Con una puesta en escena que esquiva la política, entendida como un conjunto de problemas con sus posibles soluciones, se desarrolla el ingreso triunfal de los candidatos a presidente y vicepresidente de la Nación, al sonido de “Te quiero tanto” de Sergio Denis y rodeados de una multitud de fanáticos que los aclaman. Emilio Vázquez Pena (Diego Peretti) es el líder de una iglesia evangélica, desde donde sus contactos políticos lo llevaron a ser candidato a vicepresidente de la Nación. Armando Badajoz (Daniel Kuzniecka) encabeza la fórmula, pero es sorpresivamente asesinado a puñaladas frente a miles de personas por un desconocido que emerge de la multitud.

Así comienza El reino, una serie argentina con la que Netflix asume la oportunidad de reivindicarse produciendo una ficción nacional de calidad. Con guiones de los reconocidos Claudia Piñeiro y Marcelo Piñeyro (quien también dirige seis capítulos, mientras Miguel Kohan los otros dos), se desarrolla un thriller de suspenso de ocho episodios que reúne un concierto de grandes actrices y actores argentinos. Se puede definir El reino como una historia policial que por momentos se focaliza en la intriga política y religiosa.

El personaje de Vázquez Pena es seguido de cerca por su esposa, la pastora Elena (Mercedes Morán) y su numerosa familia, con hijos involucrados en su fe y sus negocios, salvo Ana (Vera Spinetta) que, como contadora, trabaja para ellos pero reniega de su familia. Por su parte, Tadeo (Peter Lanzani) es el más presente y enigmático fiel de la iglesia de quien no se cuenta mucho, pero se insinúa un pasado por descubrir. A estos se les suma Julio Clamens (Chino Darín), un personaje con matices, que juega el juego de la política y de la religión, es hijo del candidato contrincante a presidente de la Nación, pero a la vez es una suerte de ladero jefe de campaña del pastor y amante oculto de Ana.

El relato comienza a enrarecerse con la investigación de la fiscal Roberta Candia (Nancy Duplaá), quien intentará indagar en los hechos que en apariencia son evidentes, incluso con un detenido autoincriminado, pero como se estila en el género: nada es lo que parece. Se desatan al menos dos frentes de tensión para Vázquez Pena: la negociación con Rubén Osorio (Joaquín Furriel), un hombre del candidato a presidente asesinado que ya sin su jefe representa el poder real del partido y queda a cargo de la estrategia electoral. Por otra parte, se abre una búsqueda por esclarecer el asesinato en medio de trabas políticas que enfrentarán a la fiscal con sus superiores y con la familia del pastor.

Es interesante cómo en los primeros capítulos se muestra la dimensión política imbricada con la religiosa. Los candidatos representan una clara posición neoliberal con la adición de elementos teocráticos, donde la mirada “provida” y homofóbica es explícita, una suerte de bolsonarización de la política argentina. Desde allí, es una apuesta temática alarmante porque pone en evidencia una problemática con fuerte presencia en Latinoamérica, que es la ligazón entre la política partidaria y sectores fundamentalistas antiderechos que buscan aprovechar las crisis de representación para participar dentro de los mecanismos de la democracia. Allí la serie, que centrará su narración en el thriller policial, también invita a una reflexión acerca de la necesidad de debate sobre la separación entre las iglesias y los asuntos del Estado.

En términos audiovisuales, la producción se ajusta a una propuesta de buen entretenimiento que retoma cierta velocidad narrativa recurrente de la plataforma, al tiempo que apela a una mirada local que incluso muestra imágenes de Buenos Aires como impronta identitaria. El punto fuerte, además de los guiones logrados, son las excelentes actuaciones del elenco protagónico que enaltece no solamente esta serie sino la ficción nacional: Peretti en la construcción de un personaje perverso pero con la palabra medida, Duplaá desde la clásica investigadora que conjuga sus inconvenientes personales con la fortaleza de carácter para enfrentar una situación que la perturba y Morán que compone un rol central desafiante que la destaca como una actriz de renombre.

El reino promete cumplir con las expectativas que generó de los aficionados a las series de plataformas, como una de las pocas apuestas nacionales que cuenta con numerosos componentes que la posicionan como una de las más esperadas del año. «



El reino

Dirección: Marcelo Piñeyro y Miguel Kohan. Guión: Marcelo Piñeyro y Claudia Piñeiro. Elenco: Diego Peretti, Mercedes Morán, Chino Darín, Nancy Dupláa, Peter Lanzani y Joaquín Furriel. Disponible en Netflix.