El 1 de enero Telefe estrenó “Acoso”, la serie de diez capítulos producida por la red Globo sobre el llamado “Doctor Horror”, el médico paulista Roger Abdelmassih, titular y dueño de una clínica de fertilización asistida que terminaba violando a las mujeres que trataba.

Protagonizada por Adriana Esteves (quien hizo de Carminha en la súper popular Avenida Brasil) y dirigida por Amora Mautner (directora de la misma serie que paralizaba al gigante sudamericano), Acoso tiene también a Paolla Oliveira, Mariana Lima, Silvia Lourenco, Gabriel Muglia, Juliana Carneiro, Bianca Müller, Sabrina Greve, Pedro Nercessian y Paulo Miklos).

La serie retrata los casos de las mujeres que, inspiradas por la denuncia de una y la investigación que emprendió una periodista -acosada por su medio para no avanzar tanto-, terminó con el juicio y condena de Abdelmassih a 278 años de prisión en 2014, por la violación de 52 mujeres y el intento de violación a otras 39 entre 1994 y 2007. Gracias a las influencias judiciales y de amigos en el poder, Abdelmassih huyó al Líbano y en 2018 fue beneficiado con la prisión domiciliaria por razones humanitarias.

El caso de Abdelmassih se empezó a conocer días antes que la misma Globo iba a poner al aire un documental sobre el “milagroso” doctor amigo de Roberto Carlos que había tratado a numerosas personalidades brasileñas que querían tener sus propios hijos. Entre ellos se encontraban Pelé, el ex presidente brasileño Collor de Melo, y celebridades de Brasil relacionadas con el espectáculo y también con la política.

Justamente el primer episodio (que se puede ver a través de la web de Telefe) se ve a Stela (Adriana Esteves) y Homero (Leonardo Netto) hablando con el médico Roger Sadala (el Abdelmassih interpretado por Antonio Calloni), quien se presenta como un puente entre el deseo de la pareja y la voluntad de Dios: un simple intermediario que hace posible el milagro del nacimiento, si la pareja en cuestión tiene la fe necesaria en la divinidad que le doctor representa.

Así las cosas, la serie evita los golpes bajos aunque no se presenta pulcra o decorosa en cuanto a la tenebrosidad del doctor, ni tampoco sobre los momentos más escabrosos, en los que intenta una estética cercana al asco antes que al abuso desmedido de poder. Y ahí reside, al menos en este primer capítulo, un atractivo que presenta esta apuesta de Telefe para el horario central de la televisión abierta: el desconcierto de las mujeres es tal -pocas situaciones como una violación en situación de anestesia total y por un médico de tamaño prestigio-, que la denuncia se hace harta dificultosa. La probabilidad de no ser creída es altísima, y más si se tiene en cuenta que si quiere su embarazo, la idea de mantener silencio se presenta poderosa, y si se habla, la acusación de frustración (ya que el tratamiento se ve interrumpido) está a golpe de lengua.

Su falencia mayor, al menos en este primer capítulo, es la nula crítica a la parafernalia de dispositivos que hacen de las mujeres presa fácil de las propuestas de fertilización: el embeleso con el que se presenta la maternidad/ paternidad del hijo propio, el halo con el que se inviste a la mujer embarazada y todos los etcéteras que cualquiera de ellas que haya pasado por un embarazo (y las que no también, porque sufren la situación de otras maneras) sabe de sobra.

Los siguientes episodios dirán si ambas características confluyen en un fuerte alegato o si se pierde más en la anécdota, algo que dadas las particularidades de lo que es el abuso y el acoso no está mal, pero que a cómo corrió y corre el agua bajo el puente ya no parece suficiente.


Acoso. Telefe de lunes a viernes a las 23, a partir del 1 de enero. También disponible en la web de Telefe.