Este lunes las temperaturas globales alcanzaron un récord mundial desde que se tienen registro: por las emisiones cada vez más altas de carbono a causa de la quema de combustibles fósiles y por los efectos de El Niño, se dio el día más caluroso de la historia. Pero duró poco: el martes el mundo superó el récord del lunes.

La temperatura promedio mundial alcanzó los 17 °C el lunes, apenas por encima del récord anterior de 16,9 °C registrado en agosto de 2016, según datos de los Centros Nacionales de Predicción Ambiental. Este martes, subió aún más, para llegar a 17,18 grados centígrados.

China vive días consecutivos con marcas que superan los 35°. La India ya registró muertos por el calor. México y Reino Unido viven el junio más caluroso de su historia.

“Este no es un hito que debamos celebrar, es una sentencia de muerte para las personas y los ecosistemas”, aseguró Friederike Otto, profesora sénior del Instituto de Investigación Grantham sobre Cambio Climático y Medio Ambiente. “Lo preocupante es que no será el día más caluroso por mucho tiempo”. Y vaticinó que el fenómeno de El Niño romperá más récords.

El Niño y el calor

«Las condiciones de El Niño, que se han desarrollado en el Pacífico tropical por primera vez en siete años, preparan el escenario para un probable aumento de las temperaturas globales y patrones climáticos y meteorológicos disruptivos».

Así lo remarca una nueva actualización de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) donde pronostica que existe un 90% de probabilidad de que el evento de El Niño continúe durante la segunda mitad de 2023.

“La aparición de El Niño aumentará en gran medida la probabilidad de romper récords de temperatura y desencadenar un calor más extremo en muchas partes del mundo y en el océano”, dijo el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.

“La declaración de El Niño por parte de la OMM es la señal para que los gobiernos de todo el mundo movilicen los preparativos para limitar los impactos en nuestra salud, nuestros ecosistemas y nuestras economías –continuó–. Las alertas tempranas y la acción anticipatoria de los fenómenos meteorológicos extremos asociados con este importante fenómeno climático son vitales para salvar vidas y medios de subsistencia”.

El Niño ocurre en promedio cada dos a siete años, y los episodios suelen durar de nueve a 12 meses. Es un patrón climático que ocurre naturalmente asociado con el calentamiento de las temperaturas de la superficie del océano en el Océano Pacífico tropical central y oriental. Pero tiene lugar en el contexto de un clima modificado por las actividades humanas.

Anticipándose al evento de El Niño, un informe de la OMM publicado en mayo predijo que existe un 98 % de probabilidad de que al menos uno de los próximos cinco años, y el período de cinco años en su conjunto, sea el más cálido registrado, superando el récord hasta ese momento.

Argentina y un invierno con 23 grados

Nuestro país no es una excepción. Viene de vivir el verano más caluroso de su historia, y el invierno comenzó más templado de lo que suele ser. Este martes el AMBA registró más de 23 grados. En provincias norteñas como Jujuy superaron los 25°. Pero no será algo aislado.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) emitió un informe esta semana titulado «PRONÓSTICO CLIMÁTICO
TRIMESTRAL julio-agosto-septiembre 2023″. Allí indican que la mitad del país vivirá registros superiores a los «normales» para esta época del año tanto en precipitaciones como en temperatura.

Foto: Servicio Meteorologico Nacional

En tema lluvias, toda la franja del oeste argentino, desde Mendoza hacia el norte, vivirá un invierno más seco que el promedio. En cambio, la Patagonia, el AMBA y Misiones, tienen probabilidades de mayores lluvias respecto a sus registros históricos para el invierno.

En Capital, Gran Buenos Aires y norte bonaerense también se espera un invierno «superior a lo normal» en cuanto a temperatura. Aunque los mayores registros se darán en el Noroeste de nuestro país.

El informe acota: «No se descarta que hacia parte del centro y noreste del país la amplitud térmica pueda ser superior a la normal, con una mayor frecuencia de temperaturas máximas más altas que lo normal y temperaturas mínimas más bajas que lo normal».