¿Cuándo fue el quiebre para que Julián Álvarez ingrese al selecto club de los delanteros surgidos de River con un lugar en la historia moderna del club? ¿La venta de Rafael Borré, en julio del año pasado, que le permitió apropiarse del área grande sin dejar de jugar por los costados? ¿La lesión de Matías Suárez también ayudó a abrirle un hueco? ¿O fue la lógica maduración de un chico que empezó a sumar rodaje desde noviembre de 2018, cuando a sus 18 años debutó en un equipo alternativo mientras River se jugaba las semifinales de la Copa Libertadores 2018 ante Gremio?

Tal vez resulte antojadizo, pero el quiebre de Álvarez ocurrió el 15 de septiembre de 2021, cuando le convirtió dos goles a Newell’s en Rosario, durante un 4-1 de River. Hasta entonces, a sus 21 años y medio, Álvarez había convertido 18 goles. A partir de allí, en los siguientes seis meses hasta sus tres goles de anoche ante Patronato -y eso que en el medio estuvo el receso de verano-, la Araña convirtió 21 goles.

El futuro jugador del Manchester City, en cierta forma, ya tenía experiencia en aquel partido contra Newell’s de septiembre pasado. Su carrera se estaba construyendo con pequeños grandes aportes: ingreso sorpresivo en la final 2018 en Madrid ante Boca y participación en el armado del gol de Juan Fernando Quinteros; roce sudamericano con tres goles al Sao Paulo en la fase de grupos de la Copa 2020 y, ya en el primer semestre de 2021, debut en la selección mayor, gol en la Bombonera en el clásico de la Copa de la Liga, y otro gol en el histórico triunfo de River ante Independiente Santa Fe en la noche de Enzo Pérez de arquero.

Pero Álvarez, a mediados de septiembre pasado, todavía no era titular indiscutido ni quedaba claro si Marcelo Gallardo lo prefería como centrodelantero (sin ser 9 fijo) o como extremo derecho. Los mejores partidos de River en el comienzo del semestre habían sido sin él y con Matías Suárez y Brian Romero de titulares, como ante Argentinos Juniors por la Copa (2-0 en La Paternal), Unión (4-0) y Lanús (3-0 en el sur). En las tres fechas iniciales de la Liga 2021, Álvarez fue suplente. Pero en ese River en permanente construcción tras la salida de Borré, y con la lesión inoportuna de Suárez en el medio, Álvarez encontró su lugar.

El cordobés de Calchín llegó al mencionado partido de la undécima fecha de la Liga 2021, contra Newell’s, con dos goles en el torneo. Esa noche convirtió un doblete y ya no paró, las aguas se le abrieron: un gol a Central Córdoba (fecha 13), dos a Boca (fecha 14), tres a San Lorenzo (fecha 16), uno a Argentinos (fecha 18), cuatro a Patronato (fecha 20), uno a Platense (fecha 21), uno a Racing (fecha 22), uno a Atlético Tucumán (fecha 25), dos a Colón (Supercopa Argentina) y tres anoche a Patronato (segunda fecha de la Copa de la Liga 2022).

Como no jugó contra Banfield en el torneo pasado, por estar convocado a la selección, Álvarez lleva 21 goles en sus últimos 17 partidos. En total, lleva 39 en 98. La comparación con el surgimiento de los grandes centrodelanteros (o delanteros con gol) que las inferiores de River produjeron en los últimos años es inevitable.

Álvarez está en el selecto club de Hernán Crespo (16 goles en 32 partidos de 1993 a 1996, dos de ellos para ganar la Copa Libertadores 1996), Javier Saviola (58 goles en 120 partidos en su primera etapa, de 1998 a 2001), Fernando Cavenaghi (72 tantos en 121 encuentros en su primer ciclo, de 2001 a 2004), Gonzalo Higuaín (15 goles en 41 presencias, de 2005 a 2007) y Radamel Falcao (45 goles en 111 partidos de 2004 a 2009).

Tan fuera de la común, Ariel Ortega era un jugador con características diferentes pero tampoco está de más recordar que anotó 39 goles en 185 partidos de 1991 a 1996, los mismos que lleva Álvarez hasta ahora, el goleador al que seis meses le bastaron para entrar a un club selecto.