Más allá del triunfazo del vóley y de la derrota del básquet, la jornada del martes para los argentinos tuvo como protagonista el agua, donde pese a la buena actuación y la presencia en las finales de vela y canotaje no alcanzó para conseguir una medalla. 

Victoria Travascio y María Sol Branz arañaron la hazaña después de ganar la medal race de la clase 49er FX de vela, performance que las dejó en el quinto puesto de la clasificación general, a sólo dos puntos de acceder al podio. Las regatistas de La Plata y Tigre cumplieron una actuación brillante en la última carrera, que lleva puntuación doble y se la adjudicaron de punta a punta, pero terminaron condicionadas por la desventaja de 15 unidades con la que iniciaron la jornada del martes en el puerto de Enoshima. La victoria parcial, tercera en la competencia olímpica, les permitió reducir a dos puntos la brecha con el tercer puesto de la tabla global que ocupó finalmente la embarcación de Países Bajos. 

En tanto, la dupla Santiago Lange-Cecilia Carranza, que habían conseguido el oro en Río, se adjudicaron la medal race final, aunque por la acumulación de puntos de toda la competencia ya sabían que era imposible subirse al podio esta vez. Lange y Carranza, abanderados de esta delegación, admitieron como probable que hayan corrido su última regata juntos en la clase Nacra 17. «Quizás haya sido la última juntos o mi última regata en los Juegos Olímpicos», especuló Lange, de 59 años, en sus primeras sensaciones luego del séptimo puesto que valió un diploma olímpico, en su séptimo Juego. «Costó mucho salir a correr sabiendo que no teníamos opciones de conseguir una medalla, pero había que valorar el hecho de estar nuevamente en una final olímpica, que no es poco”, aceptó en diálogo con TyC Sports. «Había una mezcla de emociones, un poco de tristeza por mi parte, pero por suerte hicimos todo lo que teníamos que hacer y nos regalamos una regata hermosa», contó Carranza.

Facundo Olezza, por su parte, llegó en el octavo lugar de la medal race de la clase Finn masculina, y se aseguró un diploma olímpico en el cierre de su participación, que en algún momento había registrado expectativa de medalla. Olezza, de todos modos, consiguió una mejor posición que la que había logrado en Río 2016 (9°).

En canotaje, fue Agustín Vernice el que cerró un gran Juego Olímpico con su presencia en la final, en la que terminó octavo. Vernice se llevó el diploma de la modalidad K-1 1000 metros, en sus primeros Juegos, con 26 años. «Venía en busca de un poco más, de pelear la medalla, y después de mi mejor marca en semifinales quería llegar al podio, pero esa ambición me hizo quemar energías de arranque al salir muy fuerte», sostuvo Vernice, autocrítico. 

En el básquet, el sueño se terminó con una dura derrota ante Australia. Aunque Argentina había arrancado en ventaja el primer cuarto, con una muy buena defensa y un Facundo Campazzo muy protagonista, Australia emparejó rápido los acciones e hizo valer su alta efectividad desde la línea de tres puntos. El equipo subcampeón en el Mundial de China 2019 tuvo un goleo muy bajo y en el último cuarto terminó por derrumbarse. La sensación es amarga porque el balance desde el juego no fue bueno en toda la excursión olímpica, con tres derrotas claras ante Eslovenia, España y Australia, y una ajustada victoria ante el local Japón. La eliminación marcó el último partido de Luis Scola con la camiseta argentina, después de dos décadas y cinco Juegos Olímpicos. El capitán se fue aplaudido de pie por sus compañeros, rivales y por el poco público presente en el estadio.

En equitación, los jinetes argentinos José María Larocca, Martín Dopazo y Fabián Sejanes quedaron eliminados en la prueba clasificatoria de saltos Individuales.