Nicolás Laprovittola tenía 17 años y jugaba en Morón cuando se animó a pedirle una foto a su ídolo. Corría el año 2007. Manu Ginóbili, como se esperaba, aceptó y se paró a su izquierda, con una sonrisa apenas inclinada hacia su derecha, de colega a colega. Ninguno de los dos, en ese instante, pudo haber imaginado que menos de diez años después iban a coincidir en San Antonio Spurs, en la meca del básquet mundial, la cada vez más internacional NBA.

Luego de una pretemporada a prueba, Laprovittola, que venía de jugar en el Estudiantes de España, se ganó un puesto en el plantel que conduce Gregg Popovich. Lo hizo a fuerza de talento y sacrificio. Nadie le regaló nada. Fue, en cierto modo, el hombre ante la prueba más determinante de su carrera profesional. Y aprobó. Tanto el entrenador como sus asistentes vieron en Laprovittola un jugador con presente y futuro. Apostaron en él.

Todo se dio muy rápido. Este martes, cuando comience la temporada 2016-2017 de la NBA, los Spurs visitarán a Golden State Warriors, el último campeón de la conferencia Oeste, y Laprovittola será parte del plantel oficial. “Estoy cumpliendo el sueño de todo chico que creció mirando a nuestro ídolo máximo Manu. Y ojalá nunca despierte”, publicó en su cuenta de Twitter. Y siguió: “Es inexplicable cómo me siento en este momento. Lo que ha pasado en estas últimas semanas es único, y la verdad es que no me lo esperaba hace cuatro meses. No caigo de todo lo que conseguí en esta pretemporada, pero recién arrancamos, ¿no? Como hasta ahora, voy a seguir disfrutando y dándolo todo”.

Laprovittola comenzó su carera en Morón. Ahí dio sus primeros pasos. En 2007 pasó a Lanús, en donde estuvo hasta 2013. Jugó para el Granate tanto en el TNA como en la LNB. Su buen rendimiento lo proyectó para irse al exterior. Se fue al Flamengo de Brasil. Salió campeón al primer año y fue elegido como el mejor base del torneo, de modo que tuvo un lugar en el quinteto ideal de la NBB. La temporada siguiente fue extraordinaria: en la 2014-2015 obtuvo la Liga de las Américas, la Copa Intercontinental –donde fue el MVP- y, al igual que en la anterior, el certamen brasileño. Su talento iba en serio.

A mediados de 2015 se hizo oficial su paso al básquet europeo. Laprovittola se fue al Lietuvos Rytas de Lituania. Seis meses más tarde partió al Movistar Estudiantes, donde profundizó sus cualidades deportivas. El salto de calidad lo terminó de dar en los Juegos Olímpicos de Río 2016, en la última función de Manu en la Selección. Unas semanas después llegaría la prueba en San Antonio Spurs, la misma que le permitiría entrar a la NBA, el sueño de millones.