La acción transcurre (ojo spoiler para quien no haya visto Batman vs. Superman) después de la muerte de Superman. Si bien siempre acechada, por primera vez Ciudad Gótica ya no tendrá un superhéroe que la defienda, sino uno de equivalentes poderes que la someta.
Hasta ahí todo muy lindo. A continuación, los problemas del film.

El primero y principal, la falta de pericia para presentar y mínimamente explicar la gran cantidad de personajes protagonistas. Para los seguidores del comic casi que todo bien, para el público en general, roza el fastidio. Ahí pierde mucho tiempo, y sobre todo, el entusiasmo que todo film de superhéroes, suele traer desde el vestuario (o desde las publicidades y trailers de próximos estrenos, para amoldar la metáfora futbolera). El tiempo es prácticamente el mismo para cada uno, como si a cada franquicia de los personajes le correspondiera por contrato un tiempo similar, cuando las equivalencias podrían buscarse de otro modo. Encima las maldades que debe mostrar cada uno (y su punto débil y contrastante de amorosidad) deben ser originales, algo que luego de tanto cine y tanto cómic se acerca a una misión imposible.

Entonces habrá acción, pero más habrá de relaciones, interacciones, reclamos y reproches entre este manojo de inadaptados de conductas psicópatas, que no es precisamente lo que el contrato previo que el género tiene con el público. Porque puede haber, a la manera de Batman, un aire existencialista; o del Hombre Araña, un debate ético. E incluso si hay cuestiones de vedetismo, debería decir más que la simple anécdota o el favoritismo identitario de cada espectador. Bah, al menos es lo que las películas provenientes de Marvel han abierto para relacionar más los films con el espíritu de los comic que le dieron origen. Hasta la fallida Batman vs. Superman lo tiene.

Destaca la cantidad de hits provenientes del rock y pop que la productora consiguió. También la Margot Robbie de Harley Quinn, que le pone simpatía y toque femenino no thatcheriano a un universo desbordante de testosterona.

Habrá saga, qué duda cabe. Y entonces tal vez el opaco trago quede justificado.

Escuadrón suicida (Suicide Squad. Estados Unidos, 2016). Guión y dirección: David Ayer. Con: Jared Leto, Will Smith, Margot Robbie, Joel Kinnaman, Viola Davis, Jai Courtney, Jay Hernández, Ezra Miller, Shailyn Pierre-Dixon, Jim Parrack y Adewale Akinnuoye-Agbaje. 123 minutos. Apta mayores de 13 años.