Tras difundirse la supuesta salida de Coca Cola del mercado local, la empresa desmintió la versión y ratificó una inversión de $770 millones en el país que había comunicado el martes.

Coca Cola reconoció a Tiempo que la empresa está ejecutando una reestructuración de su negocio en el país pero argumentó que es parte de un programa de cambios a nivel global.

Sin embargo admitió que dentro de las medidas que se contemplan existe la posibilidad de despidos aunque “no entre los trabajadores de base”.

El martes la compañía de capitales estadounidenses difundió una campaña “Estemos abiertos, juntos salimos adelante” que comunicó como una iniciativa de ayuda financiera, económica, sanitaria y de digitalización para el canal minorista de cercanía, los pequeños almacenes de barrio y los kioskos, que constituyen el  80% de los 264.258 clientes de la empresa en Argentina.

Según informó ese día la propuesta, que cuenta con el apoyo de la Federación de Almacerneros Bonaerense (FABA) y de la Unión de Kiosqueros de la Argentina (UKRA), supone un desembolso de $770 millones.

Pero este miércoles el diario La Nación publicó una nota en la que consignó que la dirección regional de la empresa se mudaría a Brasil, lo que dio lugar a una escalada en los medios de comunicación online y en las redes sociales.

En pocas horas el tema creció exponencialmente y hasta dirigentes de la oposicion como el diputado radical Fernando Iglesias aprovecharon la ola de repercusiones para disparar contra el gobierno nacional al que responsabilizó por la supuesta retirada de parte del negocio de la multinacional.

Formalmente la empresa salió con un comunicado en el que informó que “Coca-Cola desmiente categóricamente que esté contemplando un traslado de sus operaciones en Argentina. La compañía y sus embotelladores seguirán operando en el país con el mismo compromiso con que vienen haciéndolo desde hace 78 años”.

En el texto la empresa agregó que a nivel mundial “está haciendo una reorganización de su estructura” tendiente a “convertirse en una compañía total de bebidas que en una red global interconectada”.

Y sobre la región sumó: “En América Latina, la reorganización contempla la creación de tres nuevas zonas geográficas que trabajarán en estrecha colaboración con los equipos de liderazgo globales. Argentina se integrará en la nueva estructura para el sur de la región, que incluye también a Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile y Bolivia”.

Informalmente un directivo resumió a Tiempo que “nos quedamos e invertimos y lo demás es agenda contra el gobierno”.

La fuente aseguró que los planes de reestructuración van a pegar a fondo en el negocio de los Estados Unidos y en menor medida en la Argentina. El cambio, argumentó, es “efecto pandemia”.

Consultado sobre posibles despidos en el futuro el consultado añadió: “seguro habrá salida de gente pero no de las plantas, en todo caso en los puestos más altos”, en una estrategia similar a la que aplicaron las automotrices en sus reformas organizacionales de los últimos años.

La empresa Femsa, embotelladora de Coca Cola, concretó 32 de despidos en febrero de 2019 en medio de un intenso conflicto que demandó la intervención de las autoridades anteriores.