La cámara empresaria de medios ADIRA extorsiona a periodistas trabajadores de prensa con políticas antisindicales para imponer salarios de pobreza

Entre 2015 y 2019, bajo el gobierno de Mauricio Macri, los grandes medios de comunicación fueron beneficiados con millones de pesos en pauta publicitaria, mientras se llevó adelante el mayor plan de ajuste en la historia al interior de los medios de comunicación, con miles de despidos y paritarias a la baja año tras año. Con el nuevo gobierno, bajo la pandemia, esos mismos medios además de continuar percibiendo una pauta millonaria, fueron alcanzados por el programa ATP. Como Federación reconocimos esta política del gobierno pero los empresarios utilizaron este programa en beneficio propio, muchas veces incumpliendo los salarios de convenio y las leyes laborales, cuando tenía por objetivo el sostenimiento del empleo y las condiciones de trabajo.

En ese contexto y con un planteo del gobierno nacional para que las paritarias estén por encima de la inflación, la cámara ADIRA, que nuclea a los diarios del interior, se niega a reconocer un aumento salarial que permita recomponer los salarios de las y los trabajadores de prensa escrita que hoy se encuentran muy por debajo del costo de las canasta básica. En algunos casos, los salarios apenas llegan a los 40 mil pesos. De esta forma, empresas que reciben millones de pesos por mes en concepto de pauta oficial de parte los estados nacional, provinciales y municipales -con un criterio arbitrario y que dista mucho de la que perciben medios autogestivos-, pretenden seguir precarizando el trabajo periodístico.

La Federación Argentina de Trabajadores de Prensa, con sus sindicatos adheridos, fue paciente en el reclamo y bregó por el diálogo en el marco de las negociaciones en el Ministerio de Trabajo. Tras dos meses sin ningún tipo de respuesta, se realizaron dos paros generales de 24 horas. Frente a eso, la cámara redobló la intransigencia, se ausentó de audiencias y determinadas empresas sacaron solicitadas en sus medios estigmatizando las medidas o realizaron amenazas persecutorias.

El respaldo a las medidas ha sido total, no sólo por parte de las y los trabajadores de prensa sino también de todos los sectores del movimiento obrero, como de la CGT, el Frente Sindical para el Modelo Nacional, las CTA y la Corriente Federal de Trabajadores, entre otros. 

Los trabajadoras y trabajadoras de prensa cumplimos un rol central e insustituible para garantizar el derecho humano a la información y nos expusimos durante la pandemia mientras los grandes medios operaron contra las medidas sanitarias. Resulta evidente, en este sentido, que no puede garantizarse plenamente este derecho esencial para la vida democrática con salarios de pobreza que obligan a las y los periodistas a tener dos o tres trabajos para llegar a fin de mes. 

Denunciamos que la política desplegada por ADIRA hasta el momento en esta paritaria pretende, indudablemente, el empeoramiento de las condiciones laborales y salariales de las y los trabajadores de prensa, a contramano de los objetivos planteados por el gobierno nacional. Ratificamos que cualquier escalada en este conflicto es exclusiva responsabilidad de la intransigencia patronal y que no permitiremos ningún tipo de amenaza ni de política que pretenda desconocer el derecho constitucional a huelga de nuestra Federación.