Cuando se habla de cambio climático, no es una abstracción. Hay efectos visibles y notorios. Incendios, sequías, huracanes, lluvias más fuertes, calores anticipados y más insoportables. Y en lo que se refiere al calor, precisamente, todo hace prever que habrá que acostumbrarse a convivir con temperaturas más elevadas de las que antes eran normales. Se vivió en los últimos veranos, y la primavera parece que no será la excepción.

Como todos los meses, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) actualizó el Pronóstico Climático Trimestral (PCT) que muestra la tendencia de temperatura media y precipitación esperada para el próximo trimestre.

Al elaborar este producto consideran que el comportamiento de la lluvia y la temperatura puede tener tres categorías posibles: inferior a lo normal, normal y superior a lo normal. Sin factores que modifiquen la circulación atmosférica típica del trimestre, cada categoría tiene la misma probabilidad de ocurrencia: un 33,3 %. «Pero cuando actúan forzantes atmosféricos, como El Niño o La Niña, la circulación planetaria cambia y la ocurrencia de alguna de esas categorías se hace más -o menos- probable», explican.

último trimestre

Pronóstico de temperaturas: más cálido y seco

Para el último trimestre del año se espera que las temperaturas se mantengan dentro de los valores normales de esta época del año en las provincias del NEA (Noreste Argentino), NOA (Noroeste Argentino) y en el sur de Patagonia. Además, es más probable que temperaturas normales o superiores a lo normales ocurran en el sur del Litoral y Cuyo.

Pero en el resto del centro y sur del país (sobre todo Provincia de Buenos Aires y CABA), este trimestre puede ser más cálido de lo habitual. «No se descarta una mayor frecuencia de temperaturas máximas extremas en esta zona, por lo que se recomienda seguir el Sistema de Alerta Temprana por temperaturas extremas«, advirtieron desde el SMN.

Pronóstico de precipitaciones para el último trimestre

En cuanto a las lluvias para este período, hay una mayor probabilidad de registrar precipitaciones inferiores a lo normales en Buenos Aires, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y el este de Chaco y de Formosa. También pueden estar por debajo del promedio en Córdoba, el oeste de San Luis y el oeste de Patagonia.

«Ahora bien, las lluvias normales o inferiores a lo normales son probables en parte del norte argentino, el sudoeste de Buenos Aires, La Pampa y el este y sur de Patagonia. Por otro lado, sobre las provincias del NOA y gran parte de Cuyo se favorecen las lluvias dentro de los parámetros normales para la época», agregaron.

En septiembre se volvieron a vivir ambivalencias de fenómenos extremos. Algunas irrupciones de aire frío provocaron temperaturas mínimas por debajo de los 0°C con ocurrencia de heladas en la región Pampeana. Mientras que se registraron valores extremos por la llegada de aire muy cálido en el noroeste, y muy frío en el sur del país. En Gobernador Gregores, Santa Cruz, el día 7 la temperatura mínima fue de -8°C, mientras que el día 8 en Rivadavia, Salta, se alcanzaron los 41,8°C. Casi 50°C de diferencia en tan sólo 24 horas entre estos dos puntos del territorio nacional. 

«Por otro lado, la continuación de La Niña favoreció a las escasas precipitaciones sobre parte de Cuyo, la región Pampeana, Litoral y el noroeste de Patagonia. En la región central se agravaron las condiciones de sequía leve y moderada. Sin embargo, se registraron eventos de lluvia que batieron récords y provocaron inconvenientes en provincias del NOA y Patagonia. Entre los días 18 y 20 un sistema de baja presión provocó lluvias fuertes y persistentes en Chubut y Río Negro, algo inusual para esta época y zona», remarcaron. 

Comodoro Rivadavia registró una precipitación acumulada de 140 mm en 48 horas, el 21 de septiembre, batiendo los récords diarios y mensuales. Y completaron: «Por último, otro fenómeno a destacar fue la nieve para el comienzo de la primavera sobre las sierras de Córdoba y San Luis. La nieve acumulada superó los 10 cm.»

La Niña

Las sequías y lluvias son una realidad. La presencia de La Niña, como una posible causante, también. El cambio climático estaría, en el corto plazo, favoreciendo La Niña, el evento climático en el Océano Pacífico con repercusión global que genera fenómenos como fuertes lluvias, inundaciones y sequías. Según una nueva investigación dirigida por la Universidad de Washington (UW), publicada recientemente en Geophysical Research Letters, el fenómeno se reproducirá por tercera campaña consecutiva.

Tres temporadas con La Niña es algo que sucedió solo dos veces antes en registros que se remontan a 1950. “El Océano Pacífico cambia naturalmente entre las condiciones de El Niño y La Niña, pero nuestro trabajo sugiere que el cambio climático actualmente podría estar tirando los dados hacia La Niña”, aseveró el autor principal Robert Jnglin Wills, científico investigador de la UW en ciencias atmosféricas. Sin embargo, “en algún momento esperamos que las influencias antropogénicas o causadas por el hombre reviertan estas tendencias y le den la ventaja a El Niño”.