“Vamos a hacer una recorrida por algunos momentos. Espero que ustedes lo sepan apreciar”, dice Luis Alberto Spinetta, en pleno escenario, en el  algún momento de su carrera.  Así se da comienzo al primer episodio de la segunda temporada “BIOS Vidas que marcaron la tuya”,  una hora y media colmada de imágenes conocidas e inéditas, que se intercalan de manera magistral con los testimonios de personas que conocieron de cerca su intimidad. Los testimonios dejan ver la gran cadena de amor que fue dejando en su vida el músico, como su legado para las generaciones venideras

Esta pieza documental que apela a la emoción y a mostrar algo más del ídolo, cuenta con la palabra de artistas de gran peso específico, como Charly García, Fito Páez, David Lebón, Ricardo Mollo, Juanse, Emilio del Guercio y Rodolfo García, entre los colegas del Flaco, pero  también suma parte de su familia: los hermanos de Luis Alberto, sus cuatro hijos del “Flaco» y su ex mujer, Patricia Zalazar. Todos dan detalles  para intentar entender la dimensión artística y humana de Spinetta, su genio, su manera de mirar para plasmar una obra única en la cultura popular argentina y el mundo.

Una de las primeras revelaciones de este trabajo es que hay más Spinetta por venir. “Con mis hermanos estamos trabajando en un disco con canciones inéditas de mi papá», cuenta Cata Spinetta en los primeros minutos del documental. Luego, aparecen los herederos en el estudio de grabación que erigió El Flaco, La Diosa Salvaje, escuchando la mezcla de «Ya no mires atrás». «Recién este es el primer track que estamos empezando a abrir –cuenta Dante–. Va a traer otra energía, vamos a ver qué pasa, a entender ese concepto que está flotando.”

El recorrido comienza en la casa natal del artista para encontrarse con los hermanos de Luis Alberto. ″La especialidad de él era la escritura, aparte de la música. Se le ocurrió escribir algo un día y se lo publicaron en Billiken. Tendría unos 8 años», contó su hermano Gustavo. “Luis ya fue al colegio leyendo y escribiendo simplemente porque yo había empezado el colegio dos años antes”, agregó su hermana Ana María (sí, la de “Ana no duerme”). Allí se muestran los dibujos del pequeño Luis, sus primeros manuscritos y todo una serie de recuerdos que llevan a los espectadores a la época del colegio del pequeño Luis, donde comenzó a estrenar sus dotes para presentarse frente a la audiencia, cualquiera sea. A través de una caja de recuerdos encontrada en su casa se lo recuerda como un excelente alumno, más allá de la sensibilidad que expresaba desde pequeño.

Todo suma para entender al ídolo y como llegó a consolidarse como un creador único. Aparece la casa de su infancia, donde compuso canciones como «Barro tal vez», con tan solo 16 años. Spinetta sólo tomó una clase de guitarra, pero fue un investigador obsesivo y nunca paró de buscar y aprender. Particularidades como esta expresan el esmero con el que fue realizado el documental.

En esa primera parte del documental también se narra la relación de la música con Luis Santiago, el padre de Luis Alberto, un tanguero de ley, que lo alentó a desarrollar sus gustos musicales, aunque también se da cuenta  de que quien más lo acompañó en sus comienzos fue su mamá, Julia Ramírez. Ella acompañaba a Luis a todos lados: clubes, teatros hasta concursos y programas de radio y TV.

El documental, como era de esperar, no dejó afuera ninguna etapa de su carrera. Tras contar la historia de Almendra, recordada a través de sus miembros Emilio del Guercio y Rodolfo García, se pasó a Pescado Rabioso, el segundo grupo del Flaco. Allí David Lebón, miembro de la agrupación, recordó cómo fueron esos años y puntualizó en un hecho particular: “Cuando se quemó mi hija, que se quemó muy mal, el único que vino a verme fue Luis. Estábamos peleados (ya estaba separándose el grupo) y me dio un abrazo”. Luego dijo, con lágrimas en sus ojos, que a partir de ahí lo consideró su amigo y hermano. “Te guste o no su música, él nos guió a todos”, recordó Lebón.

Un disco bisagra en la carrera de Spinetta fue sin lugar a dudas “Artaud” (1973), que también tuvo su espacio. “Tenía alrededor de 15 años. Fue un impulso muy fuerte ver que alguien cerca de casa hacia algo así”, dijo alguna vez Gustavo Cerati –recordado aquí–, quien en su primer disco solista (Amor amarillo) incluso grabó un tema de ese álbum: “Bajan”. Luego apareció en escena Juanse para hablar de Invisible, el cual él considera el mejor disco de la historia, otra de las grandes bandas de Luis; y después llegó el turno de Spinetta Jade y del disco “Kamikaze”, otro trabajo bisagra en su trayectoria.

El documental hizo referencia a un momento de crisis económica que vivió la familia Spinetta, en plena década de los ’80, a raíz de una estafa que sufrió el compositor. Afortunadamente ese momento pudo ser revertido con el éxito del disco “Pelusón of milk” (1991), que contendría el exitoso tema “Seguir viviendo sin tu amor”.

Además de testimonios, los músicos que participan del documental profesan un particular afecto y fascinación por Luis Alberto Spinetta. Por ejemplo, Javier Malosetti  mientras habla del Flaco no se puede contener y tiene que interrumpir su relato cuando recuerda la última conversación que tuvo con él. Fito Páez, por su parte, cuenta que conoció al cantante en la calle: «Nos conocimos en Santa Fe y Riobamba. Nos vimos. ¿Vos sos vos?, nos dijimos Lo abracé, le dije te quiero Luis, no soy nada sin vos y él me dijo: «Vos hiciste la mejor canción que se hizo en Argentina, ‘Tres agujas’. Dos tanos exagerados éramos», testimonia el rosarino entre risas. En ese sentido, Dante Spinetta explicó: “Fito terminaba contándonos relatos mientras nos dormíamos, sentado en la punta de la cama. Esa clase de cosas que hace que en la cabeza de uno, cuando sos pibe, se te dispare para cualquier lado y está buenísimo.” Ricardo Mollo, por su parte,  toma la Stratocaster roja del Flaco, mira al cielo y dice: «ya la guardamos Luisito». Inmediatamente toca «Despiértate nena» y luego sí cumple su promesa.

Catarina Spinetta estuvo a cargo de la conducción entrelazando las entrevistas con  imágenes caseras nunca antes vistas. También se encontró con Charly García, quien contó dónde se vio por primera vez con Luis: “Lo conocí en un restaurante que se llamaba Pipo. Él se acercó y me dijo: ‘Vos tenés mucho talento’. Me emocionó porque era mi ídolo”. Luego habló de la “rivalidad” que se alimentaba desde algunos sectores y cómo la pasaba cuando iba a ver a Spinetta tocar: “Me acuerdo que salía de los recitales de él y sus fans me re puteaban”. Charly García reconoce en este documental que «Rezo por vos» es del Flaco y se sorprende admirado por ese comienzo: «¡La indómita luz!». Pero hubo un hecho fortuito y desgraciado que dio por tierra con la promesa de grabar un disco juntos. Tocando el tema, estaban cantando aquello de «Y curé mis heridas y me encendí de amor y quemé las cortinas y me encendí de amor, de amor sagrado», cuando le gritaron a Charly: «se te quema la casa Charly», recuerda García con su típico humor. «Teníamos más temas, pero a él le dio miedo. Me parece que era un poco supersticioso».

Promediando la década del ’90 se produjo la separación entre Luis y Patricia Zalazar, y ese hecho no pasó desapercibido en el especial. Tanto su ex mujer como sus hijos se refirieron a ese momento tan doloroso para la familia y como se sobrellevo con paciencia y amor, como todo lo que hacía el Flaco.

Para terminar se recordó el recital de cinco horas que “El Flaco” brindó junto a Las Bandas Eternas en Vélez. Catarina contó que su padre le consultó qué hacer y que ella le aconsejó que se animara a brindar ese concierto que finalmente se realizó y que quedó en la historia grande de nuestra música.


“BIOS Vidas que marcaron la tuya”. Producción de National Geographic y Underground sobre la vida y obra de Luis Alberto Spinetta. Disponible en Flow y TeleCentro Play.