“Sí a los derechos, no a la reforma”, “Morales dictador” y “Abajo la reforma” son algunos de los letreros que cuelgan por sobre los manifestantes que simulan crucifixiones simultáneas, a la vera de la ruta 9, en el acceso sur de la ciudad jujeña de La Quiaca. Las cruces son de madera, del tamaño de una persona adulta y los crucificados se suben a un pequeño banco, sus brazos son atados con pañuelos en los extremos y permanecen allí, bajo el sol incansable del invierno puneño.

Tal como informó La Quiaca al Día, las crucifixiones simbólicas permanecerán durante toda la jornada, como forma de protesta en contra de la reforma constitucional aprobada por Gerardo Morales. Los protagonistas irán rotando en la cruces, por turnos, mientras el corte a la ruta se sostiene con permiso de paso a vehículos cada seis horas.

Según comentaban en la zona, la crucifixión es «una conocida modalidad de protesta». También trascendió que las 34 comunidades originarias de los departamentos de Yavi y Santa Catalina, reunidas en esa localidad cumplirán una huelga de hambre durante este miércoles.

La Quiaca, de pie

En las inmediaciones del corte de ruta en la Quiaca, ciudad fronteriza con Bolivia, se instalaron carpas improvisadas con tarimas de madera donde las diferentes comunidades se instalaron y pasan las noches. Allí funcionan cocinas autogestionadas y ollas populares, también están presentes carpas gremiales de docentes y estatales.

El comunero Nicolás Vilca, dijo a La Quiaca al Día que la reforma “es grave, la constitución es la base fundamental, solo nos quedan las vías legales, vamos a hacer una presentación a la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación exigiendo que el estado argentino cumpla con los convenios internacionales”.

En este sentido, señaló que Jujuy y, por ende, el Estado argentino, incumplen con el Convenio 169 de la OIT: “Aquí hay una violación de derechos humanos contra los pueblos indígenas, no se consultó esta reforma como debería, esperamos que se haga justicia”.

Asimismo, contó que durante el miércoles convergerán comuneras y comuneros de 34 comunidades para cumplir una huelga de hambre: “Nuestra postura es firme, no levantar las medidas hasta que el tema salarial de ADEP tenga respuesta favorable y que la reforma se adapte a al realidad de los pueblos originarios, de la puna toda”.

Los pobladores puneños fueron los primeros en avanzar con el corte de la ruta 9 durante la noche del jueves 15 de junio, tras una multitudinaria marcha de antorchas en la que resolvieron permanecer de manera indefinida sobre la calzada durante toda la noche, soportando incluso temperaturas de hasta 10 grados bajo cero.