El gobierno nacional acaba de anotarse un punto a su favor en su estrategia para las paritarias de este año.

El Sindicato de Empleados de Comercio (SEC), que representa a 1,2 millones de trabajadores y es el más grande del país, se sumó a otros firmaron un acuerdo paritario a la medida de lo que propone la administración macrista. El viernes pasado, con la presencia del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, el titular del SEC, Armando Cavalieri, firmó con los representantes de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) y la Cámara Argentina de Comercio (CAC) un acuerdo para incrementar los salarios un 15% en dos cuotas. La primera de un 10% para el mes de abril y la segunda de un 5% en agosto. El acuerdo incluye una cláusula de revisión que pauta una negociación entre las partes para el mes de enero en caso de que la inflación supere la suba salarial.

Se trata, precisamente, del modelo de acuerdo paritario que, desde principios de febrero, el gobierno busca aplicar en forma general pero que conlleva un serio perjuicio para los asalariados.

Y es que el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del BCRA prevé una inflación del 19,9% en 2018. Si el gobierno lograra generalizar la suba del 15% sin cláusula gatillo, la pérdida del poder adquisitivo de los asalariados del sector privado alcanzaría el 4,9 por ciento.

Según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), en diciembre de 2017, la masa salarial de los poco más de 6,8 millones de puestos de trabajo registrados del sector privado alcanzó los $ 182.839 millones. Si se consolidara el planteo del gobierno, en diciembre próximo el defasaje equivaldría a unos 9000 millones de pesos que, anualizados, implican una transferencia desde los bolsillos de los asalariados al de las empresas privadas de $ 116.468 millones.

Se trata de un retroceso que ya tiene un anticipo: en lo que va del año los precios ya subieron un 4,4% mientras que la mayoría de los asalariados todavía no recibió ningún aumento de salarios.

La cifra definitiva de la pérdida salarial dependerá de cómo se vayan plasmando los acuerdos paritarios, en términos de porcentajes de aumento y de las fechas de las cuotas, y de cómo vayan empalmando con las subas de precios. Si se toman en cuenta los pronósticos inflacionarios más pesimistas, que apuntan a un alza de precios del 23,5%, la cifra podría superar los $ 200 mil millones.

La administración de Cambiemos ha dado pasos en pos de su objetivo de lograr paritarias del 15%. Antes que Comercio, firmaron en ese nivel la Unión de Tranviarios Automotor (UTA), que acordó tres cuotas, y Obras Sanitarias, en dos cuotas.

El mismo camino recorrieron en las semanas previas sindicatos más chicos, como el de Tintoreros, el de Remiseros y el de Aceiteros de San Lorenzo. A pesar de tratarse de organizaciones de poco peso, estas firmas tienen un alto significado. Cada una de ellas está encuadrada en un agrupamiento sindical diferente y no se incluye ni entre los Gordos ni entre los Independientes, que son los que en la actualidad refuerzan la tendencia dialoguista en la conducción de la CGT.

Tintoreros forma parte del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), liderado por el ferroviario Sergio Sasia, que por el momento no integra la CGT; Remiseros reviste en las 62 Organizaciones lideradas Ramón Ayala de la UATRE; y Aceiteros de San Lorenzo en la Corriente Federal de los Trabajadores.

En la agenda inmediata se aprestan a firmar acuerdos del 15% la UOCRA y UPCN.

La firma de estos acuerdos ejerce una presión sobre las paritarias futuras y, en especial, en las que están en curso como la de los docentes y la de los bancarios que acaban de recibir una propuesta del 15% luego de semanas en las que las patronales no se movieron de un 9 por ciento.

Para Luis Campos, director del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma, «amén de esa transferencia de recursos de los trabajadores al capital, también hay que destacar que el gobierno decidió usar las paritarias como ancla inflacionaria dado el fracaso de su política antiinflacionaria. La señal a los mercados de que la inflación será del 15% la van a dar a través del congelamiento salarial con paritarias que van a estar a todas luces por detrás de la inflación. Eso explica la dureza de parte del Estado. Tanto como cuando actúa como empleador como cuando lo hace en coordinación con los privados». «