Ocho meses después de que la justicia porteña hiciera lugar al amparo y frenara la demolición del edificio, estudiantes y docentes de la Escuela Taller del Casco Histórico denunciaron que el gobierno porteño realizó maniobras para vaciar el lugar: el sábado por la noche llegaron cuatro camiones del Ministerio de Cultura de la Ciudad a la puerta de la escuela para desalojar el edificio, pero fueron frenados por vecinos, docentes y estudiantes.

La Escuela Taller está ubicada en Brasil al 200, esquina Paseo Colón, avenida que el gobierno porteño busca ensanchar para continuar el Metrobus del Bajo. Para eso busca demoler este edificio, donde se realiza la formación en artes y oficios orientados a la conservación y restauración de bienes culturales de valor patrimonial.

La emblemática escuela de oficios, que fue fundada en 2001, está atravesada por varios años de lucha. En la actualidad, esa lucha es por un lugar de pertenencia. Su creación, en medio de la crisis económica que golpeaba al país, fue una iniciativa para dar herramientas laborales en una ciudad en la que escaseaba la mano de obra especializada.

“El sábado por la noche, llegaron cuatro camiones pertenecientes al Ministerio de Cultura de la Ciudad, en un acto más de atropello y totalmente clandestino, con la intención de vaciar la Escuela Taller. Fuimos alertados por una persona allegada a una alumna que estudia en el lugar y rápidamente nos hicimos presentes con profesores y alumnos, junto al abogado Jonathan Valdivieso, titular del Observatorio del Derecho a la Ciudad, para detener la maniobra”, contó a Tiempo Rubén Fernández, docente de la escuela.  

Inmediatamente hicieron la denuncia a la policía por la posible comisión de delitos por parte de los funcionarios que autorizaron la mudanza. También intervino la Fiscalía Penal, Contravencional y de Faltas N° 39, a cargo de Gonzalo Viña.

En noviembre de 2019, la justicia porteña otorgó un amparo a docentes y estudiantes y frenó la demolición de la Escuela «hasta tanto se encuentre efectivamente disponible otra sede para ser utilizada a tales fines o se dicte sentencia de fondo, lo que ocurra primero”. La titular del Juzgado Nº 1 en lo Contencioso Administrativo y Tributario, Romina Tesone, hizo lugar a la medida cautelar solicitada por el Observatorio del Derecho a la Ciudad, alumnos y exalumnos de la escuela.

A través del amparo, la comunidad educativa busca que se otorgue a la Escuela Taller del Casco Histórico otro edificio para uso definitivo y que no sea un lugar transitorio, como propone la administración porteña. Además, piden que la nueva sede cumpla con las condiciones necesarias y las características con las que cuenta el actual edificio ubicado en Brasil 200, para garantizar que se realice una correcta capacitación de los distintos oficios.

Desde 2016 existe un proyecto para ensanchar la avenida Paseo Colón, luego de varias modificaciones en la zona que incluyeron la demolición de otros edificios. La escuela es el último inmueble histórico sobre esa traza: a pocos metros de ella se encontraba otro histórico edificio, el Marconetti, que estuvo ocupado por quince familias, a las que el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) ofreció créditos para retirarse, luego de haberlas acusado por usurpación y haber ordenado un desalojo. Una vez deshabitado se lo demolió.

El gobierno porteño ya llamó a licitación para tirar abajo el edificio, mientras la lucha de la comunidad educativa de la escuela por conseguir un lugar físico donde trabajar lleva tres años. El compromiso de los educadores, alumnos y vecinos abrió un camino de esperanza hacia una salida favorable para la preservación de la cultural patrimonial del barrio.

En febrero de 2018 se realizó una licitación pública por más de $21.000.000 a fines de reformar el inmueble. El objetivo era demoler la fachada sobre Paseo Colón y reformar las aulas interiores, pero ahora se busca por tirar el edificio entero. Según una resolución publicada en el Boletín Oficial, el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte de la Ciudad invertirá $8.987.552 para derribar la Escuela Taller.

La escuela ofrece a la comunidad un espacio de aprendizaje gratuito donde se enseñan oficios como la carpintería y la yesería, entre otras labores tradicionales que aún tienen vigencia. Allí se recomponen muebles y objetos de valor patrimonial público, y también se capacita a los responsables de mantener ciertos edificios porteños. Actualmente cursan 250 alumnos. La oferta de cursos gira en torno a cinco ramas: restauración de edificios, lutería de cuerdas, ornamentación artística, restauración de mobiliario y esgrafiado.