Por un lado, la decepción de Argentina, uno de los partidos más desangelados de la era Lionel Scaloni, acaso solo comparable al golpe ante Arabia Saudita, justamente la derrota anterior que había sufrido la actual selección campeona del mundo. Pero por el otro, una clase magistral de la Uruguay de Marcelo Bielsa, una «Celeste» dominante en la Bombonera.

El 2-0 de Uruguay, por la quinta fecha de las Eliminatorias 2026, fue inesperado para la previa -Argentina nunca perdido después de Qatar 2022- pero absolutamente justo para el recorrido del partido. Presionado por un visitante que corrió y asfixió como no suele verse en los estadios argentinos, nuestra selección se sintió incómoda toda la noche y corrió de atrás, como si el partido se jugara en el Centenario de Montevideo

Con el Monumental alquilado a los recitales de Taylor Swift y Roger Waters, la Bombonera fue testigo del primer gol recibido por Emiliano Martínez desde la final del Mundial 2022 ante Francia: el 1-0 de Ronald Araújo, el defensor del Barcelona, marcó el fin del invicto del «Dibu» tras 751 minutos. Los especialistas en estadísticas recordaron entonces que Argentina llevaba 41 partidos sin recibir el primer gol: había sido ante Paraguay en noviembre de 2020, también en la Bombonera -luego empate 1 a 1-.

Tras un partido en el que Scaloni probó cambios que no cambiaron nada -Lautaro Martínez y Ángel Di María entraron en el segundo tiempo pero no pesaron-, el segundo gol de Uruguay llegó sobre el final. Lo convirtió Darwin Núñez, el delantero del Liverpol, a los 42 minutos del segundo tiempo, al final de una noche en la que Argentina, salvo algunos intentos individuales de Lionel Messi, siempre estuvo lejos del empate.

Uruguay, que ya tiene el sello de Bielsa y venía de vencer a Brasil en la fecha pasada, no ganaba en Argentina desde 1987, hace 36 años, un 1-0 por las semifinales de la Copa América en el Monumental, casualmente al año siguiente del Mundial ganado en México. Otros dos datos que llaman la atención: el 2-0 de este jueves fue la primera victoria de Uruguay en Argentina por Eliminatorias y la primera derrota de la selección en la Bombonera en partidos oficiales.

«Sabíamos el partido que nos íbamos a encontrar, son partidos intensos. (Ellos) jugaron bárbaro, tienen gente física y rápida en la mitad y nos costó encontrar el partido. Nunca nos sentimos cómodos, no tuvimos posesiones largas y el juego de ellos nos hizo contagiar de su ritmo», dijo Lionel Messi, que también se quejó de algunos roces en el primer tiempo con los jóvenes uruguayos, en especial Manuel Ugarte, mediocampista de 22 años del PSG.

«Prefiero no decir lo que pienso, pero tiene que aprender de los mayores a respetar. Este clásico siempre fue duro pero con respeto», agregó Messi, sin socios en toda la noche.

Argentina, de todas maneras, mantuvo el primer puesto en la tabla de posiciones de las Eliminatorias, con 12 puntos, ahora secundado por Uruguay, con 10. La gran sorpresa del jueves fue la segunda derrota consecutiva de Brasil, esta vez 2-1 ante Colombia en Barranquilla con dos goles de Luis Díaz.

La selección pentacampeona del mundo quedó relegada a la mitad de tabla de las Eliminatorias, aunque las amplias facilidades para clasificar al Mundial 2026 -conseguirán el pasaporte los seis primeros equipos y el séptimo jugará un repechaje- eliminan las especulaciones sobre una posible eliminación.

La selección justamente jugará su próximo partido ante Brasil, el martes a las 21 en el Maracaná, en lo que será el cierre del año y una oportunidad de dejar rápido en el olvido una noche desangelada y una derrota merecida. Lo perdió Argentina, sí, pero sobre todo lo ganó Uruguay, el nuevo gran Uruguay de Bielsa.