Manu está en todos lados. Está en las gorras, en los afiches, en los pañuelos descartables, en las remeras, en las gorras que recibe cada aficionado, en los chicos, en los grandes. En el himno nacional desentonado de Michelle Leclercq antes de la victoria ante Cleveland. En los representantes de la Generación Dorada que lo acompañan. En las fotos que decoran el AT & T Center por fuera y también en los carteles que están adentro de su casa, de San Antonio, de su único equipo en 16 temporadas en la NBA. Es su noche. Su ceremonia, el show a su medida, el #GraciasManu que no alcanza para abarcar la dimensión de su carrera. Ya nadie usará la número 20 en los Spurs. Está retirada. Solo pertenece a Ginóbili, el jugador que revolucionó el básquet -el deporte- argentino.

La remera de Manu permanece al lado de la 21 de Tim Duncan, compañero de andanzas en los cuatro anillos conseguidos en la NBA y también uno de los oradores en la noche histórica. También habló Tony Parker, el otro integrante del Big Three, el trío que más partidos ganó en la liga más importante de básquet: 701 victorias juntos. Johnny Moore, Avery Johnson, Bruce Bowen, James Silas, Sean Elliott, George Gervin y David Robinson son las otras remeras que retiró San Antonio. Es apenas la segunda de un latinoamericano que ya no se utilizará entre las 200 retiradas.

“El equipo que ganó la medalla dorada en Atenas fue uno de los mejores que vi”, dijo Gregg Popovich en la ceremonia para destacar otro de los logros de Ginóbili. Alejandro Montecchia, Gabriel Fernández, Pablo Prigioni, Pepe Sánchez, Andrés Nocioni, Luis Scola y Fabricio Oberto escucharon el reconocimiento para una generación que, de alguna forma, también se despidió al colgar la camiseta de Manu. “¡Qué placer jugar con ustedes!”, les dijo el bahiense, con la voz algo quebrada como ningún otro momento de la noche.

“Olé, olé, olé, Manuuuu, Manuuuuu”, cantaron las 20 mil personas en el estadio. Algunas pagaron hasta 2 mil dólares para verlo y escucharlo. Un rato antes había sonado el himno argentino por primera vez en la NBA. La carrera de Manu se detuvo a los 40 años y 270 días cuando lo anunció en Twitter. Pero la leyenda está en todos lados.

El saludo de Macri y la reacción del público