Iba a ser sólo por emergencia. Pero llegó para quedarse. El impuesto a las tarjetas de crédito, implementado por Horacio Rodríguez Larreta hace casi un año para todas las transacciones efectuadas por esa modalidad en el ámbito de la Capital Federal, continuará. Este gravamen se suma a los aumentos de ABL e Ingresos Brutos, que además serán indexados a la inflación. Esos son algunos de los aspectos principales del presupuesto 2022 de CABA, aprobado este jueves por la Legislatura porteña, que fue criticado desde la oposición por recortes en temas como salud, género y cultura.

“Estamos ante un presupuesto que aumenta la presión tributaria, ya que actualiza todos los valores incluso por arriba de la inflación; a la vez, sostiene el impuesto a Tarjetas de Crédito que se suponía era una excepción durante la pandemia. Larreta le mete la mano en el bolsillo a los sectores populares y a la clase media para facilitar los negocios de la timba inmobiliaria y financiera. Es hora de discutir una reforma impositiva que recaude sobre las grandes propiedades y beneficie la producción y el trabajo”, subrayó el diputado Matías Barroetaveña.

El jefe de gobierno porteño dispuso el impuesto a principios de enero de este año, amparándose en la crisis económica, la pandemia y el supuesto desfinanciamiento por las partidas que la gestión de Mauricio Macri en Nación le había otorgado y que Alberto Fernández se las retiró. El gravamen cobra 1,2 por ciento en concepto de Impuesto de Sellos sobre el total de los consumos, realizados tanto en pesos como en dólares. Incluye a todas las tarjetas de crédito radicadas en el distrito, aunque la persona no viva en Capital Federal.

A fines de abril la Justicia porteña dio lugar a una cautelar del Frente de Todos que frenó la medida, la administración de Larreta apeló y luego tuvo la venia judicial para seguir recaudando por esa vía.

A la idea de continuar con esta alícuota, se agregan las subas de otros impuestos como Ingresos Brutos, Patentes y el inmobiliario. En el caso del ABL, para la primera cuota de enero, tomarán la inflación de agosto de 2021. Ese mes subirá 2,9%, en febrero 3,4% y en marzo 3,7%. Los meses siguientes dependerán de la evolución de los precios en la Ciudad a partir de noviembre de este año.

El gobierno de la Ciudad, sin embargo, aduce en los fundamentos del presupuesto, que “este proyecto de ley de Presupuesto para el año 2022 no presenta aumentos de impuestos ni alícuotas, así como tampoco la generación de nuevos tributos”, y vuelve a remarcar que “las finanzas de la Ciudad de Buenos Aires continúan seriamente afectadas por la quita intempestiva y unilateral de los fondos de Coparticipación dispuesta por el Gobierno nacional el año pasado”. Ese es el fundamento por el cual no prevén grandes obras viales ni nuevas estaciones de subte. La legisladora Claudia Neira (FdT) respondió: “en el debate por el Presupuesto dejamos en claro que, mientras insisten con la coparticipación, reparten patrulleros en el conurbano o ejecutan partidas de un Consejo de Seguridad que nunca se conformó”.

“Horacio Rodríguez Larreta aprobó un impuestazo y un ajuste en la ciudad por la supuesta falta de fondos; sin embargo, la ciudad tiene un presupuesto por habitante altísimo, es más del doble que el de la Ciudad de Madrid –acotó Barroetaveña–. No se planifica ninguna obra importante y ni un kilómetro de ampliación de la red de subte, la cual quedó completamente rezagada comparando con las grandes capitales de la región”.

La norma sancionada autoriza al Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Hacienda y Finanzas, a efectuar operaciones voluntarias de administración de pasivos y “la emisión de títulos de deuda pública, y/o la reapertura de series y/o clases en circulación, hasta la suma de 500 millones de dólares o su equivalente en pesos, otras monedas o unidades de valor”.

Esta vez el presupuesto ni siquiera contó con la exposición previa de cada ministro y ministra. En prácticamente todos los casos, las áreas reducen su partida en términos reales. El Ministerio de Salud baja un 8,3%; Desarrollo Económico y Producción desciende un 13%; Desarrollo Humano, un 6,3%; Cultura, un 8,1%.

Género es otro sector afectado por el ajuste. “Este presupuesto tiene para los niños, niñas, adolescentes, mujeres y diversidades una política del cero coma”, graficó la legisladora y presidenta de la Comisión de Mujer, Infancia, Adolescencia y Juventud, Laura Velasco (FdT). La Dirección de Niñez recibirá un 0,47 % del presupuesto total de la Ciudad, y la de Mujer tiene asignado apenas un 0,09 %. “El presupuesto que estamos votando nos sigue dejando a las mujeres, géneros y diversidades, y los niños, niñas y adolescentes como ceros a la izquierda, a pesar a de que a principio de año nos dijeron que nos quedemos tranquilos porque no se iba a recortar nada –remarcó Velasco–. Necesitamos revertir claramente esta despriorización de una población que debe ser priorizada en la política pública”.

“Hoy en la Ciudad de Buenos Aires se está desvirtuando un enfoque de protección y restitución de derechos para niños, niñas y adolescentes que es el corazón de la Ley 114, porque los programas de intervención penal están por encima en presupuesto de los de asistencia a infancias y adolescencias vulnerables. Esto es un problema muy grave”, sentenció. El presupuesto tampoco especifica partidas destinadas a la aplicación de la Ley Micaela y las leyes de Educación Sexual Integral.