Activistas LGBTIQ+ apuestan a la memoria, el diálogo y la visibilización de derechos y violencias, frente a la derechización de la política en Argentina. Lo hacen en el marco del Día del Activismo sobre la Diversidad Sexual, que se conmemora cada 20 de agosto desde el 2012, en memoria del militante por la diversidad sexual, Carlos Jáuregui.

Un punto de vista LGBTI+

El domingo pasado fueron las elecciones Primarias, Abiertas y Simultáneas (PASO) en la Argentina. El precandidato más votado para la presidencia de la Nación fue Javier Milei, del partido La Libertad Avanza, junto a su compañera de fórmula, Victoria Villarruel.

Uno y otra se han expresado en contra de derechos conquistados en el país. Villarruel dijo en una entrevista con el periodista Luis Novaresio que el matrimonio igualitario no era necesario ya que con la unión civil era suficiente. Milei, en tanto, se pronunció en contra del aborto legal y anticipó que de ser electo haría un haría un plebiscito sobre la ley de interrupción voluntaria del embarazo (IVE). Estas, entre otras propuestas.

¿Qué hacer frente al desconcierto que trajeron los resultados electorales de las elecciones primarias del domingo? ¿Cómo condensarlo en acción colectiva? Les activistas Alba Rueda, SaSa Testa y Vic Sfriso contestaron algunas interrogantes para pensar al activismo actual.

Alba Rueda, activista trans y Representante Especial sobre Orientación Sexual e Identidad de la Cancillería Argentina

¿Qué estrategias puede llevar adelante el activismo LGBTIQ+ frente al panorama actual de derechización de la política y los discursos de odio que afloraron?

La primera estrategia para el colectivo LGBTIQ+ frente al panorama actual continúa siendo la visibilidad. En este caso, visibilidad política que recupere la noción de los sentidos de nuestro activismo, que en América latina no es liberal, de pinkwashing, sino más bien con conciencia de la necesidad de transformación de las desigualdades en las que habitamos por sociedades más justas e igualitarias.

Por otro lado, visibilizar la violencia. Las personas LGBTIQ+ estamos viviendo situaciones de violencia en las redes sociales, algunas en los ámbitos públicos, en la calle. La amenaza que significa adoptar un gobierno que promueve y tiene como objetivo el valor de la superioridad de algunas personas por sobre otras sin duda tienen un alto impacto en nuestras vidas.

Uno de los enfoques para encarar esto implica mostrar las implicancias de las afirmaciones que están planteando. Qué pasa en los ámbitos cuando no se respetan nuestros derechos. Lo que pasa es que se refuerzan esos estereotipos, están más presentes, se validan y se legitima la violencia silenciosa de los prejuicios. Y en otros casos no tan silenciosas o individuales sino más bien ataques colectivos a nuestras posiciones.

¿Cómo puede ampliarse a otros sectores la llegada de discursos en pos de los derechos LGBTIQ+?

Hace mucho tiempo nosotras identificamos en continuar con una visibilidad social todo nuestro activismo. Creo que hoy las redes sociales cumplen un rol fundamental. Escuchar a jóvenes LGBTIQ+ que tienen una visión comprometida con nuestra realidad. Es momento que ellos den un paso adelante para demostrar la importancia de una solidaridad consciente, y una conciencia social más amplia, de todo lo que falta todavía.

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Alba Rueda, Representante Especial sobre Orientación Sexual e Identidad de la Cancillería Argentina.
Foto: Agencia Presentes

SaSa Testa, activista trans no binarie, magíster en Estudios y Políticas de Género

¿Qué estrategias puede llevar adelante el activismo LGBTIQ+ frente al panorama actual de derechización de la política y los discursos de odio que afloraron?

-Se vuelve urgente y necesario reactivar las políticas de memoria de nuestra población. Hay personas de la población LGBT que han votado opciones que sistemáticamente han operado en contra de la adquisición de nuevos derechos lo cual debería llamarnos la atención y llevar a la reflexión.

Pienso que se vuelve urgente salir. Por momentos noto cierta tendencia a la generación de un gueto donde solo hablamos entre nosotres y la realidad es mucho más basta. Por eso, empezar a dialogar con otros sectores que probablemente no piensen como nosotres o no vean las cosas del mismo modo, pero se hace necesario escuchar para también pensar nuevas estrategias de acercamiento.

¿Cómo puede ampliarse a otros sectores la llegada de discursos en pos de los derechos LGBTIQ+?

-Creo que es necesario sentarse a dialogar con otros sectores, con una disposición a la escucha activa y también a bancarnos posiciones que quizás sean disidentas respecto de nuestra propia manera de entender las cosas. Tratar de ver qué está pasando en esos otros sectores, cómo están viendo las cosas. En función de eso pensar nuevas estrategias. 

Evidentemente hay un gran sector de la juventud que está eligiendo otras alternativas políticas que son abiertamente contrarias a la adquisición de nuevos derechos. Incluso a sostener los ya adquiridos. Por lo tanto, creo que la manera de ampliarse a otros sectores que tengan que ver con la ampliación de derechos es sentarse a dialogar, conocerlos. Sentarnos en la mesa, dialogar, negociar, escuchar también qué es lo que tienen para decir. Aún sin perder la capacidad de juntarnos colectivamente entre nosotres.

SaSa Testa, activista trans no binarie, magíster en Estudios y Políticas de Género.
Foto: Agencia Presentes

Vic Sfriso, activista lesbiana, docente y traductora

¿Qué estrategias puede llevar adelante el activismo LGBTIQ+ frente al panorama actual de derechización de la política y los discursos de odio que afloraron?

-El panorama de derechización de la política se está acuciando en este momento, pero ya existía. Tal vez en este momento bisagra se trate de preguntarnos qué venimos haciendo y qué efectos estamos observando de nuestras estrategias de activismo. Pareciera que no hay tiempo para la reflexión, porque el contexto arde, pero no están tan lejos las rendijas por las que espiar propuestas. Por ejemplo, un sector del activismo LGBT lleva ya años señalando que las estrategias punitivistas que buscan proteger a la comunidad de los discursos y acciones de odio son las herramientas del amo, como diría (Audre) Lorde. Están profundizando la lógica del castigo, la censura y la vigilancia, que son moneda corriente en nuestra sociedad.

En este contexto de desamparo y confusión, aparecen reacciones de la comunidad LGBT que proponen cerrarse sobre sí misma (aún más) bajo metáforas de refugio ante la hostilidad. Es cierto que estar cerca y cuidar nuestros espacios es una tarea de construcción de comunidad que no podemos abandonar. Pero tal vez sea hora de recorrer las sombras de la política de la identidad y el modo en que esta nos lleva a una acción política articulada en torno a la noción de víctimas, y abrir la mirada a una política de alianzas amplia.

Vic Sfriso, activista lesbiana, docente y traductora.

¿Cómo puede ampliarse a otros sectores la llegada de discursos en pos de los derechos LGBTIQ+?

-No creo que se trate de recetas o de mayor esfuerzo, sino de tiempo y de avidez política para no perder de vista que los derechos nunca están garantizados del todo ni para siempre, y que no se trata sólo de derechos sino de cambios culturales. Eso lleva tiempo, y en este momento de urgencia política, ese tiempo pareciera no estar disponible como una variable.

Este artículo pertenece a la Agencia Presentes y es reproducido por Tiempo Argentino a partir de un convenio de publicación para difundir periodismo especializado y de calidad.