Este miércoles 11 de octubre, a las 11 horas, movimientos sociales, feministas, sindicales, políticos y ambientales realizarán una Asamblea Popular frente a las oficinas del Fondo Monetario Internacional en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ubicado en la calle Paraguay 1178, para reclamar la anulación de las deudas del Sur Global ante la grave crisis climática. La actividad se realiza en el marco de las Jornadas de Protesta Internacional que se están convocando en todo el mundo ante la Reunión Anual del Banco Mundial y el FMI que tendrá lugar este mes en Marruecos.

“Del 9 al 15 de octubre el FMI y el Banco Mundial realizaran sus reuniones anuales en Marruecos, para avanzar con su agenda de colonialismo financiero a nivel global, asfixiando con sus deudas a los países del Sur Global, que se ven gravemente afectados ante un preocupante escenario de deuda, pobreza y crisis climática particularmente en las regiones de América Latina y el Caribe, las Islas del Pacífico, África y el Sudeste Asiático. En este marco estamos convocando a las jornadas de protesta global contra la Deuda y el colonialismo financiero del FMI y el Banco Mundial”, señalaron desde las organizaciones que participarán de la convocatoria.

“Desde Argentina, hasta México, Colombia, Paraguay; desde Sudáfrica, Kenya, República Democrática del Congo, Marruecos hasta Alemania, Italia, Inglaterra; desde Estados Unidos hasta Panamá, desde Indonesia hasta Sri Lanka le decimos No al FMI y al Banco Mundial y No al pago de la deuda externa. La crisis climática exige la anulación de las deudas financieras ilegítimas impuestas a los países del Sur Global. La única deuda es con los pueblos y la naturaleza”, afirman en el documento que convoca a la acción de protesta global.

La magnitud de la actual crisis climática y ecológica que vive la humanidad, y que puede llegar a poner en riesgo la supervivencia de la especie humana en el planeta, se describe de manera contundente en la publicación del Informe de los científicos nucleados en el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) sobre impactos climáticos, adaptación y vulnerabilidad, presentado en febrero de 2022 , donde se señala que el cambio climático ya afecta a todos los rincones del mundo, y se avecinan impactos mucho más severos si no logramos reducir a la mitad las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en esta década y escalar los esfuerzos de adaptación de inmediato.

Recientemente, el Papa Francisco ha vuelto a alertar a toda la comunidad global sobre la crisis climática, afirmando que “el mundo se desmorona y se acerca a un punto de quiebre”, al publicar el escrito “Laudate Deum”, en donde cuestiona el negacionismo del calentamiento global y afronta el grave problema de la destrucción del planeta. El Papa también insiste en la responsabilidad del hombre en estos fenómenos climáticos globales puesto que “una abrumadora mayoría de científicos especializados en clima sostienen esta correlación y sólo un ínfimo porcentaje de ellos intenta negar esta evidencia”.

Según un Informe de Naciones Unidas sobre crisis de deuda, los 54 países del Sur Global con mayores problemas de deuda representan el 50% de la población más pobre del mundo: “Según los datos disponibles, 46 de los 54 Estados retenidos por el PNUD tenían una deuda pública total de 782.000 millones de dólares en 2020. Si se excluyen los tres pesos pesados de la lista, Argentina, Ucrania y Venezuela, la deuda cae a 552.000 millones de dólares.” Según señaló George Gray Molina, economista jefe del PNUD, “en un tercio de todos los países en desarrollo, la deuda ha sido clasificada como «riesgo sustancial, extremadamente especulativa o en ‘default'» por las agencias de calificación. Los países más amenazados son Sri Lanka, Pakistán y Túnez, además de Chad o Zambia”.

La ecuación de pobreza, deuda y crisis climática ubica a estos países en horizontes de escenarios catastróficos. Un dramático ejemplo de este diagnóstico es Pakistán: las lluvias monzónicas en ese país, fueron un 800 por ciento más fuertes de los normal, a la vez, sus glaciares se derriten a un ritmo acelerado e inédito tras meses de calor extremo de hasta 50 grados y sequías insoportables. Las consecuencias de este proceso de agravamiento del calentamiento global, en uno de los países con mayor deuda financiera del mundo, marcan un antes y un después en cuanto a escenarios sociales y ambientales de características catastróficas: 1350 muertes, 300 de ellos niños; un millón de casas destruidas, más de 30 millones de personas desplazadas, 900 millones de cabezas de ganado muertas.

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Foto: Fadel Senna / AFP

Ante el alarmante escenario descripto anteriormente, el FMI y el Banco Mundial pretenden avanzar con su agenda global de mayor endeudamiento, con el objetivo de profundizar un sistema de explotación de recursos que poseen los países del Sur Global, en beneficio del Norte Global, pretendiendo imponer una agenda neocolonial que condena a estos países a ser territorios de sacrificio y poblaciones descartables. Es por ello que afirmamos que la crisis climática y la crisis de deuda que afecta a más de 54 países del Sur Global representan una agenda relacionada a la garantía de derechos humanos y calidad de vida de miles de millones de seres humanos.

¿Quién le debe a quién?

Actualmente, los líderes mundiales no están tomando suficiente conciencia sobre la gravedad de la crisis climática y la crisis de deuda de los países en desarrollo y por lo tanto, tampoco toman iniciativas eficaces para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ni para consolidar procesos de adaptación a los efectos del cambio climático. Las medidas implementadas hasta ahora y el apoyo a los países en desarrollo siguen siendo insuficientes, mientras que el riesgo climático aumenta y sus efectos destrozan la vida y la posibilidad de supervivencia de los países y las comunidades más vulnerables. Ante este escenario, uno de los puntos más sensibles del Acuerdo de París es la posibilidad de los países del Sur Global de acceder a los fondos para financiar su adaptación al cambio climático.

Es por ello que se considera imprescindible que los países del Sur Global, en las distintas instancias de organización intergubernamental, en articulación con movimientos climáticos, sociales, sindicales, feministas, de pueblos indígenas, religiosos, estudiantiles y científicos, puedan generar las condiciones de incidencia, para introducir el reclamo de la anulación de las deudas del Sur Global, ante la grave crisis climática y ecológica, en las próximas instancias de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. De ello depende la garantía de la calidad de vida de alrededor de 4 mil millones de seres humanos en el futuro próximo.

El Movimiento global Deuda x Clima, la CTA Autónoma, el Movimiento Ni Una Menos, el Movimiento Popular La Dignidad, la Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), el Pacto Ecosocial e Intercultural del Sur, Frente Sindical de Acción Climática, Soberanxs, Unidad Popular, la Corriente Nacional Martin Fierro, la Internacional Progresista (Argentina), la Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad, , Manifiesto Argentino, la Confederación Latinoamericana de Trabajadores Estatales (CLATE), el Partido Comunista, el Movimiento La Ciudad Somos Quienes la Habitamos y Social 21, son algunas de las decenas de organizaciones que forman parte de esta convocatoria.