Los datos oficiales del sistema de inscripción online que el gobierno porteño pretende ocultar arrojarían para 2019 un número de niñas y niños sin vacantes muy por arriba de los 22 mil del año pasado. Tiempo tuvo acceso a las cifras desagregadas que surgen de la cantidad de chicos que quedaron en lista de espera en los tres niveles del sistema educativo, sumada al total de los que asisten a los Centros de Primera Infancia. Pero este año se agregan como nuevo agravante dos categorías creadas por el Ministerio de Educación de la Ciudad: «Solicitudes incompletas» y «Vacantes pendientes de validación» (ver recuadro). El nivel inicial sigue siendo el más castigado pero, a diferencia de otros años, se incrementó fuertemente la carencia de vacantes en primaria y secundaria.

A días del comienzo del ciclo lectivo 2019, la cartera que dirige Soledad Acuña publicó los listados de asignación de vacantes correspondientes a la segunda etapa de inscripción, para los alumnos y alumnas que consiguieron un lugar en la educación pública y gratuita. Como contrapartida, el gobierno oculta los datos oficiales de chicos que quedaron sin vacante. En principio, los guarismos preliminares a los que accedió este diario no muestran la cantidad definitiva de alumnas y alumnos que quedarán excluidos de las escuelas de gestión estatal; sólo advierten sobre el número de familias que permanecerán en lista de espera. Desde el Ministerio aseguran que los datos definitivos sobre la falta de vacantes se conocerán cerca de mitad de año, porque según el Ejecutivo «durante los primeros meses van apareciendo lugares en las aulas». Es decir, a falta de escuelas, se superpoblarán aulas, y en donde tendría que haber un máximo de 25 niñas y niños, podrían haber 30 o 35.

Como cada año, el nivel más golpeado por la falta de vacantes es el inicial –de 45 días a 5 años de edad–, que en 2019 computa 14.209 niñas y niños que, en lista de espera, pueden quedar sin su vacante. Si se compara el dato con el de esta misma fecha del año pasado, se advierte una pequeña reducción, ya que en 2018 habían quedado 14.852 en lista de espera.

En cualquier caso, los números parciales entregan un panorama preocupante en el nivel primario, con un alza persistente en la carencia de vacantes. En 2017 hubo 872 alumnos en lista de espera para el nivel primario; en 2018, un total de 2179; y para este año, las familias en esa situación ascienden a 2248.

El nivel secundario también experimenta un fuerte incremento de alumnas y alumnos que a la fecha no consiguieron vacante. En 2018 habían sido 389 los estudiantes en esta situación; para el ciclo 2019, la cifra trepa a 576 alumnos.

La ministra Acuña repite cada año que «no hay falta de vacantes en la Ciudad, porque el gobierno está obligado a brindar vacantes a partir de los cuatro años de edad», sin lugar a dudas una interpretación maliciosa del artículo 24 de la Constitución porteña, que señala que la obligación es a partir de los 45 días de vida en adelante. El aumento de la cantidad de alumnos aún sin vacante asignada también en los niveles superiores refuerza la endeblez de esa afirmación.

En total, entonces, los datos preliminares arrojan un para 2019 unos 17.033 alumnos y alumnas en lista de espera. Si se suma esta cifra a los 12.700 niñas y niños que acuden a los 104 Centros de Primera Infancia, que no dependen de la cartera educativa sino del Ministerio de Desarrollo porteño (de acuerdo a la cifra confirmada en octubre de 2018 al exponer en la Legislatura por la propia ministra del área, Guadalupe Tagliaferri), el número de chicos sin lugar en las escuelas de gestión estatal superaría los 29.700, una cifra que da cuenta de la profunda crisis de la educación pública porteña.

Solicitudes «incompletas» y «pendientes de validación»

Este año, otras categorías ideadas por el Ministerio de Educación para clasificar a los solicitantes online de vacantes en escuelas públicas toman protagonismo en la medida en que vienen acompañadas de números alarmantes. Una de esas es la que el gobierno porteño describe como «Solicitudes incompletas», es decir, las hechas por familias que no pudieron finalizar los trámites de inscripción por diferentes motivos que la cartera educativa no describe y acaso desconoce. Para 2019, el sistema señala que en los tres niveles hay un total de 31.756 «solicitudes incompletas».

La otra cifra alarmante corresponde a los casos que el Ministerio denomina como «pendientes de validación». En este ítem entran diferentes circunstancias que son responsabilidad directa de la cartera educativa: demora en la carga de datos, colapso del sistema y/o «errores» del mismo. En esa situación hay un total de 20.398 solicitudes. Entre ambas categorías, suman 52.154 alumnos. Quedan varias preguntas sin responder respecto de todas esas familias. ¿Qué ocurre con quienes no finalizaron los trámites de inscripción y cuyas vacantes no fueron validadas? Una parte o el total de esos niños y niñas ¿deben sumarse al número de nuevos «desescolarizados»? ¿Por qué no informa sobre estas categorías el Ministerio al brindar datos sobre alumnos/as sin vacante? En varias ocasiones, sin éxito, Tiempo intentó comunicarse con algún funcionario de la cartera educativa porteña para obtener respuestas a estos interrogantes.