Es una historia de película, sin dudas. La medalla de Oro en Atenas 2004, o los subcampeonatos del Mundial de Indianápolis 2002 y China 2019, tienen una épica propia y un por qué. 3DT, el documental de José Glusman recientemente estrenado, se mete en el detalle de esa experiencia. En los últimos 24 años, la Selección Argentina de Basquet obtuvo 16 logros internacionales, con sólo tres entrenadores. Los ciclos de Rubén Magnano, Sergio “Oveja” Hernández y Julio Lamas al mando del equipo nacional inspiraron al cineasta a condensar esa gesta en 145 minutos de testimonios exclusivos de los protagonistas, junto con imágenes de archivo que vuelven a emocionar. Además de la mirada del trío de técnicos, en el film hablan las figuras de la Generación Dorada: Emanuel Ginóbili, Luis Scola, Andrés Nocioni, Fabricio Oberto y Pepe Sánchez, entre otros.

El filme que puede verse en el Cine Gaumont y en la plataforma Cine.ar TV, no sólo habla del trabajo o los logros deportivos, sino que intenta hacer un paralelismo entre éstos y las acciones coherentes que demanda buscar un bien común: cada uno de los que llegó a dirigir la Selección de Básquet se preocupó por conservar lo bueno que había construido su antecesor, trabajando para mejorar y seguir creciendo.

“El documental está realizado para mostrar un recorrido desde la creación de la liga nacional, allá lejos y hace tiempo, explicando el proyecto a largo plazo; un buen ejemplo de cómo con un objetivo claro, se pueden lograr resultados”, afirma el “Oveja· Hernández, que reconoce que no sólo se trató del trío de entrenadores, sino que fueron muchos más. “Hubo una idea, estuviese quien estuviese se seguía ese camino, sin romper lo que estaba bien, más allá de que cada uno aporta lo suyo. Como hacer una película, el director es uno pero todos aportan algo en cada departamento. Hubo coherencia y eso es digno de mostrar”.

Hernández cree que el formato audiovisual le da poder a la historia. “Se ven las imágenes y los propios protagonistas, contando qué es lo que se siente y explicando el concepto. Eso me gustó de este proyecto. No es una ficción, sino una mirada sobre los logros y las falencias que también hubo. Hubo cosas buenas y malas en todos estos años, y eso vuelve al relato en algo bien verídico y que puede identificar a cualquiera, haciendo un paralelismo con la vida cotidiana. Esto es lo valioso de esta película, sin duda”. Para el entrenador también es interesante que 3DT pueda atraer al público que consume documentales, más allá de si le gusta el deporte o no. “Es un formato que nunca va a ser masivo, pero es interesante. Uno como espectador mira documentales de otros deportes u otras actividades, porque más allá de eso, la potencia de la narración pasa por la verdad, o por ver otro lado de las cosas”.

Es curioso y atractivo cómo fue todo ese camino que devino en tantos éxitos para la Selección Nacional. “Yo fui asistente de Lamas, luego, yo lo llamé a él para que sea el segundo entrenador, y así”, explica Hernández. “El deporte trasciende la actividad y muestra cómo es una sociedad,. En 40 minutos que dura un partido hay tristeza, alegría, euforia, concentración extrema, sensación de éxito, sensación de fracaso, empatía, solidaridad; a veces en un cuarto de partido pasás por todo eso. Es inevitable ver cómo se maneja eso y comparar con otras actividades, políticas o empresariales, porque tiene elementos humanos. Hay dinámicas que son comparables. Y eso para el cine, eso es un insumo invaluable”.

El entrenador cree que la moraleja es cómo buscar (y lograr) la excelencia en lo que se haga. “Los tres técnicos que estamos en foco en el documental somos apasionados por el deporte, pero desde distintas aristas y características. Pero uno intenta rodearse de los mejores, para darle lo mejor al equipo. Brindamos un servicio en esta tarea. Preparamos todo para que los jugadores se luzcan, ayudamos para que estén física, técnicamente y mentalmente preparados  para dar lo mejor de sí.  Y el equipo técnico es clave: para analizar videos, rivales, jugadas, o en el aspecto físico y médico, también tienen que ser el mejor, armar un equipo de trabajo no es fácil. Y uno puede llevarse bien pero no tiene que ser amigo, tiene que confiar en el otro sabiendo que es el mejor en lo suyo”.

No hay melancolía en el recuerdo de Hernández. “Me gustó que hagan esta película porque me puso en perspectiva todo lo que pasó. Yo no soy de mirar para atrás, entonces me sirve que esté todo documentado, casi como un repaso de mi propia vida. Uno siente que todavía tiene cosas por hacer, siempre pensando en el próximo paso, entonces viene bien de vez en cuando parar y observar lo que hiciste, para disfrutarlo. Para que no correr a la nada. Hay que disfrutar del viaje y llevarte bien con lo que te salió mal y lo que te salió como soñabas”. Frente a la derrota es más difícil no sentirse el peor, afirma el entrenador, pero “ visto a la distancia, te das cuenta de que es parte de la experiencia humana, y que ganar y perder es relativo. El documental muestra que nadie gana siempre ni pierde todas y que no se trata de ser resultadista”.

Competir y  lograr objetivos depende de muchos factores. “Nada sucede mágicamente, son procesos. Uno lo aprende con la edad y con las vivencias, con las relaciones que construye. Eso muestra la película: cada uno forma su camino pero puede combinarse con otras maneras de pensar. Claro que eso se aplica a lo que quieras. Me gusta toda actividad que sea dinámica, y creo que todo tiene que ver con cómo se manejan las virtudes y defectos que todos tenemos, pero con un objetivo que no sea egoísta.  Quiero sacarle 20 puntos al rival en el primer cuarto, porque soy ansioso, pero si Julio o Rubén tienen algo diferente, lo ideal para el equipo es que yo no ponga el personalismo delante, si no que ser responsable y tomar eso que el otro aporta, porque sino no se darían los logros”.

Para Hernández, las camadas de jugadores son esporádicas, por eso lo más importante es afianzar la base para que crezca y no esperar milagros. “Si hay algo que deja claro 3DT es que si no hubiese existido la liga nacional no hubiese habido generación dorada, ni técnicos que la dirijan. Hay que darle bola al deporte formativo, el deporte es un derecho que no está explotado ni se defiende tanto como se cree. En básquet no hay que esperar al destino. Cada vez tiene que haber más chicos empezando a jugarlo, porque hay buenos entrenadores y una organización bien plantada para seguir trabajando. Es una inversión que hay que sostener, hay que tener ilusión y seguir trabajando para cuidar el aspecto interno, más allá de que tengan que irse a jugar afuera por los números que se manejan y ese roce internacional le sume a su juego. Hay materia prima, hay que rodearla de una buena estructura para que explote”.




3DT
Un documental de José Glusman sobre la Selección Nacional de Básquet, con testimonios exclusivos de Rubén Magnano, Sergio Hernández, Julio Lamas, Emanuel Ginóbili, Luis Scola, Andrés Nocioni, Fabricio Oberto y Pepe Sánchez. Hasta el 16 de noviembre funciones a las 14.45 en Cine Gaumont, Rivadavia 1635. También disponible en Cine.ar.