Nadie duda de que la Argentina es incapaz de enfrentar el pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional durante el ejercicio 2022 tal como están establecidos los vencimientos en el acuerdo vigente. Se trata de poco menos de U$S 20 mil millones que debería afrontar con las reservas del Banco Central (BCRA), con lo que logre recaudar en materia de exportaciones e inversiones externas, en tanto, con un riesgo país por encima de los 1600 puntos, el canal financiero parece inviable.

Por ese motivo, el BCRA y el Palacio de Hacienda han tomado una serie de medidas que apuntan a canalizar por las arcas de la autoridad monetaria la mayor cantidad posible de dólares. En esa estrategia se enmarca la decisión adoptada a fines de septiembre por el ministro de Economía, Martín Guzmán, de llevar a cero las retenciones sobre las exportaciones de servicios. Lo mismo con relación a las nuevas regulaciones del Central y la Comisión Nacional de Valores (CNV) para el acceso a dólares para la importación, dispuestas a principio de octubre.

Pero, además, esta semana el BCRA dio a conocer una nueva resolución (ver recuadro) que habilita a los turistas extranjeros a cambiar sus dólares al valor del dólar MEP, que ya ronda los $ 180. Ese valor responde a la posibilidad de que la reactivación del turismo amenace el saldo de la balanza de pagos. Un aspecto del que poco se habló durante la pandemia es el beneficio que implicó el cierre de fronteras para el saldo de la balanza turística durante este año y medio.

Se trata de una cuenta que, según los registros del BCRA, en 2017, resultó en una salida  neta de U$S 10.662 millones (-12,6 mil millones por turismo emisivo y poco más de U$S 2000 millones por receptivo). El déficit de aquel año fue un récord histórico que solo comenzó a revertirse a partir de la devaluación de la moneda, que pasó de un promedio de $ 18 en 2017 ($ 16 en enero y $ 18,95 en diciembre) con una inflación anual del 25% hasta unos $ 30 de promedio en 2018, alcanzando los $ 38 en diciembre.

Durante ese año, con un deterioro del tipo de cambio en términos reales del 36%, el déficit se redujo en 2000 millones de dólares. En 2019, el déficit cayó hasta U$S 5700 en una reducción de otros U$S 2400 millones, equivalentes a un 29% con relación a 2018 y un 47% con relación a 2017. En septiembre de 2019, el gobierno de Mauricio Macri resolvió la restricción en la compra de dólares para ahorro, con un cupo de U$S 200 mensuales, y a partir de diciembre, el nuevo gobierno dispondría las medidas que, progresivamente, generaron un desdoblamiento del tipo de cambio para el turismo. Primero, con el impuesto PAIS del 30% y luego con la aplicación de Ganancias por un 35% adicional. El impacto de esa devaluación sectorial (hoy el dólar turista se sitúa en $ 173) no pudo verificarse nítidamente por efecto de la pandemia que interrumpió el flujo de turistas desde y hacia la Argentina.

Según la Encuesta de Turismo Internacional del Indec, durante tres meses, ese flujo por vía aérea fue igual a cero con un saldo deficitario anual de 211 mil personas cuando, en 2019, había sido de 885 mil y en 2018, de 1,7 millones. Con todo, en 2020, el déficit de divisas por el sector registrado por el Mercado Único, Libre de Cambios (MULC) alcanzó los U$S 1761 millones.

Sin embargo, las restricciones cambiarias presentan otra dificultad que el gobierno busca resolver, al menos parcialmente, con la nueva resolución. Los turistas extranjeros recurren al mercado paralelo para cambiar sus dólares y en el oficial se registraron apenas  U$S 135 millones en los primeros nueve meses de 2021 cuando, en 2019, habían ingresado U$S 1575 y, en 2020, 602 millones. En el mismo período, la salida de divisas fue de U$S 5824 en 2019, U$S 1901 en 2020 y U$S 1488 en 2021.

La mira está puesta, entonces, en una cuenta que, durante un año y medio de pandemia, no resultó necesario abordar plenamente. Difícilmente, y a pesar de la fuerte depreciación de la moneda y la caída del poder adquisitivo, pueda resolverse la naturaleza deficitaria de la balanza turística que, en el promedio de los cuatro años del gobierno de Mauricio Macri, implicó erogaciones por U$S 8218 millones anuales pero que, durante los ocho años en los que gobernó Cristina Fernández de Kirchner también resultó, en promedio, de pérdida de alrededor de U$S 6500 millones al año.

Esa cuenta podría ser imposible de afrontar en la medida en que el resultado de la balanza comercial, según estimaciones de la consultora Orlando Ferreres & Asociados, resultará en 2022 en unos 2000 millones de dólares inferior a la de este año.

A la vez, según datos de la consultora Gabriel Rubinstein & Asociados, las reservas líquidas netas del BCRA se encuentran en este momento en apenas U$S 2532 millones, que llegan hasta poco más de U$S 6000 millones si se contabilizan las tenencias en oro del BCRA.

Así las cosas, cada dólar que ingrese al país resulta vital para para equilibrar la balanza de pagos y afrontar la difícil tarea de estabilizar el mercado de cambios. «

Las claves de la medida

El BCRA dispuso la creación de una «Caja de Ahorro para turistas». Aquellos que visiten el país podrán abrirla en cualquier entidad bancaria en forma remota o presencial. Podrán transferir o depositar hasta U$S 5 mil a los que luego accederán en moneda local a través de una billetera virtual y con el cambio que resulte de las operaciones de la Bolsa conocidas como dólar MEP que hoy cotiza en $180 y que, para el caso de la venta de dólares, no rige el «parking», un período de tiempo de 48 horas para que se plasme la operación.

De esta forma, los turistas podrán acceder a un tipo de cambio similar al paralelo, registrar sus gastos, acceder a la devolución del IVA y evitar operaciones ilegales y fraudes.

Al mismo tiempo, el BCRA, a partir de este mecanismo, busca formalizar entre  un 15% y un 20% de las  divisas que ingresan al país y que tienden a canalizarse por el mercado informal.

Según estimaciones del INDEC difundidas por fuentes del BCRA, de hecho, por esta vía ingresan anualmente entre U$S 5 y U$S 6 mil millones promedio cuando, por caso, en los registros del BCRA en los años 2017 a 2019 lo hicieron unos U$S 2 mil millones cada año.

La medida podría desfinanciar el mercado paralalelo e incrementar la brecha cambiaria.

Con un ojo puesto en La Niña

Los pronósticos indican que la balanza comercial dejará un saldo positivo en 2021 de U$S 16,1 mil millones. Según estimaciones de la consultora Orlando Ferreres & Asociados, en 2022 retrocederá el saldo de la balanza comercial en unos dos mil millones de dólares. La merma sería resultado de la leve caída en el precio de las commodities agropecuarias. Los pronósticos se basan en una cosecha en toneladas idéntica a la de este año que, sin embargo, no está garantizada por la amenaza de sequía que generaría la irrupción de la Corriente de La Niña.