Por estos días se desarrolla en la ciudad de Bonn, Alemania, una de las conferencias de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático más importantes del año, con el propósito de establecer los principales ejes que se abordarán en la Cumbre COP27 de noviembre en Sharm el-Sheikh, Egipto. Allí en Alemania hay cuatro jóvenes argentinos que fueron a participar del encuentro y que dialogaron con Tiempo acerca del panorama mundial, la posibilidad de un «financiamiento climático», la situación de nuestro país, y la necesidad de pensar no solo en la mitigación, sino también en la adaptación.


“La gobernanza climática internacional está haciendo un balance global del Acuerdo de París de 2016 y de sus metas”, plantea la co-coordinadora de Política Climática de la Fundación Ambiente en Recursos Naturales (FARN), Catalina Gonda, en referencia a la reducción de emisión de gases de efecto invernadero para los próximos años.


Un eje es retomar lo que trabajaron los países en la última COP de Glasgow, sobre el “financiamiento climático» para cubrir daños y pérdidas: «Eso es algo fundamental a la hora de hablar de justicia climática, porque muchos países, sobre todo aquellos que no contribuyeron para nada o en forma muy marginal a esta problemática, son los que están sufriendo las peores consecuencias. Hoy tenemos impactos que son monetarios y otros que no, como las pérdidas de vidas humanas y de ecosistemas”.
Gonda recalca que este pedido es clave para los países más vulnerables como los africanos, los pequeños Estados insulares, e incluso para nuestra región, América Latina: “se debe establecer un mecanismo de financiamiento para la adaptación al cambio climático, que por supuesto muchos países centrales están tratando de postergar. Este es un reclamo histórico de los países en desarrollo y está creciendo mucho la frustración en ese sentido”.


La Argentina es uno de los países que encabeza el reclamo de que se haga un canje de deuda ambiental. Condonar parte de las deudas multimillonarias con organismos internacionales a cambio de que destinen esos montos a energías renovables y adaptación. La negociación con el FMI demostró que por ahora eso es algo lejano.
En Alemania quedó demostrado que la juventud es el sector que más propugna por un cambio cultural, político y ambiental. La coordinadora de Climate Save Movement de la provincia Santa Fe, María Cecilia Quaglino, subraya: “en esta Conferencia hay una gran representación de juventudes de todo el mundo que estamos haciendo aportes como organizaciones de la sociedad civil y como jóvenes a quienes nos moviliza saber cuál va a ser nuestro futuro”.


El ajedrez mundial exhibe un escenario en conflicto. Entre la COP de Glasgow y la de Egipto se desató la guerra en Ucrania. Las grandes potencias pasaron a destinar más fondos a Defensa que los cien mil millones de dólares que se habían comprometido a entregar a países en vías de desarrollo para políticas ambientales y sostenibles, en «compensación» por la contaminación y las acciones nocivas causadas por esas potencias durante estos siglos.


Mientras tanto, la adaptación sigue siendo una de las claves. “En 2020, Argentina actualizó la meta de emisiones netas de gases y se comprometió a no superar las 349 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente para 2030”, precisa Yasmín Tramannoni de Consciente Colectivo, quien se pregunta: “¿cuáles son las medidas que van a permitir que nuestro gobierno efectivamente cumpla con esa meta? Ahí es donde tenemos que empezar a prestar atención e involucrarnos de manera más activa para poder acompañar estos procesos y que estas transiciones sean justas e inclusivas”.


“Lo importante es pasar a la acción. Respecto a la adaptación al cambio climático venimos atrasados dado que todavía no contamos con un plan nacional en el marco de lo que es la convención. Después, por nuestra Ley de Presupuestos Mínimos sobre adaptación y mitigación al cambio climático, tampoco tenemos un plan general, ni los planes de respuesta que son provinciales”, resume la activista, y concluye: “vamos a trabajar en socializar la información, que no sea de nicho, sino de fácil acceso y que la gente entienda en qué estadío y momento estamos. La adaptación tiene que ver con la respuesta de los sistemas humanos o naturales a los estímulos climáticos que van variando. Lo que se busca es moderar los daños o explorar oportunidades benéficas a partir de ello”.

«Pareciera que el único verde es el dólar»

La coordinadora de Climate Save Movement de Santa Fe, María Cecilia Quaglino, habla de «contribuir a un futuro que tenga justicia climática con una perspectiva de género, de inclusión, de cuidado hacia las minorías y comunidades originarias” y reclama «que se garantice la participación de la sociedad civil en procesos de tomas de decisiones».

Mijael Kaufman Falchuk, coordinador general de Consciente Colectivo, subraya que las organizaciones son las que “monitorean las posturas de las delegaciones y son las que insisten en elevar la vara y ser críticas” para lograr medidas que “sean las mejores posibles, realistas y coherentes con este contexto de crisis”. Y completa: “Estos espacios son necesarios, pero no son suficientes. No nos podemos conformar en satisfacer en lo que suceda acá. Necesitamos mucho más, seguir saliendo a las calles, exponer la desigualdad tajante entre el norte y el sur, y que no sea motivo para justificarse en la inacción. Lamentablemente vemos mucha dilación, frases hechas, se dice que el futuro será verde, pero pareciera que el único verde es el dólar”.