El hecho se produjo y se conoció públicamente en 2016, pero el gobierno de Cambiemos mantenía en esa fecha una relación cordial con su electorado y la noticia, como tantos otras relacionadas con las arbitrariedades y latrocinios del macrismo, lejos de convertirse en escándalo, fue tomado como una maniobra “desestablizadora” de la oposición.

Pero, como suele decirse, la mentira tiene patas cortas y un video acredita ahora de forma fehaciente que el 1° de mayo de 2016, a las 10.25 de la mañana, Carolina Azzi, quien era en ese momento la novia del entonces ministro de Cultura Pablo Avelluto, sin más acreditación que el vínculo que la unía al funcionario ahora degradado a secretario de Cultura, entró al entonces Ministerio a cargo de su novio y desvalijó las instalaciones del Centro de Producción e Investigación Audiovisual (CePia) llevándose todos los equipos de trabajo. Su única explicación a los desconcertados empleados fue que los equipos iban a ser trasladados a otra dependencia.

Pocos días después, dado que sin equipos no era posible producir contenidos, los 23 trabajadores del CePia fueron despedidos.

El video incriminatorio se dio a conocer este martes en el programa Brotes verdes que conduce Alejandro Bercovich. El material que se vio en la pantalla de C5N forma parte del documental Los Ñoquis realizado por María Laura Cali que se estrenará el |° de octubre. En su momento Cali, empleada del Ministerio, fue despedida por Avelluto. “Los Ñoquis –explica la propia directora desde una página relacionada con la financiación de la película- es un trabajo documental que hemos emprendido en el que la mayoría del equipo técnico son actuales o ex empleados públicos cesanteados (cámaras, sonidistas, editor, animación, posproducción, foto fija, etc.)


Bercovich aclaró que, hasta el momento, no se tienen noticias de una isla de edición de sonido que figura entre los equipos trasladados por Azzi y que no es posible localizar en ninguna dependencia.  En el video, que coincide con lo que fue denunciado oportunamente por los empleados, se la ve a Azzi con claridad. Es una mujer rubia, vestida de azul, muy apurada por llevarse los equipos para cargarlos en el flete que la esperaba abajo.

En ese momento, en el marco de los 500 despidos que se produjeron en Cultura, Avelluto negó que su novia desempeñara un cargo como expresaban los empleados y aseguró que era una asesora ad honorem.  

Cali explica en primera persona la situación de ese momento que la llevó a hacer el documental: “De pronto, en enero de 2016, con menos de un mes de la nueva gestión llega para muchas de nosotras y nosotros el despido sin causa y el cierre del CePIA. Todo de un día para el otro y de manera humillante, con las puertas de nuestro lugar de trabajo cerrada con candado y una lista en la puerta para que no volvamos a entrar. La lucha posterior permitió mi reincorporación y la de otros pero ya nada fue lo mismo. Fuimos disgregados en distintos lugares y nuestros salarios se vieron reducidos hasta un 40%. Sin buscarlo nos sentíamos parte de esa construcción sobre los empleados públicos que se fue instalando gestión tras gestión en el imaginario popular a través del viejo sketch del cómico Antonio Gasalla y fogoneado hasta el hartazgo por los medios masivos de comunicación. En distintos momentos nos hemos sentido vigilados y sospechados, y el estigma de ñoquis (aquellos que supuestamente no acuden a la tarea y pasan solo a cobrar los días 29 de cada mes) nos ha ido atravesando sin merecerlo. Esa lógica me fue enfermando, y de esa lógica fui aprendiendo para finalmente entender que debía reconvertir el enojo y el desamparo en energía creativa y movilizadora. Así decidí hacer un registro documental de lo que nos había sucedido y deconstruir el discurso oficial sobre nuestra condición maldita de ´ñoquis´ del Estado.”

Azzi es hoy la mujer de Avelluto y la madre de su último hijo. Siguió las carreras de Dirección y de Iluminación y Cámara en la Universidad del Cine. Se recibió de Licenciada en Cinematografía.

Por su parte, Avelluto viene del mundo de la edición de libros, rubro en el que es tan detestado y tiene tan mala fama como la que supo cosechar como titular del Ministerio de Cultura primero y de la Secretaría de Cultura, después. Su vínculo con el cine se reduce a la relación con su pareja, a menos que se tome en cuenta la comparación que realizó de la dupla Mauricio Macri y Marcos Peña con Tom y Gerry.

El video exhibido, sin duda, acredita un hecho escandaloso que en cualquier otra gestión habría culminado con la renuncia del funcionario. Pero una de las pocas habilidades del macrismo ha sido, precisamente, convertir el escándalo en rutina, aminorando la sorpresa y las posibles reacciones ante hechos como éste.

Como tantos otros funcionarios del macrismo, las características distintivas de Avelluto son la provocación y el cinismo. En la inauguración de la última edición de la Feria Internacional del Libro, fue repudiado y abucheado por la concurrencia, pese a lo cual, con tono desafiante comunicó que de todos modos haría lo que había ido a hacer: pronunciar un discurso. Fue así que durante unos 45 minutos, en medio de un griterío que tapaba completamente su voz, habló dirigiéndose a la nuca del público que, ante su actitud desafiante, le dio la espalda.

El documental dirigido por Cali, sin duda ayudará a ver el lado oscuro de algunos integrantes del equipo que se autocalificó como el mejor de los últimos 50 años.