En los últimos días, referentes y funcionarios de Juntos Por el Cambio de la Ciudad de Buenos Aires, se manifestaron abiertamente en contra los carnavales porteños. Algunos sugirieron modificaciones para el año próximo en las fiestas populares, argumentando que la sociedad tiene “comentarios negativos” sobre los cortes de calles donde se realizan los corsos por las que desfilan las murgas; y hay quienes fueron a fondo y declararon que los carnavales “son un gasto superfluo, molestan a los vecinos de CABA” que hacen propaganda kirchnerista, y es por eso que hay que dejar de financiarlos.

Estas declaraciones fueron en sintonía con la suspensión de cuatro corsos en los barrios porteños de Saavedra, Barracas y Lugano, que el último domingo publicó Tiempo. Tres de los corsos fueron suspendidos el pasado fin de semana largo de carnaval y otro que debía realizarse el fin de semana próximo. Delegados y directores de murgas porteñas ven con preocupación este avance sobre las fiestas populares y hay quienes afirman que “dentro de Juntos por el Cambio hay un sector que tiene ideado un plan sistemático de exterminio de murgas”.

Para avanzar sobre determinados temas, casi siempre ‘la política’ busca el consenso social de diferentes maneras, pero casi todos utilizan una primera herramienta que es la instalación del tema para ver cómo reacciona la sociedad. No es casual que en torno a la suspensión de cuatros corsos porteños, previo y posteriormente a la censura, algunos referentes que integran Juntos por el Cambio de la Ciudad, intentaron instalar desde sus redes sociales que los corsos porteños son una molestia para quienes habitan el distrito.

“En los últimos días vi muchísimos comentarios negativos sobre los 75 cortes de calles que se realizan en la Ciudad por los corsos de Carnaval ¿Querés que en 2024 los corsos sigan de esta manera?”, lanzó mediante una encuesta el pasado 13 de febrero Jorge Macri, actual ministro de gobierno porteño. Inmediatamente cientos de críticas recayeron sobre el primo del ex presidente Mauricio Macri que, horas después, decidió salir a tirar algunos paños fríos sobre sus declaraciones: “La encuesta que publiqué horas atrás muestra inquietud sobre algunas de las consecuencias de los festejos de Carnaval en la Ciudad, opiniones que tendremos muy en cuenta en el futuro para mejorar la experiencia de estas y otras celebraciones. Cada fin de semana de Carnaval, una gran cantidad de público se acerca a participar de estas celebraciones. Desde 2019 la organización fue mejorando su logística en la búsqueda de optimizar la afluencia de público y la convivencia con los vecindarios”, agregó Jorge Macri.

Detrás esta aparente disconformidad de la sociedad con los corsos, hay quienes sostienen que se esconde un claro proceso persecución contra las murgas porteñas. “Yo no creo que todos Juntos por el Cambio quiera erradicar los carnavales, pero sí creo que dentro de Juntos por el Cambio hay un sector que tiene ideado un plan sistemático de exterminio de murgas, y lo piensan llevar acabo en caso de ganar las próximas elecciones”, señala en diálogo con Tiempo, Felipe “Tito” Fiscina, delegado de murgas porteñas.

Para el referente social y murguero hay otro factor que juega en contra de los deseos de avanzar contra las murgas porteñas y tiene que ver con “la pasividad del otro sector de JxC que no quiere erradicar las murgas, pero que no hace nada para detener este plan sistemático que se quiere implementar, y termina siendo cómplice, porque el silencio siempre es cómplice”, agrega.

Respecto a los dichos de Jorge Macri, Fiscina afirma que “asombró a propios y ajenos, dado que nosotros tenemos mucho contacto con las murgas de Vicente López, donde Macri tiene licencia como intendente, y en ese municipio se realizan varios festejos de carnaval descentralizados como es en CABA, así que extraña y mucho que Jorge Macri haya avanzado con esa pregunta”.

Quien reaccionó violentamente contra los corsos de la Ciudad fue el diputado nacional de JxC, Ricardo López Murphy, que hizo un breve listado de algunos de los motivos que, para él, fundamentan la necesidad que eliminar estas fiestas populares: “Razones para que CABA deje de financiar a corsos: son un gasto superfluo, cortan las calles, molestan a los vecinos y, como si fuera poco, son utilizados para bajar línea política kirchnerista. Basta de financiar tonterías”, sentenció en sus redes el diputado y remató: “P.D: no fueron 30.000”. En referencia a un video de la murga “Los Fantoches de Villa Urquiza” donde reivindicaban a Evita, Perón, Néstor y Cristina, y recordaban a las víctimas del Ara San Juan y a los 30.000 desaparecidos en la dictadura cívico militar.

Sobre ambas declaraciones, un sector importante de murguistas asegura que es una clara operación armada en contra de los festejos del carnaval: “Esto estuvo claramente armado, después de los dichos de Jorge Macri se sumó López Murphy intentando, intentando actuar como Miguel Paulino Tato, censor de la dictadura, para meterse en la redacción de nuestras letras y nuestros espectáculos. Esto realmente asombra”, y agrega: “Corsos censurados, funcionarios de juntos por el Cambio y candidatos, opinando sobre nuestros shows. Esto realmente nos alarma y levanta una señal de lo que se viene y hacia dónde van”.

Censura a corsos porteños

El último domingo, Tiempo publicó la censura de tres corsos porteños por parte del gobierno de la Ciudad, y 48 horas después, se conoció la anulación de otro corso en el barrio de Barracas. Hasta mediados del mes de enero, la mesa de diálogo entre el ejecutivo porteño y los murgueros se venía respetando. Más de 12 mil murgueros y murgueras, en un total de 130 murgas, lograron un acuerdo para que en 2023 se realicen 35 corsos en todo el distrito. Con este acuerdo, las y los murguistas, recuperaron el circuito histórico de la Ciudad de Buenos Aires. “Lamentablemente este acuerdo el gobierno de la Ciudad lo termina rompiendo con la suspensión de los cuatro corsos: dos de Saavedra, uno de Lugano y el otro de Barracas, por hechos de violencia que ocurrieron en otros puntos del barrio. Si fuera por los hechos de violencia que ocurren en la Ciudad, ningún evento masivo se podría realizar”, explica Fiscina.