Las importantes bajas del orden del 15% en el precio de venta del ganado que se produjeron esta semana en el Mercado de Cañuelas no beneficiarán a los consumidores y podrían ser absorbidas por otros eslabones de la cadena de comercialización. Así se desprende de las impresiones de algunos referentes de ese mercado.

“No sé si el precio a la baja que refleja la hacienda va a retroceder mucho en el mostrador”, dijo este miércoles el presidente de la Cámara de Matarifes y Abastecedores, Leonardo Rafael. El dirigente expuso sus dudas en declaraciones formuladas a Radio Rivadavia.

«Empezamos a bajar los precios al carnicero, pero los comercios estuvieron casi seis meses sin poder actualizar los costos fijos, luz, paritarias, alquiler. Es muy difícil para un comercio minorista absorber las subas”, sostuvo Rafael.

Si así acontece, podría considerarse que se trata de un esquema de comercialización perversamente selectivo, que traslada al consumidor final todos los mayores costos pero omite hacer lo mismo cuando están dadas las condiciones para realizar una rebaja. Sin embargo, el titular de la cámara volvió a defender las virtudes del libre mercado en la fijación de precios, a través de la retracción de la demanda. «Se le puede poner un precio a la hacienda, pero el mostrador, después, marca el techo cuando no hay consumo. Eso es lo que presiona el valor de la hacienda a la baja», opinó Rafael.

De acuerdo al índice que elabora el Rosgan (el mercado ganadero que armó la Bolsa de Comercio de Rosario en conjunto con las mayores casas consignatarias del país), la semana pasada la mayor oferta de hacienda para consumo hizo bajar los máximos de 980 pesos por kilo vivo hasta la franja de 850 a 870 pesos. En el caso de los novillos, el descenso llevó el kilo vivo a los 790 pesos. «Al doble de ese precio se les entrega a las carnicerías y al doble de eso es lo que va al mostrador», explicó Rafael.

Inflación de agosto

Si se confirma que esa baja en el costo será absorbida por la cadena de comercialización y no llegará al público, se consolidará el de por sí elevado nivel de inflación que se avizora para agosto, sobre todo en el estratégico rubro de alimentos y bebidas. La consultora LCG estimó que sólo en la última semana de agosto la carne se incrementó en 3,9%, duplicando el aumento del segundo grupo de productos que más subió, las frutas y verduras (2,2%). Según ese relevamiento, en las últimas cuatro semanas, los alimentos subieron un 10%.

De la misma manera, en la cuarta semana del mes la consultora EcoGo midió una suba de 5,8% en los alimentos con respecto a la semana previa. Sus analistas atribuyen las remarcaciones a otros factores: la devaluación y la corrida de los dólares paralelos, que en algunos casos, como el CCL (tomado como referencia por las empresas para dolarizarse por fuera del mercado oficial), pasó los 800 pesos.

“Considerando una proyección de variación semanal del 2,5% para la última semana del mes, la inflación de alimentos consumidos en el hogar en agosto treparía a 13% mensual. Si consideramos la evolución de los alimentos consumidos fuera del hogar (12,2%), la inflación en alimentos alcanzaría el 12,9%”, fue el alarmante panorama que pintó EcoGo.