La muerte de Lucía Pérez sigue conmoviendo. Dos años atrás, la fiscal dio a conocer cruentos detalles que motivaron, aquel 19 de octubre, el primer Paro Nacional de Mujeres. Ahora, ante la absolución de todos los imputados, los colectivos de mujeres que integran el movimiento #NiUnaMenos decretó un nuevo cese de tareas para este viernes.

La decisión fue adoptada por los cientos de mujeres que el martes pasado se autoconvocaron frente a Tribunales para repudiar el fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 de Mar del Plata, que el día anterior había absuelto a Matías Farías, de 25 años, y a Pablo Offidani, de 43, por los delitos de «abuso sexual con acceso carnal agravado por resultar la muerte de la persona ofendida y favorecido por el suministro de estupefacientes». Alejandro Maciel, de 61, imputado por «encubrimiento agravado», tuvo la misma suerte.

Sin embargo, los jueces Facundo Gómez Urso, Aldo Carnevale y Pablo Viñas sí condenaron a Farías y Offidani a ocho años de prisión por «tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por ser en perjuicio de menores de edad y en inmediaciones de un establecimiento educativo».

En los fundamentos de la sentencia, Carnevale fue muy duro con la fiscal María Isabel Sánchez, a cargo de la instrucción, a quien le achacó «la irresponsable génesis que tuvo desde la hora cero esta investigación», y solicitó que se le abriera una causa por «incumplimiento de los deberes de funcionario público». Pocas horas después de que trascendiera el caso, Sánchez convocó a una conferencia de prensa donde dio precisiones morbosas pero sin sustento.

«Expuso sin ningún tipo de tapujo que la menor Lucía Pérez, de 16 años, había fallecido producto de una agresión sexual inhumana provocada por un empalamiento anal, despertando de esa manera una serie de reacciones de lo más dolorosas», justificó Carnevale, quien agregó que la fiscal había asegurado que el cuerpo de la víctima había sido lavado. Ningún perito pudo afirmar tales aseveraciones ni durante la instrucción ni en el debate oral. De hecho, concluyó que la instructora judicial nunca estuvo en el lugar de los hechos y manejó el caso por teléfono. Según la autopsia, la chica murió por una asfixia tóxica, con congestión y edema pulmonar que derivaron en una falla cardíaca.

Sin elementos convencionales para sostener la violación, el fiscal Daniel Vicente y el abogado querellante, Gustavo Marceillac, pidieron en sus alegatos que se contemple una lectura de los hechos con perspectiva de género, según la cual Lucía no habría consentido las relaciones sexuales ese 8 de octubre por la mañana, ya que no fue libre de elegir por su vulnerabilidad relacionada con la adicción a las drogas. Además, los acusadores sostuvieron que existía «una relación desigual de poder que afectaba su vida, libertad, integridad física, sexual y seguridad personal».

Pero el juez Carnevale insistió en su mirada. Adujo en los fundamentos de su fallo que esa mañana Farías y Offidani pasaron a buscar a Lucía en la camioneta Fiat Adventure de Offidani. De ahí fueron a la casa de este último en el barrio Alfar, donde el muchacho, entonces de 23 años, y la víctima se quedaron a solas y mantuvieron relaciones sexuales. Consumieron marihuana y cocaína. Se conocían desde el día anterior, cuando el joven le había vendido drogas a la chica a la salida del colegio.

La interpretación del magistrado fue a tal extremo que, por momentos, rozó el mal gusto. Las relaciones fueron consentidas, dijo, basándose en que Farías y Lucía hicieron dos paradas: una para comprar facturas y una Cindor; otra, para abastecerse de cigarrillos. Otro de los tramos polémicos del fallo repasó relaciones sentimentales anteriores de la víctima con hombres mayores, señalando que en varias oportunidades supo decir que no.

Si bien la parte acusadora intentó demostrar que la chica asistió a ese encuentro porque le debía 100 pesos a Farías por drogas, el juez puntualizó a través de los mensajes de WhatsApp que fue Lucía la que estableció el lugar y la hora para encontrarse dado que el joven le gustaba.

Contra las apreciaciones sexistas de este fallo, mañana a partir de las 18 se realizará una nueva asamblea en la sede de la CTEP, en Pedro Echagüe 1235, para afinar los detalles del paro del próximo viernes. «