Soy Arquitecta es una red que nació en 2018 para promover espacios de representatividad de las mujeres en el mundo de la Arquitectura. Desde entonces comenzaron a trabajar en una encuesta sobre el desarrollo de la vida profesional en esa disciplina.

Finalmente, en 2020 pudieron concretar la idea junto con el equipo de la Línea de Investigación Urbanismo, Arquitecturas y Diseño Feministas CONICET que tenían planeado armar una encuesta para arquitectas en el marco de un trabajo de investigación, por lo que encararon ese trabajo todas juntas.

Cayetana Merce fue quien tuvo la iniciativa de crear Soy Arquitecta, que al principio era un grupo muy chico que creció con un criterio de red profesional, según cuenta Victoria Migliori, integrante de la red. Hoy la red está camino a transformarse en asociación civil que tiene como objetivo ayudar a las arquitectas a transitar con éxito su camino profesional.

Son muchas las demandas que se plantean. “Existe un vacío en lo que respecta a los datos sobre la actividad profesional de las arquitectas en la Argentina. Esto conlleva enormes dificultades a la hora encarar proyectos que impulsen la igualdad de género y una mayor visibilidad del trabajo de estas profesionales”, afirman a Tiempo Argentino, Victoria Migliori y Cayetana Mercé. “Con esta encuesta buscamos aportar la información suficiente para poder planear acciones que permitan equilibrar las disparidades que existen en la matrícula”, coinciden.

-Más allá de lo particular de esta situación por la pandemia, ¿Cuáles son las dificultades más grandes que aparecen para que las mujeres arquitectas puedan ejercer la profesión?

Victoria Migliori y Cayetana Merce -Las más evidentes están en torno a la invisibilización de las arquitectas en la historia de la arquitectura, en los libros, en los paneles de charlas y congresos. También la precariedad laboral, las dificultades para combinar vida personal, familiar y profesional, la falta de oportunidades de alcanzar espacios de liderazgo y decisión y el problema económico vinculado a la dificultad para cobrar honorarios, a la brecha salarial y a la interrupción de la trayectoria profesional por la maternidad y las tareas de cuidado.

-Hay profesiones que todavía siguen intentando mostrar que “son de hombres”, en el caso de la arquitectura, ¿cómo es?

VM y CM:- El 60% del alumnado de la FADU/UBA son mujeres y los mejores promedios son también de las alumnas. La mujer en la arquitectura aparece participando en muchas áreas, no solo en proyecto y dirección -que tal vez es la más valorada por la capacidad que tiene de generar riqueza- sino también en urbanismo, diseño, patrimonio, acción social, investigación y el mundo académico, entre otras. Es una profesión muy amplia donde la mujer encuentra un campo rico para su capacidad creativa.

-¿Cómo se elaboró la encuesta?

VM y CM:- Primero nos planteamos una serie de preguntas que nos veníamos haciendo desde que comenzamos este trabajo en red, ¿Dónde están las arquitectas? ¿De qué trabajan? ¿Cuántos trabajos tienen en forma simultánea? ¿Cuánto ganan por ese trabajo? ¿Cómo combinan la vida personal y profesional? ¿Si fueron víctimas de acoso laboral o sexual?, entre otras preguntas. Luego nos planteamos los objetivos que buscamos con este proyecto: diagnosticar la situación profesional de la mujer en la arquitectura, plantear líneas de acción y transformación para mejorar la situación existente y reflexionar sobre las dificultades que atraviesan las profesionales argentinas. La segunda etapa es el armado del cuestionario y subirlo a la plataforma y la tercera y última etapa será la elaboración del informe con el diagnóstico y las conclusiones.

La encuesta es federal y se podrá responder hasta mediados de julio. “Llegar a todo el país es uno de los desafíos porque la profesión está muy atomizada, con pocos o casi ningún proyecto que cruce a todo el país. No nos conocemos prácticamente”, agregan las arquitectas.

La red, Soy Arquitecta, fue una de las organizaciones que acompañó la denuncia que se conoció en las últimas semanas contra el decano de la Facultad de Arquitectura y de Urbanismo, Guillermo Cabrera quien apenas fue denunciado en la fiscalía pidió una licencia en su cargo. Ante la gravedad de la situación, diferentes colectivos pidieron la intervención del Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad.

La encuesta que elaboraron las arquitectas junto al Conicet se puede contestar en este link: http://soyarquitecta.net/encuesta/