El desempleo en el segundo trimestre de este año marcó un 6,2% tocando un mínimo desde que el INDEC regularizó sus estadísticas en el segundo trimestre de 2016. Se verifica una contracción con relación al 6,9% registrado por el INDEC en el primer trimestre de este año a partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH).

Proyectando al total de la población en el segundo trimestre de este año 1.350.000 personas se encontraban sin empleo en la Argentina.

Se trata de un piso de desempleo que, además, coincide con una alta tasa de actividad que alcanzó un 47,6% y mide la cantidad de personas que, por voluntad propia, deciden formar parte del mercado de trabajo. El valor se ubica muy por encima del promedio del 46,2% que se registra desde el segundo trimestre de 2016 aunque algo por debajo de lo registrado durante el primer trimestre de este año cuando había alcanzado un récord de 48,3%.

Ambos indicadores resultan coherentes con el deterioro de la calidad del empleo que también surge del Informe de Mercado de Trabajo que publicó hoy el Instituto de Estadística y Censos (INDEC) y que indicó que un 37% de los trabajadores no se encuentran registrados tal como corresponde, muy por encima del promedio del 34,1% que se registra desde el primer trimestre de 2017 aunque levemente por debajo de la marca del primer trimestre de este año.

Es que, ese segmento del mercado de trabajo arrastra una pérdida del poder adquisitivo del orden del 37% desde el año 2017. Los bajos salarios y la pérdida del poder adquisitivo obligan a un mayor número de personas a buscar empleo para incrementar sus ingresos e incluso a quienes sí cuentan con un trabajo a intentar trabajar más horas, buscar un empleo adicional o, incluso, modificar el que tienen.

Por ese motivo, el informe oficial también da cuenta de una tasa elevada de ocupados demandantes de empleo que alcanza al 16,2% de los trabajadores, muy superior al 14,8% registrado en el primer trimestre de este año. El mismo fenómeno se verifica entre los subocupados que trabajan menos de 35 horas semanales y demandan más empleo que representan el 7,4% de la población económicamente activa.

Junto con los ocupados disponibles configuran una presión sobre el mercado de trabajo que alcanza al 27,9% de la PEA. Dicho de otra forma, tres de cada diez personas que forman parte del mercado de trabajo, por algún motivo, no están conformes con su condición laboral.  

Del otro lado, el 28,4% de los trabajadores ocupados se encuentra en una situación de sobre ocupación trabajando más de 45 horas semanales también presumiblemente impulsados por la contracción de los ingresos.

Al mismo tiempo el desempleo afecta en particular a los jóvenes y las mujeres. De hecho, entre las mujeres de 14 a 29 años que forma parte de la población económicamente activa la desocupación afecta al 13,4% mientras que en sus pares varones llega al 12,3%. Con todo se trata de un nivel bajo en la medida en que, en promedio desde 2017, la desocupación afectó al 20,2% de las mujeres jóvenes.

En el segundo semestre de 2023 el desempleo cayó hasta apenas el 3,6% de los varones de entre 30 y 64 años.