El gobierno nacional logró un canje deuda en pesos que calificó de “exitoso” e “histórico”. En números redondos, obtuvo una adhesión del 78%, que equivale a decir que los tenedores de bonos aceptaron canjear títulos por un valor de $ 7,4 billones sobre un total de $ 9,5 millones que podían ser canjeados. De esta manera, los vencimientos de deuda pública en pesos de junio a septiembre fueron reducidos sensiblemente. El resultado fue anticipado por Tiempo esta semana.

Sin embargo, el canje tiene otras aristas. La primera es que –según información parcial– el sector privado casi no participó y prácticamente todo el canje fue realizado por entes del sector público que poseían títulos canjeables. La segunda es que lo que no se paga ahora se paga después porque, a diferencia de los canjes de deuda habituales, no hay quita de capital ni de intereses y, al contrario, hasta hay un alza de tasas de interés.

La tercera es que en un contexto inflacionario y de fuertes presiones devaluatorias, prácticamente toda la deuda en pesos está indexada: la renta que paga está determinada por el ritmo de la suba general de los precios o por la suba del valor del dólar. Peor, un 30% de ella es dual y paga la más alta de ambas alternativas.

Sin detenerse en estos aspectos, el ministro de Economía se mostró exultante con el resultado del canje. “Hoy se realizó el canje de deuda pública más grande de la historia argentina en términos de vencimientos del mercado doméstico”, dijo Sergio Massa en un mensaje publicado en la red social Twitter.

“En esta operación, conseguimos reducir en aproximadamente $ 7,4 billones los pagos programados de los instrumentos elegibles de junio-julio-agosto-septiembre, con una aceptación del 78%, que fue la más alto de la gestión”, agregó. Y apuntó: “Destacamos el profundo acompañamiento del sector público y del sector privado, en especial a aquellos inversores institucionales de largo plazo como las entidades financieras, que tuvieron un nivel de participación del 90%”.

El secretario de Finanzas, Eduardo Setti, responsable de la operación, fue el primero en señalar el resultado, cuando la tarde moría en Buenos Aires: “Hoy llevamos adelante el canje de deuda pública más grande de la historia argentina en el mercado doméstico; no sólo por la trascendencia económica de impacto en las cuentas públicas sino también por abarcar los vencimientos más importantes acumulados del segundo semestre”. Y agregó: “El éxito de la operación de conversión del día de hoy, termina de reordenar el perfil de deuda en pesos. De esta forma, damos por finalizadas las especulaciones de algunos sectores que impulsaban la explosión de una supuesta ‘bomba de deuda’”.

Datos técnicos del canje

Economía informó en la tarde de este jueves que el Tesoro nacional debía afrontar vencimientos por $ 10,7 billones entre junio y septiembre de este año. De ese total, eligió ocho bonos cuyas emisiones fueron por $ 9,5 billones y que ahora se redujeron a $ 2,3 billones, con el siguiente desglose:

  • En junio había que pagar $ 1,2 billones y ahora bajó a $ 1,1 billones.
  • En julio, $ 4,6 billones. Bajó a $ 1 billón.
  • En agosto, de obligaciones por $ 2,3 billones se pasó a $ 0,6 billón.
  • En septiembre, de $ 2,6 billones se bajó a $ 0,5 billón.
Canje

Economía consignó que con este resultado, “el perfil de vencimientos para lo que resta de 2023 pasó de $ 11,6 billones a $ 4,2 billones”, con una reducción del 64%. El Palacio de Hacienda destacó que “para el cierre del año, el panorama luce despejado” y detalló que “los vencimientos promedio con el sector privado para el último trimestre del año equivalen a 0,1% del PBI”.

Ahora bien: ¿a dónde fueron a para todos los billones de pesos canjeados? Economía informó que el 13% de la deuda canjeada pasó a agosto de 2024, un 36% a noviembre de 2024, un 27% a diciembre de 2024, y un 24% a enero de 2025. “Por las características de la oferta, que establecía títulos de salida entre 2024 y 2025, obtuvimos el acompañamiento de inversores institucionales de largo plazo como entidades financieras y compañías de seguro. En este sentido, la adhesión total de los bancos fue en torno al 90%”, explicaron desde el Palacio de Hacienda.

Sin embargo, esta última caracterización fue cuestionada por algunos economistas, como Salvador Vitelli, jefe de Research de Romano Group, una casa financiera de Mendoza, quien advirtió que dado que los entes públicos poseían alrededor del 70% de los títulos pasibles de ser canjeados, sólo habría ingresado al canje el 26% de las tenencias que poseía el sector privado. “Se canjean entre ellos”, en referencia por el sector público, fue su conclusión. Si esta visión fuera correcta, el sector privado se habría quedado con bonos por un valor de $ 2,85 billones para cobrarlos a su vencimiento, lo que podría convertirse en una espada de Damocles sobre la política económica en medio de la campaña electoral.

Desde el sector político, Gabriel Solano, precandidato a presidente en el Frente de Izquierda Unidad, observó: “Massa acaba de hacer un canje de deuda dándole a los bancos un bono atado a la inflación y al tipo de cambio. Es lo que se les niega a los trabajadores y jubilados, que mes a mes pierden con el aumento de los precios. Conclusión: Massa gobierna para los bancos con apoyo de CFK”. Desde el principal frente opositor, Juntos por el Cambio, no hubo referencias públicas al canje, aunque sus referentes económicos han sido muy críticos de la gestión de la deuda pública en pesos y hasta han amenazado con defoltearla si son gobierno.