El 2 de octubre de 2022, unas horas después de que se confirmara la victoria de Fabián Doman en Independiente, la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, celebró el triunfo en Twitter. “Se terminan la patota y la mafia en Independiente -escribió- y eso que no pude votar porque Moyano me expulsó”. No resultaba tan curioso el festejo porque Bullrich incluso llegó a coquetear con la posibilidad de entrar a la política del club. Más extraño, en cambio, resultó la alegría de Horacio Rodríguez Larreta, otra primera línea PRO -hoy enfrentado a Bullrich- pero socio de Racing. O la de Jorge Macri, de River. María Eugenia Vidal, a la que sólo se le conocían simpatías por Boca, directamente llevó la victoria del conductor televisivo a las cuentas de su partido para hacer campaña anticipada: “Vamos a terminar con cada uno de los negocios de las mafias sindicales. La Argentina de las patotas se termina en 2023”. Ocupados en su interna, la primera línea macrista no tuvo tiempo de pronunciarse por estas horas sobre la estafa electoral consumada poco más de seis meses después con la renuncia de Doman a la presidencia del club.

A esto también le siguió un movimiento que impacta en la interna del macrismo. Néstor Grindetti, que era vicepresidente primero, se tomó licencia por treinta días como intendente de Lanús para asumir el cargo al menos hasta convocar a la asamblea que elegirá al nuevo conductor. A Grindetti se lo había dejado de ver por Avellaneda. Tuvo que volver. La nueva tarea complica, además, su precandidatura a gobernador bonaerense, una ambición que comparte con Cristian Ritondo, el jefe político de esta conducción en Independiente. Si bien entró como representante de socios, el peso de Ritondo en el club es mayor que el cargo. Fue el armador de la lista que desplazó al moyanismo junto a alguien menos visible en ese tejido: el periodista Enrique “Quique” Sacco, flamante esposo de Vidal.

Apenas asumió Doman los hombres de Ritondo tomaron el control. Daniel Seoane, el secretario general, y Jorge “Puma” Damiani, que no integró la lista pero se sumó a una subcomisión de fútbol profesional. En una de las primeras reuniones, Damiani tuvo una pelea con Juan Marconi, vice segundo. Marconi, que primero amenazó con renunciar, se dedicó en este tiempo al fútbol femenino. Seoane y Damiani fueron parte del gobierno de Hugo Moyano en Independiente hasta que en 2018 Ritondo -que también fue vocal en la primera gestión- ordenó la salida. Se los conoce como el Grupo Champagne por la bebida que regaba sus reuniones. Entre ellos también está Carlos Montaña, vocal en esta comisión directiva, ex funcionario kirchnerista y actual colaborador de Sergio Berni en el ministerio de Seguridad bonaerense.

Grindetti, por ahora, no tiene la idea de seguir. Pero nunca se sabe. En caso de que vuelva a Lanús, le entregaría el poder al Grupo Champagne que conduce Ritondo una vez que se realice la asamblea. Seoane es el más señalado para asumir como presidente. Y ahí ya no habría intermediarios en la gestión.

Doman se vio encerrado en los últimos días. Había pasado varias semanas haciendo llamados por un tema que le preocupaba por encima de otros, una posible quita de puntos por la deuda de más de seis millones de dólares con el América por los pases de Silvio Romero y Cecilio Domínguez. Lo escucharon desde el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, dirigentes y exdirigentes de otros clubes, y hasta empresarios. La FIFA ya había rechazado un pedido del América -aunque sí lo inhibió- pero si el impago se mantiene ese castigo puede hacerse realidad, lo que podría convertirse en una condena al descenso.

Mientras Doman buscaba puentes con la FIFA -que el viernes, además, lo condenó a pagar 1.650.000 a Gastón Silva- la plata prometida por sus socios políticos -la lluvia de inversiones- no aparecía. La amenaza de una quiebra viene por dos lados, el concurso de acreedores que se abrió en 2005 durante el mandato de Julio Comparada y que se tramita en Lomas de Zamora, y el juicio laboral de Gonzalo Verón, que recibió amenazas en las últimas horas, incluso con carteles en su domicilio y con una extraña declaración del propio Grindetti: “Le diría a Gonzalo Verón que tenga cuidado, que es joven, que se fije dónde se está metiendo. No es en tono amenazante, pero sí de manera paternal”, dijo en Doble Amarilla Radio.

Ese juicio está en los tribunales de Avellaneda y ya tiene un fallo a favor del futbolista por 11 millones de dólares. Doman intentó ganar tiempo con una denuncia por fraude a los Moyano, a Yoyo Maldonado y al representante Nazareno Marcollese. Luego diría que eso rompió el vínculo con otros miembros de la conducción. La Suprema Corte bonaerense tiene en sus manos un recurso extraordinario, el trámite va a ser largo. En cualquier caso, ante una eventual quiebra, Independiente siempre tendrá la Ley 25.284 que le permite a las entidades deportivas seguir funcionando bajo administración con control judicial. Paradojas de vecinos rivales, es la misma que se sancionó cuando quebró Racing. No hay nada concreto ahora sobre una privatización pero los espejitos de colores acechan siempre ante los clubes en crisis. Son asuntos que tampoco se resuelven con una colecta.

Ninguno puede decir que no sabía la situación en la que estaba el club. Doman, ya renunciado, pidió en TyC Sports que le reconocieran haber sacado a Moyano pero se quedó sin respuestas ante las atinadas repreguntas del periodista Daniel Retamozo. Pocos le dirán -como le dicen a ex jugadores- que quizá no estaba preparado para gobernar un club. «