Mario Díaz, de 25 años, asesinó a puñaladas y martillazos a la que era su pareja, Valeria Nicole Palma, de 21. El hecho sucedió cerca de la medianoche del sábado 27 de agosto. El terrible ataque fue advertido por los vecinos y conmovió a todo el barrio obrero Máximo Abásolo por la forma en que el femicida: excedió los límites de la locura y, destrozo el cráneo de la joven víctima.

Un vocero policial que participo de la detención de Díaz contó: “Luego de una discusión el asesino tomó un martillo y comenzó a golpear con fuerza a la víctima. Intervino el dueño del inquilinato quitándole el martillo; pero éste loco furioso, siguió agrediendo a la víctima con un cuchillo provocándole múltiples lesiones en el rostro, pérdida de masa encefálica, y 24 heridas cortantes en el tórax y en el abdomen”.

Los vecinos escucharon los gritos de Valeria que provenían de una habitación ubicada en la calle Rucci 2080, en la ciudad de Comodoro Rivadavia, en Chubut. Hicieron la denuncia e intervino el personal de la comisaria séptima. La autopsia reveló que la joven falleció como consecuencia de «un shock hipovolémico hemorrágico e irreversible, producido por las múltiples heridas y golpes».

Luego de la detención, Díaz fue internado en el área de Psiquiatría del Hospital Regional. El objetivo de los profesionales era obtener un diagnóstico certero sobre la salud mental y física del detenido. Díaz padecía reiterados brotes, por lo cual los médicos consideraron que ponía en riesgo al resto de los detenidos en la comisaría. Todavía hoy permanece aislado en una celda de la Alcaídia local.

“Cuando Díaz estaba en la salita de la comisaría regional, le sacaron las esposa y una enfermera le preguntó si le daba impresión la sangre. Y el muy sínico contestó que no, que le gusta matar mujeres… y se reía”, dijo una de las amigas de la víctima a Tiempo.

El lunes se realizó la audiencia de revisión de la prisión preventiva en el Tribunal del barrio Roca. La carátula del delito es homicidio doblemente agravado por el vínculo y femicidio. La fiscal solicitó, en virtud del resultado de un informe emitido por el área de psiquiatría del hospital, “que el imputado cumpla lo que resta de prisión preventiva en un lugar común de detención, porque el sujeto se ubica en espacio y tiempo normal”. El informe fue requerido por las autoridades en menos de 48 horas por la gravedad del asunto.

La defensora de Díaz, Lilian Borquez no se opuso a lo dispuesto por la justicia, pero sí solicitó que la detención de su defendido se cumpla en la Alcaidía judicial y no en una comisaría. Por su lado, la jueza, Mariela Suárez, resolvió que el acusado continuará preso hasta que sea juzgado en un juicio oral y público. En la causa interviene la fiscal general, Mónica García, quien estima que la gravedad del hecho amerita una sola pena: prisión perpetua.