A poco de haber conmemorado el Día Internacional de la No Violencia contra las Mujeres, la organización sin fines de lucro La Casa del Encuentro reclama medidas eficaces de prevención que garanticen igualdad de género para las menores de edad.

Lo hacen porque hay indicadores que muestran en forma clara y precisa la necesidad de implementar políticas públicas que presten especial atención a la extrema vulnerabilidad de niñas y adolescentes en la Argentina.

Los datos más recientes producidos por la misma organización dejan al descubierto la expresión más extrema de la violencia contra las mujeres: se produce un femicidio de una niña o adolescente menor de 18 años por semana. Desde esta entidad también detallan que el 67% de las hijas e hijos que quedaron sin madre este año -porque sus progenitoras fueron asesinadas- son menores de edad.

Desde la Organización Mundial de la Salud  informan que este año detectaron que tres de cada diez adolescentes sufren violencia durante el noviazgo y las víctimas son, en su mayoría, mujeres de entre 14 y 21 años.

En Argentina, según los datos del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (Plan ENIA), 109.000 adolescentes y 3.000 niñas menores de 15 años tienen un hijo o hija cada año, lo que representa el 15% de los nacimientos anuales; 7 de cada 10 adolescentes de entre 15 y 19 años reportan en el momento del posparto que ese embarazo no fue intencional. En las menores de 15 años esa cifra aumenta a 8 de cada 10 y la mayoría de esos embarazos: son consecuencia de abuso sexual.

Cabe destacar, que la declaración sobre la eliminación de la violencia contra la mujer, emitida por la Asamblea General de la ONU en 1993, define la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, como ser las amenazas, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”

La lucha contra la desigualdad de género estaría contemplada en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por la Argentina y otros 192 países miembros de la ONU en septiembre de 2015.

Algunos de los objetivos clave de la Agenda 2030 son: eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual, poner fin a todo tipo de discriminación contra las mujeres y las niñas en todo el mundo, abolir todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz, forzado y la mutilación genital femenina.

El objetivo es que todas las niñas y niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia. También a una enseñanza preescolar de calidad y terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad para producir resultados escolares pertinentes y eficaces.

Estas organizaciones y la coalición Infancia en Deuda, consideran que todo esto contribuirá a desnaturalizar la desigualdad de género desde la niñez y la adolescencia. Además, impulsará el empoderamiento de las mujeres menores de edad para cumplir con la meta de justicia e igualdad.