los trabajadores,  también era especial por la lucha del pueblo cubano contra el gobierno de los Estados Unidos sobre la liberación del pequeño Elián González, el asunto que simbolizaba la crueldad de la política de Washington de bloqueo y hostilidad hacia Cuba (el 28 de junio, el niño cubano regresó a La Habana junto a su padre siendo una gran victoria diplomática del gobierno cubano)  y la denuncia del voto confeccionado por los EE.UU. contra Cuba en la Comisión de DD HH  de la  ONU.

Estela recuerda aquel  primer encuentro con Maradona: “Pude conversar con Maradona en dos oportunidades. La primera fue en Cuba, invitadas por Fidel Castro el 1º de Mayo para los festejos del día de los trabajadores y apoyar la resolución del conflicto diplomático que tenía la revolución cubana con los EE UU por el justo retorno del niño Elián González a tierras cubanas junto a su padre. Era imponente ver a ese mar de gente, luchando contra la injusticia de los Estados Unidos (de Argentina estaba Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Rosa Roisinblit, vicepresidenta de Abuelas, entre otros referentes). Allí, habló Fidel  a la multitud, luego se sacó los borceguíes y se puso las zapatillas, para poder caminar hasta el Malecón. Durante esa caminata con las columnas, una de las personas me dijo que en una de esas casas estaba viviendo Maradona junto a Guillermo Coppola -su representante en ese entonces- y otos familiares. Cuando pasamos por allí, me acerco y le gritó “Maradona, una Abuela de Plaza de Mayo te saluda”. Y  enseguida vino Diego hacía mí y me saludo afectuosamente. Cambiamos algunas palabras y recuerdo cuando me estaba yendo le dije a Cóppola que lo cuidara mucho.”

El otro momento que compartieron fue cuando Diego estuvo al frente del seleccionado nacional. Durante el Mundial de Sudáfrica del 2010, las Abuelas de Plaza de Mayo viajaron al país africano. La visita de Estela a la selección se dio un 16 de junio y fue un gesto de agradecimiento a Maradona quien venía respaldando públicamente la postulación de Abuelas para el Nobel de la Paz. Antes de viajar a Sudáfrica, en el partido de despedida entre la selección y Canadá, los jugadores argentinos salieron a la cancha con una bandera que decía: “Apoyamos a las Abuelas de Plaza de Mayo para el Premio Nobel de La Paz”. Esa pancarta viajó a Sudáfrica y estuvo colgada en las tribunas del Estadio de Pretoria durante los entrenamientos.El encuentro entre Diego y Estela fue muy particular porque el astro paró un entrenamiento de la selección para recibir a la dirigente de derechos humanos, donde ambos se fundieron en un abrazo que dio vuelta en todo el mundo y conversaron frente a las miradas atentas de los jugadores y el cuerpo técnico. Luego, Diego sostuvo ante los medios: “Es una luchadora” y reconoció el trabajo que estaban haciendo para recuperar a los hijos de detenidos-desaparecidos apropiados durante la última dictadura cívico-militar: “Los argentinos queremos saber la verdad”. (…) Después de la práctica me encontré con Maradona y fue todo muy agradable. Comenzó a hacer un discurso en defensa de la Abuelas y nuestro trabajo de recuperación de nietos y toda nuestra lucha y terminó diciendo “todos los argentinos queremos saber la verdad”. Me agradeció por el encuentro y me dijo que nos quería mucho. Yo le agradecí por la actitud solidaria de su hija Dalma, que a través de su arte y de su participación en Teatro por la Identidad, donde nos ayudaba a buscar a nuestros nietos.

Diego tuvo gestos de afecto como tomarme las manos y despedirme con un fuerte abrazo. Abrazarlo es abrazar algo muy querido, con la ternura de una abuela. El representaba a los argentinos que luchan desde abajo, a los humildes, a los del pueblo.  Fue un encuentro muy emocionante, y como gratitud le entregamos un pañuelo.

La visita a la Selección fue un gesto de agradecimiento a Maradona porque el equipo argentino había respaldado públicamente la postulación de Abuelas de Plaza de Mayo para el Nobel de la Paz. En el partido de despedida jugado contra Canadá, antes de viajar a Sudáfrica, los jugadores salieron a la cancha con una bandera que decía “Apoyamos a las Abuelas de Plaza de Mayo para el Premio Nobel de la Paz”. Esa pancarta viajó a Sudáfrica y estuvo colgada en las tribunas del estadio de Pretoria durante todos los entrenamientos.”

Estela y las Abuelas no solo lo admiraban como jugador de fútbol, también destacaban al ser humano: “Siempre me interesó Diego como ser humano. Lo miraba con ojos de abuela y me daba mucha ternura. Me conmovía el amor que sentía hacia sus padres.  También me conmovía ver su genio futbolístico, ver cómo de niño soñaba con jugar al fútbol. Después lo admiré  por todo lo que logró y amo a la camiseta argentina.Las Abuelas lo queríamos mucho. Era un luchador como nosotras que no abandonamos nunca la pelea y no perdemos jamás el amor por el otro.” 

Después de conocerse la triste noticia del fallecimiento del Diez, Estela emocionada declaraba: “Me desperté deseando que fuera un mal sueño, pero la realidad me entristece aún más todavía. Estoy muy dolida por la injusticia de una muerte temprana de un gran hombre, de gran bondad y solidaridad” (…) “Desde Abuelas sólo tenemos agradecimiento, recuerdo y amor hacia él, porque siempre demostró acompañamiento y solidaridad”

(…)

Julio Ferrer nació en La Plata en 1976. Periodista, escritor y docente. Colaboró en La Pulseada, Revista 2016, periódico de las Madres de Plaza de Mayo y diarios Diagonales, El Día, P/12 y Tiempo, entre otros. Autor de los libros Osvaldo Bayer íntimo (Edic. Madres de Plaza de Mayo, 2007); Stella Calloni íntima. Una cronista de la Historia, -con Héctor Bernardo- (Continente/Peña Lillo, 2013); El oficio de periodista (Punto de Encuentro, 2010); y Gregorio Selser, leyenda del periodismo latinoamericano (U. de La Plata, 2018).