Volvió a suceder en Tucumán: Un abuso sexual, un embarazo forzado y una cesárea a una nena de diez años víctima de una cadena de violencias y abandonos.

El embarazo fue advertido hace unas semanas por Isolina, una vecina que estaba a cargo de la crianza de la nena. Ella puso la denuncia en la comisaría de Lastenia, luego de confirmar que la niña además de haber sido abusada estaba embarazada.

El abusador, según la misma nena relató, es Carlos Alberto Merlos de 54 años pareja de Isolina. Al día siguiente de que se enteraran del embarazo, desapareció. La justicia dispuso la captura internacional para Merlos que desde hace una semana está prófugo.

Según Isolina, notó que la nena había engordado e hizo un test de embarazo, de ese modo se enteró. Sin embargo, Carmen la madre biológica de la nena afirmó al medio La Nota, de Tucumán, “todo el barrio sabía que la chiquita estaba embarazada, pero ella (Isolina) decía que era gordura. Cuando supuestamente se entera de que estaba embarazada, no me cuenta a mí. Para mi ella sabe hace meses”.

La nena dio a luz el fin de semana a un bebé que está en la sala de Neonatología de la Maternidad de Tucumán. De allí, irá en adopción. Sin bien, desde el estado afirman que se armó un equipo

una vecina quien se hizo cargo de la nena desde que nació, y quien puso la primera denuncia en la comisaría de Lastenia, en Tucumán. Luego, al enterarse de la situación, Carmen la mamá biológica de la nena también interpuso una denuncia en la misma comisaría.

Apenas se conoció esa denuncia se conformó un equipo multidisciplinario para la aplicación de los protocolos de interrupción legal del embarazo. Sin embargo, debido a que la gestación estaba avanzada se practicó una cesárea, tal como sucedió hace tres años con Lucía.

Por su parte, la madre biológica de la niña pide que la restituyan a su hogar. De acuerdo a lo que contó en el portal Los Primeros, Carmen no había podido cuidar a la nena apenas nació y luego Isolina se negó a “devolvérsela”. “Ella no estaba bajo mi cuidado porque cuando la tuve a ella tuve mellizos y uno quedó internado y tengo seis hijos aparte de ellos, no tenía quién me la cuide, ella se ocupó de cuidarla. En los primeros meses no quería que la vea así que fuimos a un juicio que yo gané. Pero tenía que construirle una habitación. Yo no tengo recursos para eso así que entonces se quedó a vivir con ella”.

La Justicia estaba estudiando qué medidas tomaba y cuál sería el futuro de la nena una vez que reciba el alta de, Instituto de Maternidad de San Miguel de Tucumán.

El embarazo forzado y la problemática del abuso sexual infantil

La violencia sexual contra niñas, niños y niñes es una de las grandes problemáticas que no tienen por parte del Estado un trabajo sostenido.

“Es un tema en el que venimos trabajando hace muchos años y nuestra mayor preocupación es que se visibilice. Los abusos siguen ocultos, negado”, afirma Adriana Guerrero, coordinadora nacional de Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem). “Cuando lanzamos de ‘embarazo infantil forzado es tortura’ fue poder visibilizar esta cuestión en la región, en América latina”.

“De los casos que seguimos y específicamente en Tucumán desde el caso Lucía, nosotras insistimos en que haya campaña de prevención del abuso sexual infantil porque no tenemos datos, no hay información que nos digan qué cantidad de niñes abusados hay, no tenemos información acerca de cuántas quedan embarazadas después de esto los únicos datos que el sistema nos da es de las que paren”, agrega Guerrero.

Para Guerrero, es urgente realizar campañas masivas, “hay que empezar a hablar de violación y de violadores, porque si no, estamos invisibilizando el tema o escondiéndolo”.

Desde el Estado, afirma la coordinadora de Cladem, es necesaria una decisión política que lleva a detectar los posibles casos de niñas, niños o niñes abusadas. “que una niña de diez años llegue un séptimo mes de embarazo sin que nadie lo advierta: comunidad, sistema de salud, vecinos, escuela. Nadie detectó que la niña estaba siendo violada, que ha quedado embarazada. En un cuerpo de diez años, ¿nadie se va a dar cuenta de tres, cuatro meses de embarazo?”, se pregunta Guerrero.

También aclaró que por más que se la denomine de ese modo, no se trató de una ILE, se trató de un alumbramiento. “Tendría que haber una política por parte del Estado de prestarle de verdad atención a estas situaciones. El embarazo infantil es la punta del iceberg de los millones de abusos, es lo que vemos de los millones de abusos que sufren las infancias en esta sociedad”.

Una de las herramientas que sirvió para hablar de los abusos sexuales es la Educación Sexual Infantil. Tucumán es una de las provincias que se niega a dictar los contenidos en las escuelas. “Sí, se ve la necesidad de la ESI pero en el más amplio de los sentidos y de la manera más social y comunitaria. Porque nosotras necesitamos que esa información que con muchísimo trabajo y en algunos lugares se implementa en el sistema educativo, también se aplique en otros espacios. Necesitamos comunidades informadas, personas que, aunque no estén dentro del sistema escolar puedan tener información para ver, resguardar, denunciar. Es probable que muchas personas que están alrededor de esta niña no hayan visto la situación. Si lo ha podido denunciar por qué no lo ha denunciado por qué sigue tomando el abuso como algo privado o vergonzante”.

Por su parte, desde la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito – Regional Tucumán pidieron que no se exponga a privacidad de la nena.

“Con este nuevo caso de abuso sexual y embarazo infantil, se pone de manifiesto una vez más la urgencia de implementar Educación Sexual Integral en todas las escuelas del territorio provincial. La ESI tiene un rol esencial en la detección de los casos de abuso sexual en las infancias y adolescencias”, destaca el comunicado.

“No podemos dejar de mencionar el rol del Estado en estos casos: es el Estado el responsable de asignar presupuestos a los organismos competentes y de diseñar políticas públicas que tiendan a la prevención del abuso sexual infantil y del embarazo infantil forzado, como así también de la protección de los niños, niñas y adolescentes, sobre todo cuando se trata de quienes dependen exclusivamente de la salud pública para ver garantizados sus derechos humanos fundamentales.

Continúa la búsqueda del violador

La Justicia dispuso la captura nacional e internacional de un hombre de 54 años acusado de abusar sexualmente y embarazar a una niña de 10 años que se encontraba bajo el cuidado de su expareja en Tucumán. Según consta en la investigación, la mujer hacía cinco meses que no veía al agresor, que era vecino de la zona pero que no había convivido en la misma casa con la niña.

A partir de la denuncia de la mujer, el pasado 3 de enero el juez Gonzalo Ortega ordenó un allanamiento en la casa del acusado, ubicada en la ciudad de Lastenia, pero él no estaba allí.

“No sé dónde está“, dijo la madre del acusado a la policía, y precisó que su hijo se había escapado en una motocicleta Zanella 110, de color azul.

El fiscal Carlos Sale, que está a cargo de la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual durante la feria, solicitó una orden de captura nacional e internacional con el objetivo de hallar al acusado, cuya identidad no fue informada para proteger a la víctima.