A punto de terminar su segundo mandato como jefe de gobierno porteño, muchos aseguran que Rodríguez Larreta será recordado como uno de los alcaldes que más ajustó en dos áreas sensibles de la Ciudad: Salud y Educación. Cualquiera que transite por alguno de los 35 hospitales públicos que hay en el distrito porteño, podrá advertir la poca inversión en infraestructura hospitalaria y la carencia de profesionales de la salud en las diferentes áreas, situación que se refleja en las largas filas para obtener un turno de aquí a un par de meses. Sin embargo, y contra cualquier pronóstico, la salud, al igual que la educación, son dos puntos fuertes donde el mandatario basa su campaña electoral de cara a las presidenciales. Hace un mes comenzó un nuevo conflicto con los médicos y médicas residentes, ante la insistencia del ministro Fernán Quirós en negarse a escuchar sus reclamos. Este martes se movilizaron y mantuvieron un encuentro con Daniel Ferrante, viceministro de Salud porteño y sólo les prometieron una mesa de diálogo para el próximo martes.

Tras la reunión que mantuvieron con Ferrante, los médicos y médicas residentes decidieron en asamblea un paro para este miércoles sin guardia por 24 horas, y una movilización hacia la sede del gobierno porteño (Uspallata 3100) a las 10, que parte desde Caseros y Jujuy.

Al estado edilicio, la falta de personal y carencia de insumos, se le suman los salarios magros de la cartera sanitaria; y uno de los más castigados es el sector de profesionales residentes y concurrentes. En la ciudad de Buenos Aires hay más de 4500 trabajadores y trabajadoras de este sector, que representa alrededor del 50% de los profesionales de la salud en CABA. Aseguran que son quienes mantienen vivo y de pie el sistema de salud público porteño: “Seguramente quienes estuvieron en una guardia, o en un centro de salud, o en un hospital fueron atendidos por un residente o concurrente, nosotros somos profesionales que tenemos matrícula, que hemos terminado nuestra formación universitaria, y que decidimos seguir formándonos y especializarnos dentro del sistema público”, cuenta a Tiempo Sebastián Goin, médico residente de cuidados paliativos del Hospital General de Agudos Dr. Enrique Tornú. Entre los residentes se encuentran médicos y médicas pero también enfermeros, kinesiólogos, trabajadores sociales, psicólogos, y todos aquellos que confluyen en equipos multidisciplinarios de la salud.

“Hace varias semanas que le solicitamos al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que nos reciba, el martes pasado teníamos una reunión con Quirós y la dio de baja, pero también se negó a recibirnos el viceministro Daniel Ferrantes”, agrega Goin. En septiembre comenzó el conflicto que ya lleva más de 4 semanas y este martes realizaron la sexta jornada de lucha, pero la precarización de médicos y médicas residentes de hospitales públicos porteños se arrastra desde hace varios años. Actualmente cobran salarios por debajo de la canasta básica familiar que no llegan a 110 mil pesos mensuales, perciben entre 280 y 350 pesos la hora de trabajo, con jornadas que pueden alcanzar las 36 horas y un total de 360 horas mensuales de trabajo.

Las reivindicaciones del sector, incluso, están por debajo de la inflación. Exigen una recomposición salarial del 100% en una cuota, un salario digno, y ART para concurrentes. “La Asociación de Médicos Municipales cerró a nuestras espaldas una paritaria que nos deja nuevamente muy por debajo de la inflación, somos una voz que necesitamos ser escuchada. En caso de que nuestro reclamo no sea tenido en cuenta haremos un paro por tiempo indeterminado”, cierra el trabajador del Tornú.

Las y los profesionales de la Asamblea de residentes y concurrentes de CABA volvieron a movilizarse hacia las oficinas del ministro de salud Fernán Quiros, en Bolivar y Av Rivadavia. Es la sexta vez que lo hacen en menos de un mes. Los recibió el viceministro de Salud Daniel Ferrante. «Se comprometió a establecer una instancia más de negociación abriendo una mesa de diálogo para el martes de la semana que viene», detalló a este medio Noelia Kirikian, residente de pediatría del Hospital Elizalde. «Nos dijo que ellos no tienen injerencia en el sueldo, cuando sabemos que pueden manifestar el compromiso político», agrega.

“El paro de la semana pasada se sintió fuerte porque nosotros y nosotras somos alrededor del 50% del total de profesionales de la salud que trabajamos en los hospital de la Ciudad”, explica a Tiempo Carina Goya, médica residente del Hospital General de Niños Pedro de Elizalde. Este nosocomio en particular, tiene 325 médicos de planta y casi 160 residentes y concurrentes. “Hay que tener en cuenta que nuestro sector trabaja muchísimas más horas que un médico de planta, llegamos a realizar hasta 36 horas diarias de trabajo, más las guardias médicas, esto quiere decir que la sobre carga horaria que nos obligan a hacer, ocupa la faltante de muchísimos profesionales de la salud en diferentes puestos”, agrega Goya.

Una lucha que comenzó hace varios años

Sobre finales de noviembre de 2019, el oficialismo porteño votó una Ley que blanqueaba la precarización de médicos residentes de la Ciudad. La jornada del 28 de noviembre de ese año, fue un punto de inflexión que posibilitó la unidad de todo el sector, con una multitudinaria movilización hacia la legislatura que se oponía a la sanción de la norma. Ese jueves fueron brutalmente reprimidos por la policía mientras el larretismo aprobaba la Ley que precarizaba a los residentes. Tras la aprobación, en asamblea decidieron un paro general en todos los hospitales y centros de salud de la ciudad, cuyo funcionamiento, particularmente en las guardias, se sostiene con el trabajo de residentes y concurrentes. Esta medida de fuerza puso en jaque a la administración de Rodríguez Larreta que, a los pocos días de aprobada, prometió que iba a dar marcha atrás con la medida. Finalmente, el 5 de diciembre de 2019, la legislatura porteña derogó la Ley de Residentes y Concurrentes.