Ya está en cartel en el Centro Cultural Rojas Los pájaros, la tercera obra del dramaturgo y director Juan Ignacio González, protagonizada por Marcelo Subiotto. «Juan me buscó cuando ya tenía el material que venía trabajando con el grupo que habitualmente trabaja –cuenta Subiotto sobre su encuentro con el autor–. Tenían este texto y me invitó a participar. Lo leí, me pareció bueno y decidí aceptar».

El formalismo de Subiotto no es una respuesta automática. Por eso, rápidamente desarrolla su experiencia: «He hecho algunos unipersonales (como Los pájaros«) años atrás. Mi primera experiencia fue con un texto que me ofrecieron, como en este caso, y luego hice algunos propios. Lo extraño acá es que Juan es alguien que no me conocía, con quien nunca nos habíamos cruzado y no estábamos al tanto del trabajo del otro. Al menos yo. Y me pareció muy buena la forma integrada en la que trabaja. La luz, la música, la escenografía, no digo que sea un equipo audiovisual. Pero todos suman a la narración de manera importante. No es sólo un actor hablando. La música, la luz, la escenografía no son cosas que complementan, sino que dialogan y confluyen en un mismo lenguaje».

Además de González y Subiotto, el equipo de Los pájaros está compuesto por Clara Maydana (música en vivo), Julieta Potenze (escenografía), Lucía Feijoo (iluminación), Nadia Sandrone (vestuario), Clara Maydana y Alfredo García (composición musical), Jorge Lagos y Alfredo García (diseño sonoro), Sergio Calvo y Romina Asat (diseño gráfico), Federico Pérez Gelardi (fotografía), Alejandra Bueses (asistencia de dirección) y Zoilo Garcés (producción).

«En los últimos años pasé el medio siglo de vida, voy a cumplir 52 años y me di cuenta de que hay una generación de jóvenes a los que les llevo más o menos 20 que me convocan para sus proyectos, y eso sí me parece raro. Me gusta mucho que jóvenes directores y dramaturgos piensen en mí más allá de la edad que debería tener el personaje. Empezamos a dialogar entre mundos estéticos diferentes, algo que es nuevo para mí. Porque no sólo se trata de textos que tienen una diferencia generacional en su mirada, sino también una forma de trabajo. Juan, por ejemplo, tiene una perspectiva muy autogestiva y artesanal, y de alguna manera tengo la sensación de que vuelvo a un origen. Llevarte 20 años es llevarte a mundos e historias diferentes. Entonces los encuentros son muy ricos, porque al momento de ponerte a trabajar estos cruces generacionales, sin que te des cuenta, hacen aparecer nociones del tiempo y de lo narrativo distintas: se trata de gente que creció en mundos diferentes que manejan diferentes velocidades, que producen distintas formas narrativas, y eso abre un diálogo más que interesante».

 En la sinopsis de la obra dice: «En el instante previo a disolverse, Aldo reconstruye sus últimas horas y su vida». Subiotto detalla: «Tuvimos varias lecturas del material y Juan es una persona muy flexible para laburar. Desde el principio me dijo que la propuesta con el montaje de la obra vuelve a comenzar: ahí retocás, ves cosas que no habías visto, percibís de otra manera cosas que habías pensado distinto. Aldo (el personaje) emprende un viaje desde Córdoba hacia el norte y en ese viaje como que se va desprendiendo y despojando de cosas. Fuimos encontrando que la sencillez del personaje lo hace transitar por situaciones de conflicto no como un neurótico de ciudad sino de una manera natural, híper despojada. Se dirige hacia una muerte más como dionisíaca, es un individuo que se funde con la naturaleza, termina fundido a esa inmensidad del salar. Esa es la idea que fuimos encontrando en el camino».

Un camino que a Subiotto le abrió, puede decirse, una nueva relación con él mismo. «A mí me va devolviendo al actor que ya fui pero cambiado, presente, un poco es como el viaje de Aldo, el personaje: paso a ser otro para mí mismo, y ese otro es el camino que tengo que recorrer hacia delante, que hace aparecer nuevas facetas. Son pedazos que se van reorganizando. Creo que el actor tiene la posibilidad de ‘consagración’ o la posibilidad de prestar su cuerpo como un caleidoscopio en el que se van cruzando los vidriecitos y dan posibilidad a cosas nuevas». «


Los Pájaros. Dirección: Juan Ignacio González. Guión: Juan Ignacio González e Ignacio Torrres. Actúa: Marcelo Subiotto. Lunes de agosto y septiembre a las 20.30 en la Sala Batato Barea del Centro Cultural Rojas, Av. Corrientes 2038. El lunes 19 no hay función por el feriado.