Ricky Gervais, ganador del Emmy, reconocido mundialmente por su humor ácido y nunca exento de polémicas, presentó su segundo especial de stand-up para la popular plataforma de streaming. De hecho, el británico tiene un contrato de exclusividad de contenido con Netflix, que consiguió gracias a la buena recepción de su anterior especial de humor Humanity (2018) y que le permitió también volver a la ficción con el éxito fenomenal de su serie After Life, la cual terminó, luego de tres temporadas, este año. Esa comedia dramática que sigue al personaje que encarna el mismo Gervais, un hombre tratando de seguir adelante con su vida luego del fallecimiento de su esposa, logró más de 85 millones de espectadores, y allanó el camino para que este regreso del cómico con su nuevo show se transformara inmediatamente en uno de los sucesos de la plataforma.

Con su habitual estilo de jugar al límite, entrando y saliendo de los terrenos escarpados de muchos debates socioculturales de actualidad, en SuperNature Gervais intenta refutar lo sobrenatural, ya que todo lo que existe -afirma- es parte de la naturaleza. Para el cómico, en el universo aquello que no tiene explicación en algún momento la tendrá. El actor aprovecha el planteo para ofrecer su mirada sobre las reglas de la comedia (al menos las suyas), basadas en la baja probabilidad de existir y su poca predisposición a pensar que algo pasará luego de la muerte. También se ríe de la mirada religiosa de las cosas y hasta reflexiona sobre las enfermedades -COVID incluido- y la salud.

Además, y sin hacer exactamente humor político, no pierde la oportunidad de pegarle a Boris Johnson o de hacer chistes lisérgicos sobre de Hitler. Tampoco se priva de cuestionar la corrección política, lo cual, como es habitual con sus producciones, generó controversias y pedidos de cancelación del show a la plataforma. En algún momento también se encarga de la sátira autorreferencial, burlándose de la culpa de clase con la que convive, ya que no deja pasar la oportunidad de hablar de su fortuna y los demás privilegios que consiguió a partir de su fama.  

Grabado en la capital inglesa en el London Palladium, SuperNature se estrenó antes de las restricciones por la pandemia de 2020, aunque en cuanto sucedió la reapertura, el comediante comenzó una gira y aterrizó, de nuevo, en Netflix.