A casi tres años del default de Vicentin, considerado el mayor ejecutado por una firma privada y que se cumple el próximo 4 de diciembre, el concurso de acreedores está cerca de una resolución, según distintas fuentes consultadas.

La causa está en manos de la Corte Suprema de Justicia santafesina desde junio pasado, cuando se la sacó al juez civil y comercial de Reconquista, Santa Fe, Fabián Lorenzini. A pesar del tiempo transcurrido, el máximo tribunal aun no resolvió si va a intervenir en el proceso. La causa está, de hecho, paralizada. Se espera que tome una decisión próximamente.

Se estima que la Corte devolverá el expediente a Lorenzini. El antecedente es la resolución del procurador de la Corte de Santa Fe, Jorge Barraguirre, quien a fines de septiembre consideró que no corresponde que el caso sea tratado por los supremos provinciales.

No queda claro si esa decisión incluirá alguna recomendación a Lorenzino respecto del proceso que llevó a cabo en estos dos años. Cuando la Suprema pidió el expediente, trascendió que lo hizo porque no acordaba con varias de las decisiones tomadas en Reconquista, en particular, la condescendencia de Lorenzini con las operaciones comerciales que realizó el directorio de Vicentin después de presentar el concurso.

Expectativa en el Banco Nación

Esta semana trascendió que Silvina Batakis, presidenta del Banco Nación (BNA), se había manifestado favorable al cram down de Vicentin, es decir, el proceso de toma de control de la firma por parte de los acreedores, quienes deben diseñar un plan operativo y de pago de las deudas. La versión surgió de un grupo de diputados provinciales santafesinos que visitó el BNA para conocer la posición de Batakis, quien asumió en la entidad financiera en agosto.

“Batakis va a esperar la decisión de la justicia y no se va a pronunciar al respecto”, fue lo que le dijo a Tiempo una fuente con conocimiento del tema.

Entre los legisladores provinciales santafesinos había entusiasmo con la opción del cram down porque implicaría una administración “mixta”, público-privada, de Vicentin. El Banco Nación es el principal acreedor de la cerealera, con una cuenta de U$S 340 millones. Con todo, esta opción incluye la posibilidad de que un tercero asuma la administración.

La distancia de Batakis con el cram down no implica una diferencia con los mismos legisladores y otros actores de este asunto respecto de la propuesta económica que Vicentin elevó al juez Lorenzini para concluir con el concurso y que ha sido catalogada por todos ellos como “fraudulenta”.

Vicentin pretende pagar unos U$S 30.000 a cada acreedor pequeño y aplicar una quita del 70% de la deuda a los grandes. Según el procurador Barraguirre, “tal como está formulada la propuesta de pago, podría implicar la violación del principio de igualdad de trato, en tanto un sinnúmero de acreedores parecerían obtener 100% de su acreencia mientras que otros obtendrían un porcentaje notoriamente inferior”.