Las empresas de la construcción reaccionaron ante la promesa del candidato de La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, de reemplazar el modelo actual de la obra pública por un sistema financiado expresamente por la inversión privada.

Las compañías desacreditan lo que conocen de la propuesta, pero aspiran a conseguir un encuentro con el candidato y sus equipos técnicos, para indagar a fondo los planes del espacio aparentemente mejor perfilado para las elecciones generales. Ese es un esfuerzo que llevan adelante tanto en forma individual como a través de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco).

La tensión va in crescendo. Cuando Tiempo preguntó esta semana al entorno de Milei si se había producido una reunión, la respuesta pareció salir del ultraderechista en persona: “Milei no habló con la Cámara de la Construcción. Él la llama ‘Cámara de la Corrupción’ y se mantiene así”.

En sus últimas apariciones mediáticas, para destacar su propuesta para el sector, el referente de LLA relacionó, sin hacer alusiones personales, a las empresas constructoras y a dirigentes políticos con causas judiciales como la causa de los “Cuadernos”.

En la otra vereda, el presidente de Camarco, Gustavo Weiss, expresó que el candidato “nos acusa de corruptos y operadores como si su propuesta fuera la verdad absoluta. Nosotros de lo único que sabemos es de hacer obra pública”.

Así las cosas, la posibilidad de que se produzca un encuentro parece lejana. Especialmente del lado de LLA que, como pasó con otros temas después de las PASO, se las arregló para imponer la discusión de su agenda mientras los sectores interpelados se descubren obligados a dar la pelea corriendo desde atrás.

En este caso, el gobierno nacional se metió en la discusión a través de su ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis. El funcionario se puso al frente de lo que llamó “un paro activo” de todas las obras públicas del país, para «concientizar» a los trabajadores sobre las posibles consecuencias en la actividad derivadas de la dirección política que anticipan desde el sector Milei y, de acuerdo con la acusación, también del de Patricia Bullrich, candidata de Juntos por el Cambio.

Sin referente

Un tema que desvela a los empresarios es la identidad del elegido por Milei para gestionar la obra pública en caso de ganar las elecciones. Los dirigentes del sector asedian con esa pregunta a Juan Nápoli y a Darío Epstein, pero los asesores del precandidato más votado en las PASO también desconocen el nombre, o lo custodian bajo siete llaves.

Se sabe, a priori, que una intención del espacio es prescindir del ministerio y rebajar al designado al rango de secretario. Pero la distancia que impuso el líder de LLA impide por ahora a los artesanos del lobby acceder a más y mejor información. Ni hablar de posibilidades de influenciar en la campaña o colar algún concepto en la plataforma política.

Frente a esta incomunicación, la respuesta es desafiante. En diálogo con Tiempo, Weiss definió las proyecciones de Milei para la obra pública como “muy generales” e “imposibles de aplicar” en el país.

Las opciones

En el plan de gobierno de LLA la primera propuesta es la eliminación total de la obra pública estatal “reemplazándola por un esquema de iniciativa privada a la chilena, con waivers a la peruana y esquema de incentivos a la suiza”.

Un argumento del titular de la Camarco es que ese tipo de esquemas sólo funcionó en Inglaterra, Canadá y Australia, y que incluso en esos países, con estabilidad macroeconómica, financiamiento y tarifas altas en dólares, representan como máximo el 20% de toda la obra pública.

También apuntó que las obras plenamente realizadas por inversión privada deben tener algún tipo de mecanismo de repago por parte de los usuarios, como el peaje para las autopistas. Pero ese tipo de obras es apenas una parte de la infraestructura económica. Otras obras viales necesarias tienen poco nivel de tránsito y por lo tanto menos capacidad de repago. Sin mencionar las obras de infraestructura que directamente no ofrecen esa posibilidad.

Además, dejan afuera todo el universo de la infraestructura social, proyectos como hospitales y escuelas, entre otras, a menos que se privaticen.

La segunda propuesta de Milei es un programa de “fomento de fideicomisos de urbanización, infraestructura vecinal y construcción al costo” con el que proyecta reducir el déficit habitacional.

La opinión de Weiss es que esta segunda iniciativa es difícil de imaginar en una economía con los niveles de inflación de la Argentina y sin crédito a largo plazo.

Esperan a Massa y analizan a Bullrich

El presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (Camarco), Gustavo Weiss, aseguró a Tiempo que la entidad, además de buscar contactos con el ultraderechista Javier Milei, también invitó a dialogar al candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, con sus equipos técnicos y referentes de infraestructura.

El candidato oficialista todavía no pasó por la institución, que lo espera con un pedido de ordenamiento de la macroeconomía: “Sergio sabe que si mañana es presidente es una locura continuar con este desastre económico”, dijo Weiss.

La que sí pasó por las oficinas de la Camarco fue Patricia Bullrich, de Juntos por el Cambio. La propuesta de la candidata dejó una buena impresión a los anfitriones, que destacaron el plan económico del apuntado como futuro ministro de Economía, Carlos Melconian, en caso de que Bullrich gane la carrera presidencial. El esuqema de JxC apunta a revivir el programa de Participación Público-Privado.